Marzo, mes de la Endometriosis. Visibilicemos esta enfermedad

No podemos dejar pasar el mes de marzo, y menos hoy 14 día en que se celbra especificamente el Día de la Endometriosis, sin adherirnos al Mes de Concienciación Sobre la Endometriosis.

La Endometriosis es una enfermedad inflamatoria crónica que implica la presencia de tejido extrauterino similar al endometrio (tejido que tapiza la cavidad uterina). Este tejido se implanta y crece en los ovarios, las trompas de Falopio, la parte externa del útero y en zonas entre el útero, la vejiga y la vagina. También puede llegar a encontrarse en los intestinos, el apéndice, los pulmones y el recto.

La fisiopatología de esta enfermedad se basa en que es estrógeno-dependiente, cuyo origen y desarrollo no está nada claro a día de hoy.

En mujeres en edad reproductiva, las manifestaciones de la endometriosis son muy variables, desde dolor pélvico, dismenorrea, periodos largos y sangrado abundante, vómitos, cansancio, diarrea, hasta infertilidad, afectando su bienestar mental, emocional y social de forma grave, en muchos casos.

La prevalencia de esta enfermedad, según la OMS, es del 10% de la población mundial y un 30-50% de las mujeres diagnosticadas de endometriosis son infértiles. Por ello, cerca del 80% en estas pacientes recurren a las técnicas de reproducción asistida (TRA)

Siendo cada vez más prevalente ¿Por qué tarda tanto en ser diagnosticada?

Se calcula que cerca de 200 millones de mujeres en el mundo, padecen esta enfermedad, pero hasta muy recientemente era una gran desconocida, ya que se llega a tardar en diagnosticar un promedio de 7 a 10 años.

En parte por desconocimiento de las propias mujeres sobre su menstruación. La menstruación en general se ha asociado al dolor, pero ha de remitir con analgésicos, de no ser así, la recomendación es visitar al médico.

Por otra parte, la falta de sensibilización y conocimiento de los profesionales sanitarios sobre este tema.

¿Qué factores intervienen sobre la Endometriosis?

Son bastantes factores los que se relacionan con la Endometriosis, si bien muchos de ellos están siendo objeto de investigación, destacaremos los siguientes:

  • Hábitos personales. Siempre lo decimos, es fundamental cuidar la dieta. En el caso de endometriosis se relaciona con un consumo alto de carnes rojas. La ingesta de alcohol y café elevan los niveles de las hormonas reproductivas, p.ej. una elevación de la aromatasa incrementa la conversión de testosterona en estrógenos. Respecto al tabaquismo no se ha determinado su efecto de forma evidente.
  • Estado ginecológico y reproductivo. Los factores de riesgo se centran en la edad temprana de la menarquia, la duración prolongada del ciclo menstrual, abundancia del sangrado, que se han correlacionado con altas concentraciones de estradiol y estrona. Mientras que la paridad y anticonceptivos orales se consideran estrategias de prevención.
  • Factores ambientales: la exposición a niveles altos de substancias tóxicas como dioxinas, esteres de ftalatos, bisfenol A, etc. El modo de acción de estas substancias según las investigaciones, consiste en generar un estrés oxidativo de alterando la actividad inmunológica y la homeostasia hormonal. Pero es necesario realizar más investigaciones al respecto.

De forma muy resumida se podría decir que la presentación fenotípica de la endometriosis viene definida por una compleja interacción entre el perfil genético, la actividad hormonal, el ciclo menstrual, el estado inflamatorio y los factores inmunológicos

¿Cómo se diagnostica la endometriosis?

  • Historia clínica: Es importante realizar una buena historia clínica, un indicador de endometriosis es la edad de la menarquía temprana; si los ciclos menstruales son largos y abundantes; antecedentes familiares; estilo de vida; deseo reproductivo; etc.
  • Examen físico: Mediante maniobra pélvica bimanual (nodularidad palpable, sensibilidad, anatomía pélvica anormal, útero en retroversión, etc.)
  • Laboratorio: Se están investigando biomarcadores potenciales (no seguros por falta de Sensibilidad/Especificidad)
  • Técnicas de imagen: Representan el estándar de oro en el diagnóstico de la endometriosis, las técnicas no invasivas como la ecografía transvaginal y la resonancia magnética aportan una gran información en la etapa diagnóstica. En cuanto a técnicas de imagen invasivas, la Laparoscopia diagnóstica es una herramienta diagnostica junto con el análisis histológico, y también correctiva.

¿Qué tratamientos se emplean en casos de infertilidad asociada a la Endometriosis?

  • Tratamiento médico: Dado que la endometriosis es una enfermedad dependiente de estrógenos, gran parte de los esfuerzos para tratar con éxito la enfermedad se centran en reducir los niveles y/o la acción de esta hormona, a fin de inhibir el crecimiento y el desarrollo de lesiones endometriósicas.

En casos de infertilidad, los esfuerzos se centran en estimular el desarrollo folicular y la ovulación, de forma que la terapia hormonal se emplea como complemento de técnicas de reproducción, ya que estas terapias hormonales en sí mismas tienen poco efecto sobre la infertilidad

  • Tratamiento quirúrgico: Es temporal, las lesiones se pueden reproducir en el 50% de los casos. No hay pruebas suficientes disponibles para confirmar que la cirugía es una opción razonable para el tratamiento de la infertilidad asociada con la endometriosis.
  • Tratamiento adaptado a las Técnicas de Reproducción Asistida: La inseminación intrauterina (IUI) es el método de primera línea de elección después del diagnóstico quirúrgico sin alteraciones anatómicas, de la endometriosis mínima a leve. En pacientes con endometriosis grave, la FIV puede considerarse como una opción de tratamiento.  

Es fundamental que los especialistas diagnostiquen con precisión la endometriosis y desarrollen planes de tratamiento personalizados, teniendo en cuenta las ventajas y desventajas de cada opción y consensuando con las pacientes.

¿Cuál es el futuro en el estudio de la endometriosis?

Las últimas tendencias se centran en las áreas de proteómica, metabolómica y genómica que investigan un panel completo de moléculas o un perfil de genes podrían convertirse en la herramienta diagnóstica de referencia y, por lo tanto, eliminar en la medida de los posible las laparoscopias invasivas.

Diversas líneas de investigación muy prometedoras en el tratamiento de la Endometriosis.

En farmacología el dicloroacetato parece ser el medicamento no hormonal ni invasivo que favorece el tratamiento de la endometriosis. En el trabajo publicado por  Horne et al., 2019, se obtuvieron resultados muy prometedores que se encuentran en ensayo clínico.  En el modelo de cultivo in vitro, se observó que las células mesoteliales peritoneales humanas (HPMC) de endometriosis tratadas con el inhibidor de la piruvato deshidrogenasa quinasa (PDK)/dicloroacetato (DCA) activador de la pyruvate dehydrogenase (PDH), se normaliza el metabolismo de las HPMC, hay una reducción de la secreción de lactato y se anula la proliferación de células del estroma endometrial. En el modelo de ratón, administrando el DCA por vía oral, las concentraciones de lactato en el líquido peritoneal, así como el tamaño de la lesión de endometriosis se reducen.

El estudio de la relación entre la microbiota intestinal y la endometriosis se abre como una nueva vía de estudio. Dado que en pacientes con endometriosis se aprecian alteraciones inmunológicas y hormonales y, por otro lado, la microbiota intestinal influye en la respuesta inmunitaria y estrogénica, se ha hipotetizado sobre la posible influencia de la microbiota intestinal en la endometriosis. Actualmente es una vía en investigación.

Otras líneas encaminadas a la disminución del dolor son el uso del cannabis medicinal y la fisioterapia en el suelo pélvico.

Es necesario un mayor conocimiento de los mecanismos fisiopatológicos de la endometriosis que permitan un diagnóstico más rápido y preciso, enfocados a tratamientos curativos y no supresivos, mejorando la salud y calidad de vida general de las pacientes.

Comentario final

Cada vez es más notorio, la necesidad del abordaje de la endometriosis desde un equipo multidisciplinar, donde la ginecología, fisiopatología, (epi)genética, inmunología, psicología, fisioterapia, dietética y nutrición, etc. ayuden a una mayor comprensión y tratamiento de esta enfermedad y sus manifestaciones.

Con varios ensayos clínicos prometedores en desarrollo y con el descubrimiento de nuevas dianas farmacológicas, parece que el futuro para el tratamiento endometriosis es muy esperanzador.

Si crees que puedes tener endometriosis, te recomiendo hacer una cita con tu médico general o ginecólogo para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado. Lo importante es que conozcas tu ciclo menstrual y encuentres un profesional de la salud que te escuche y tome tus síntomas en serio.

Victoria

Plan B ¿Preservación de Fertilidad en caso de Endometriosis?

Antes de terminar nuestro mes monográfico sobre la Endometriosis, un tema que considero interesante tratar es ¿Hasta qué punto la Preservación de la Fertilidad (PF) se puede ofrecer a las pacientes con esta enfermedad? ¿Es realmente un plan B?

Como ya hemos comentado en otras entradas, la endometriosis pone en riesgo la disminución de la reserva ovárica, tanto por la fisiopatología de la enfermedad, como por la intervención quirúrgica:

  • El líquido peritoneal, en la endometriosis, es el escenario donde se van a ver alterados muchos procesos:
    • Ambiente inflamatorio (aumento de macrófagos y Citoquinas)
    • El movimiento espermático se ve inhibido por el ambiente hostil
    • El movimiento de las Trompas de Falopio se ve también afectado.
    • La Fecundación puede ser reducida
    • El Desarrollo embrionario se puede alterar.
  • La anatomía pélvica, cuando está alterada inhibe la captura y fertilización del óvulo (casos de endometriosis media-severa). Especialmente casos de endometrioma bilateral la reserva ovárica se ve afectada.
  • Un aumento de los radicales libres (ROS) en el endometrio, altera el desarrollo embrionario.

La PF en pacientes con endometriosis y deseo reproductivo

Cuando en la mujer existe un deseo reproductivo, el tratamiento de la enfermedad ha de ser extremadamente conservador, esto va a depender de los diversos niveles en que se encuentre la enfermedad en las pacientes. Por lo tanto, ha de ser un planteamiento personalizado, donde se seleccionen muy bien las pacientes, mediante tratamientos sin cirugía o con cirugía, a fin de evitar la repetición de procedimientos. La cirugía ha de ser muy meticulosa, a fin de no poner en riesgo la reserva ovárica. En ambos casos la PF se plantea como una alternativa. Imagen 1

Imagen 1.- Estrategias ante la Endometriosis donde la Preservación de la Fertilidad puede ser una alternativa. Esquema basado en Basado de LLarena et al., 2019, Clinical Medicine Insights: Reproductive Health Volume 13: 1–8  

En principio, las pacientes con endometriosis, podrían ser un grupo particularmente adecuado para la PF. Según la guía de la ESHRE sobre Endometriosis, publicada recientemente, serían candidatas al programa de PF:

  • Casos de mujeres jóvenes, tienen mayor riesgo de recurrencia
  • Casos de endometriosis severa,
  • Endometriomas bilaterales, en particular
  • Pacientes con alto riesgo de insuficiencia ovárica prematura (POI)
  • Bajos niveles de la AM

Respecto a la recurrencia de la endometriosis, un dato: es un trastorno crónico con tendencia a reaparecer tras la cirugía, según aportan algunos estudios en un 20% de los casos se produce a los 2 años y en un 40-50% a los 5 años.

 6 puntos importantes a considerar para recomendar la PF son:

  • Hay un factor limitante que es la edad.
  • El éxito de la PF depende de la reserva ovárica (¡Ojo!disminuye con la edad)
  • Se pueden realizar varios ciclos de estimulación. Es necesario un mayor número de ovocitos respecto a la población general.
  • Valorar qué estrategia se va a seguir: criopreservación de ovocito, embriones o tejido ovárico.
  • El pronóstico de la FIV no se ve afectado por la anexectomía (extirpación de ovarios) previa.
  • Las tasas de fecundación, división embrionaria y gestación clínica entre ovocitos vitrificados y frescos, no difieren en gran medida. 

¿Qué debes saber sobre la criopreservación de óvulos, embriones y tejido ovárico en PF?

Óvulos

  • Los pasos a seguir en la criopreservación de óvulos, podemos centrarlos en tres puntos:
    • Estimulación ovárica. El número de estimulaciones a realizar depende del caso que se trate. Si hablamos de una preservación de fertilidad suelen ser 2-3 ciclos.
    • Extracción de los ovocitos. Mediante una punción transvaginal y bajo una suave sedación.
    • Vitrificación de los óvulos maduros. No todos los óvulos extraídos se pueden criopreservar, deben de ser óvulos maduros. Se ha estimado que es necesario criopreservar unos 10 óvulos con una edad inferior a 36 años para conseguir una gestación.  Mientras que, en una población heterogénea, el número de óvulos necesarios que hay que desvitrificar oscila entre 22-30 (depende de cada caso). En pacientes con endometriosis el número debería ser mayor.
  • Acudir a un centro con experiencia y resultados contrastados, ya que a pesar de ser una técnica de rutina en el laboratorio de FIV los resultados varían ostensiblemente entre centros.
  • Analizar las probabilidades reales qué existen en tu caso. Congelar los ovocitos te puede dar una falsa tranquilidad, no es garantizar que vayas a poder tener un bebé.
  • La importancia de la edad. No es lo mismo tener 30 años que 38 o 40 años, los óvulos van a envejecer conforme aumenta la edad.
  • No posponer la maternidad, confiar en tus óvulos criopreservados, puede ser un error al darte la falsa seguridad de que vas a quedar embarazada ya que la tasa de recurrencia de la endometriosis es alta. Eso sin contar que la edad para ser madre sí importa.

Embriones

La criopreservación de embriones requiere los pasos y consideraciones anteriores vistos en los ovocitos, además de continuar con el proceso con la fecundación, desarrollo embrionario y selección de embriones de buena calidad para criopreservar.  Es una técnica consolidada en los laboratorios de FIV, con muy buenos resultados de supervivencia a la dscongelación y tasas de embarazo muy semejante a las transferencias de embriones en fresco.

Tejido ovárico

Consiste en la reimplantación de tejido ovárico fresco o tejido ovárico criopreservado con el objetivo de recuperar la función ovárica y en algunos casos, la restauración de la fertilidad.

Es una opción para pacientes que no pueden someterse a estimulación ovárica o que van a ser sometidas a una ooforectomía, en cuyo caso se puede criopreservar la muestra en el mismo momento.

La preservación de la fertilidad del tejido ovárico es una técnica considerada experimental.

¿Es la PF en endometriosis un plan B?

La respuesta a esta pregunta es que la PF mediante la criopreservación de ovocitos/embriones o tejido ovárico, en mujeres con endometriosis, debe ser considerada de forma individual, ya en muchos casos, especialmente en mujeres jóvenes, serán capaces de conseguir un embarazo sin recurrir a sus óvulos/embriones congelados. Aunque algún equipo ha publicado resultados realmente positivos criopreservando ovocitos, no está tan claro para otros.

Los diversos trabajos consultados, coinciden en la necesidad de estudios centrados en la identificación de qué pacientes tienen mayores probabilidades de llegar a ser infértiles en el futuro debido a la endometriosis o al tratamiento quirúrgico (y/o que necesitarán técnicas de reproducción asistida de todos modos). Estas mujeres serían las verdaderas candidatas para beneficiarse de la PF, para lo cual es necesario un mayor número de datos clínicos sólidos y análisis de costo-beneficio antes de implementar su uso en la práctica clínica de rutina. Realmente, se desconoce hasta ahora el verdadero beneficio de la PF en mujeres con endometriosis

Si necesitas información y asesoramiento sobre la preservación de la fertilidad, la Sociedad Española de Fertilidad, tiene a disposición de los pacientes un listado de los centros donde se lleva a cabo preservacionCentros.pdf (sefertilidad.net) aunque es del 2010 puede servir a modo orientativo. Se trata de centros privados, ya que la preservación de la fertilidad por la Seguridad Social está aceptada sólo para pacientes oncológicas.

En conclusión, es necesario una atención multidisciplinar en el tratamiento de pacientes con endometriosis, donde el asesoramiento con respecto a la preservación de la fertilidad y sus tasas de éxito, debe ser individualizado, teniendo en cuenta la edad, la reserva ovárica, las intervenciones quirúrgicas previas y planificadas.

Endometriosis y fertilidad comprometida.

La Endometriosis es una enfermedad inflamatoria crónica en las mujeres en edad reproductiva, que puede causar dolor e infertilidad, como ya vimos en la entrada titulada “Una enfermedad silenciosa: la Endometriosis”

La Endometriosis se puede localizar en:

  • Ovarios
  • Trompas de Falopio
  • Útero (Adenomiosis)
  • Pelvis
  • Rectovaginal
  • Peritoneo.
  • Otras localizaciones menos frecuentes: vejiga, los uréteres, el intestino, el recto o los pulmones

Endometriosis e Infertilidad.

En mujeres afectadas por la endometriosis existe una compleja interacción entre el ciclo menstrual, la actividad hormonal, perfil genético, el estado de inflamación y los factores inmunológicos. Existiendo una amplia variedad de alteraciones anatómicas debido a la presencia de adhesiones y fibrosis. Todo ello puede afectar la fertilidad a través de múltiples vías, incluida la inflamación peritoneal y la disfunción endocrina, que interfieren con la función ovárica y en última instancia, reducir la competencia de los ovocitos.

Posibles causas de fertilidad reducida en mujeres con endometriosis:

  • Adherencias
  • Inflamación intraperitoneal crónica
  • Foliculogénesis alterada
  • Folículo no roto luteinizado
  • Defectos de la fase lútea
  • Resistencia a la progesterona
  • Efectos perjudiciales sobre los espermatozoides
  • Anticuerpos contra el endometrio
  • Movilidad uterotubárica disfuncional

Existen diferentes vías de tratamiento, que no curan esta enfermedad.

  • El tratamiento médico u hormonal solo tiene poco o ningún efecto, según algunos autores, y solo debe usarse junto con la tecnología de reproducción asistida. Sin embargo, otros trabajos indican que se pueden obtener ciertos beneficios con la supresión de los ciclos menstruales con liberación de gonadotrofina análogos de la hormona (GnRH), el sistema intrauterino liberador de levonorgestrel (DIU-LNG) y danazol.
  • Cirugía La extirpación de focos peritoneales superficiales en endometriosis mínima/leve ha demostrado que mejora modestamente la fertilidad, mientras que la resección de endometriomas y lesiones infiltrantes profundas tienen un efecto aún no documentado sobre la fertilidad.
  • Técnicas de Reproducción Asistida (TRAs): dentro de estas técnicas se pueden recomendar en función del grado de la endometriosis la que es más conveniente. Así:
    • Mujeres con endometriosis leve o peritoneal mínima, la técnica más simple y de fácil manejo, es la inseminación artificial o intrauterina (IA). Aunque la IA puede tener una tasa de éxito menor en mujeres con endometriosis que en mujeres sin endometriosis. No hay que olvidar que la IA, como técnica en sí, tiene tasas bajas de gestación frente a la FIV.
    • Mujeres en etapas avanzadas de la enfermedad, la fecundación in vitro (FIV) es un tratamiento eficaz y una buena opción, siendo las tasas de éxito similares a las de pacientes con otras causas de infertilidad.
    • Mujeres con niveles más avanzados de endometriosis, aunque recurran a la FIV, tienen tasas de éxito más bajas.
  • Terapias emergentes como el uso de moléculas antioxidantes y células madre, aún necesitan futuras investigaciones para demostrar la eficacia terapéutica en esta patología.
  • Otras alternativas, en base al riesgo de fallo ovárico precoz relacionado con la endometriosis, las técnicas de Preservación de la Fertilidad para estas pacientes, se ha incrementado significativamente, así como las experiencias reportadas en la literatura médica reciente. Sin embargo, se necesitan más estudios sobre riesgos, beneficios, eficacia y rentabilidad.

Investigación. Se están investigando numerosas moléculas dirigidas a la angiogénesis, la fibrosis, la inflamación, la migración, la apoptosis y los procesos de señalización involucrados en la endometriosis.

En cuanto a mejorar los resultados de FIV, se están buscando nuevos tratamientos teniendo como objetivo los mecanismos implicados en la infertilidad relacionada con la endometriosis, tales como, alteraciones en la esteroidogenesis, el estrés oxidativo, la progresión del ciclo celular, la inflamación, entre otros, en el entorno folicular y los ovocitos.

Comentarios finales.

El diagnóstico temprano de le endometriosis es fundamental, para ello es necesario que las mujeres conozcan sus síntomas y consulten con los profesionales de la salud.

Ciertamente la endometriosis puede reducir a fertilidad, pero existen diversos tratamientos para conseguir obtener un embarazo. La Preservación de la Fertilidad es otra posibilidad más en el tratamiento de mujeres con endometriosis.

Actualmente se están realizado multitud de estudios con terapias emergentes que esperemos se confirmen y revaliden para su uso clínico.

Victoria

Mi enemiga oculta: la Endometriosis.

En este mes de marzo estamos hablando de la Endometriosis en @victoriainvitro, esta enfermedad de origen no totalmente conocido, afecta a un 10%-15% de la población femenina mundial en edad fértil y al 50% de las pacientes de reproducción asistida. Pero, como os avancé, no sólo queremos abordarla desde el punto de vista científico, sino desde el personal, dando testimonios.

A lo largo de los años de profesión, hay algo que la mayoría de las pacientes con las que he tratado han ignorado de mí y es que yo también sufrí de endometriosis en su expresión más aguda, grado IV.

Tras meditarlo, pues quiero mostraros dos testimonios más a lo largo de este mes, he decidido empezar por mi propio testimonio, para aportar mi granito de arena en dar visibilidad de esta enfermedad silenciosa y para que me vayáis conociendo algo más de mí. Aquí os dejo mi relato de cómo fue mi encuentro con la endometriosis.

Me casé con 27 años, poco tiempo después, mi reloj biológico se despertó. El hecho de ver a diario en la clínica casos de parejas desesperadas que querían ser padres, hizo que naciera en mí una cierta ansiedad y me preguntaba constantemente si nosotros tendríamos problemas para ser padres.

Ante estos temores, decidimos ponernos manos a la obra. Y la verdad, no fue nada mal. Al segundo mes de búsqueda mi test de embarazo daba positivo y 9 meses más tarde, por cesárea (otra experiencia para compartir) nació mi primera hija, Irene.

A los dos años del nacimiento de ella, ya estaba preparada física y emocionalmente para tener un segundo hijo. Pero como las circunstancias no eran favorables, debimos esperar un año más para intentarlo, cuando quisimos que viniera nuestro segundo hijo, éste no venía. Yo me sentía confundida, cada mes cuando estaba próxima la menstruación deseaba que ésta no apareciese, pero inexcusablemente aparecía puntual a su cita.

Tras un año infructuoso, empecé a sentirme extraña, como si mi temperatura corporal fuese más elevada, sin que marcara nada el termómetro. Mis menstruaciones siempre fueron abundantes, largas y dolorosas, no presté atención a que estuviese relacionado con algo. Hasta que un día al comentarlo con un compañero, ginecólogo, se ofreció a hacerme una ecografía y pudimos ver en la pantalla al enemigo: endometriomas (quistes ováricos originados por tejido endometrial) bilaterales, de 9-10 cm de diámetro. Lo vio tan claro que me dijo que fuera preparando el preoperatorio, tendría que pasar por quirófano. A mis 33 años, sola en ese sillón de exploración, sin mi marido al lado, que te digan que posiblemente habría que extirpar los ovarios, fue un auténtico mazazo.

El miedo paralizaba, pero había que buscar una solución al problema.
Imagen Vector de miedo creado por storyset – www.freepik.es

Sin embargo, en aquella época acababa de salir al mercado un producto para reducir los miomas y también, dada su acción, era posible reducir la endometriosis al llevar al cuerpo a un estado de menopausia inducida. Así que, antes de llegar a la cirugía se decidió intentar este tratamiento hormonal. Mientras tanto en mi cabeza no paraban los pensamientos ¿y si no puedo tener más hijos? ¿Adoptaríamos? Mi corazón estaba dispuesto a dar más amor, un hijo me parecía poco y peligroso. ¿Y si me volcaba sólo en él y no lo dejaba crecer? ¿Y si lo convertía en un ser egoísta? ¿Y si lo perdía? ¿Podría vivir sin él? Sé que todas las que habéis pasado por esto o lo estéis pasando podréis comprenderme. También veía la oportunidad que se me brindaba y no estaba dispuesta a dejarla pasar, iba a hacer todo lo que estuviese en mi mano y con esa esperanza cada mes, durante seis meses, me inyectaba aquel medicamento.

Tuve suerte, en la última revisión todos los endometriomas se habían reducido y había sufrido de forma leve los síntomas de la menopausia (hinchazón, cambios de humor y al final del tratamiento, sofocos). Me aconsejaron esperar unos tres meses para evitar un efecto “cascada” (la ovulación de más de un óvulo) pero he de confesar que fui mala y al segundo mes ya estaba buscando ese embarazo tan deseado. Me quedé embarazada de gemelos, pero en la primera ecografía sólo latía el corazón de uno (otra experiencia para compartir), Paula, mi segunda hija.

Dos años después del nacimiento de Paula, todo se precipitó, aparecieron de nuevo los síntomas y la endometriosis en todo su esplendor se manifestó. Como era joven, mi ginecólogo-amigo, quiso ser conservador en su primera intervención. Por entonces yo trabajaba en Sevilla y vivía en Cádiz, me dio tiempo a organizarme y a esperar a las vacaciones para no sobrecargar a mi compañero de trabajo. Pero, antes de que acabase el año de esta primera intervención, todo se precipitó, el dolor era insoportable en las reglas, el sangrado menstrual era brutal, recuerdo volver a casa del trabajo cogiéndome la barriga del dolor. Los endometriomas crecieron hasta 25 cm, volví a pasar por quirófano, esta vez con urgencia, todavía recuerdo a mi ginecólogo diciendo: “Victoria, hay que operarte ya, corremos el riesgo de que se rompa uno de los quistes y no quiero pensar lo que podría pasar”. La endometriosis no estaba dispuesta a darme tregua y esta vez ganó, fue necesario dárselo todo (otro tema del que podríamos hablar).

No obstante, la que ganó realmente fui yo, porque pude tener dos hijas a pesar de ser una endometriosis grado IV, siempre me han recordado mis compañeros ginecólogos lo afortunada que he sido. Siempre con actitud positiva, entendiéndose por positiva tener el foco en la búsqueda de una solución, no exenta de ciertas dudas y miedos, confiando en los profesionales que siempre buscaron para mí lo mejor y, cómo no, con el amor y apoyo de mí pareja.

Esta experiencia me ha hecho ser más empática con las pacientes, entender sus miedos y sus dudas, y en la medida que me ha sido posible trasmitirles que tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos con actitud positiva. Cada caso es único y requiere su propio tratamiento, el resultado es incierto, pero la actitud es muy importante y depende sólo de nosotros mismos.

Por último, recordar que hoy en día hay asociaciones y grupos de apoyo como Asoc. Afectadas de Endometriosis, Asociación Endometriosis España o a nivel de CCAA como EndoMadrid – Asociación Endometriosis de Madrid, Endometriosis Cataluña, donde se puede encontrara orientación, información y apoyo. ¡No estás sola!.

Victoria

Una enfermedad silenciosa: La Endometriosis

La endometriosis, llamada la enfermedad silenciosa, es una condición inflamatoria crónica estrógeno-dependiente, que afecta a un gran número de mujeres en el mundo en edad reproductiva causando dolor e infertilidad. Consiste en el crecimiento del revestimiento del útero (endometrio) fuera de la cavidad uterina, ya sea en el abdomen u órganos cercanos. Este crecimiento extrauterino puede dar lugar a lesiones pequeñas, lesiones grandes (nódulos) o quistes en los ovarios (endometriomas).

Esta enfermedad tarda tiempo en ser diagnosticar y tiene una evolución imprevisible. Las causas de por qué se produce no están nada claras, puede ser debido a un defecto en el sistema inmunitario y no se descarta un cierto componente hereditario.

¿Cómo sospechar que se sufre de endometriosis?

Los síntomas más comunes que pueden alertar sobre la presencia de Endometriosis son:

Debido a los múltiples síntomas que presenta esta patología se tarda es diagnosticarla. El hecho de tener menstruaciones abundantes y con dolor, debería ser suficiente para visitar al ginecólogo y consultar.

¿Cómo se detectar la endometriosis?

– Mediante una exploración física, la realización de una palpación bimanual. Con una mano se palpa el abdomen y con la otra a través del recto, se comprueba el estado del útero, ovarios y la presencia de algún tipo de anomalía.
– La ecografía que permite visualizar el aparato genital femenino.
– El análisis en sangre mediante la detección de un marcador tumoral CA-125, se emplea para detectar endometriosis aunque es bastante inespecífico.
– La resonancia magnética en casos en los que se crea oportuno o los niveles de CA-125 sean muy elevados.

Tipos de endometriosis

Una vez diagnosticada la endometriosis, existen diversos grados dependiendo de su gravedad:
– Endometriosis tipo I cuando hay una mínima invasión de lesiones aisladas.
– Endometriosis tipo II, leve, las lesiones son superficiales.
– Endometriosis tipo III. Moderada, existen múltiples lesiones infiltradas.
– Endometriosis tipo IV. Severa, profundas lesiones que afectan a otros órganos y estructuras adyacentes.

Tras su detección y diagnóstico, es necesario tratar la endometriosis ya que se corre el riesgo de rotura en caso de los endometriomas (quistes ováricos); que se produzca una infección; y en el caso de mujeres con más de 40 años, en un 0.7% de casos, puede derivar a una enfermedad neoplásica.

Hipótesis sobre el origen de la Endometriosis

Si bien es completamente complejo saber cómo se origina la endometriosis, existen tres hipótesis, si bien no son concluyentes:

  • Menstruación retrógrada: cuando la sangre menstrual (que contiene células endometriales) fluye hacia atrás a través de las trompas de Falopio hasta alcanzar la cavidad pélvica en lugar de salir del cuerpo a través del cuello uterino y la vagina. pueden depositarse células similares a las del endometrio fuera del útero, donde se implantan y crecen.
  • Metaplasia celómica: Transformación de células celómicas, situadas fuera del útero, en células similares al endometrio y comienzan a crecer.
  • Teoría de la inducción: diferenciación a partir de células mesenquimales presentes en el tejido conectivo, activadas o inducidas por sustancias liberadas por el endometrio degenerado que llega a la cavidad abdominal

Sin embargo, nuevos avances en la investigación implican otra serie de factores como: Genéticos y Epigenéticos; Estrés oxidativo e Inmunológicos

Tratamiento de la endometriosis

Existen diferentes tratamientos en función de la gravedad de los síntomas (dolor abdominal, dolor en las relaciones sexuales o esterilidad); la edad de la paciente; si existe o no deseo de gestación y la localización de la endometriosis. Por lo tanto, los tratamientos van a variar:

Tratamiento expectante si sólo se manifiesta dolor, se suele tratar con antiinflamatorios.
Tratamiento con hormonas: al ser estrógeno dependiente esta enfermedad conseguir un estado de menopausia o embarazo favorece la reducción de sus efectos. Se emplean con este fin: anticonceptivos; gestágenos o análogos de las GnRH (provocan un estado de menopausia transitoria y reversible) Quizás aquí si pueda aportar mi granito de arena de esperanza, ya que a pesar de desarrollar todo un cuadro de endometriosis grado III, tras dos años del nacimiento de mi primera hija, que no me permitía quedar embarazada de nuevo, me sometí a un tratamiento. Durante 6 meses me inyectaba mensualmente análogos de las GnRH, tuve una buena respuesta, tras lo cual quedé embarazada de mi segunda hija. Sin embargo, formé parte de ese 5-20% de pacientes recurrentes, todo se reprodujo dos años más tarde y en menos de un año, tras pasar dos veces por quirófano, mi sistema reproductivo quedó eliminado.
Cirugía conservadora: A través de pequeñas incisiones abdominales se realiza la laparoscopia para eliminar las zonas afectadas.

En el caso de Infertilidad por endometriosis, se han propuesto nuevas dianas terapeúticas, que estan en estudio, a fin de mejorar los resultados de FIV como la corrección de la esteroidogénesis alterada, la progresión del ciclo celular, reducir la inflamación en el ambiente folicular y los ovocitos.

Acciones en la endometriosis

Algo se ha avanzado en el abordaje de la endometriosis tanto a nivel mundial donde desde la OMS, se solicita la importancia de dar a conocer la endometriosis; preparar a los profesionales desde la atención primaria hasta lo más especializados con formación y equipos diagnósticos adecuados y es fundamental invertir en investigación donde hay mucho por hacer como el estudio de la patogenia, fisiopatología, evolución natural, factores de riesgo genéticos y ambientales, pronóstico, clasificación de la enfermedad, biomarcadores de diagnóstico no invasivos, tratamientos personalizados y otros modelos de tratamiento, papel de la cirugía, tratamientos selectivos novedosos, terapias curativas e intervenciones preventivas en la endometriosis

En nuestro Sistema de Salud Nacional se ha publicado la Guía de atención de las mujeres con endometriosis a fin de sensibilizar más a los profesionales sobre esta enfermedad. Es fundamental que se destinen fondos no sólo a la investigación, sino para poder ofrecer apoyo psicológico a las mujeres para comprender esta enfermedad y enfrentarla, no sólo con fines reproductivos, sino en su vida sexual, familiar, social y laboral.

Por nuestra parte, las mujeres que han sufrido o sufren esta patología y sus consecuencias, debemos hacer visible esta enfermedad y romper el silencio, a fin de obtener una atención precoz y tratamientos. Así como la comprensión por parte de nuestro entorno

Victoria

¿Cómo influye la endometriosis sobre la calidad de los óvulos?

Durante el mes de marzo, dedicado a la concienciación sobre la Endometriosis, se han tratado distintos aspectos de esta enfermedad. No obstante, cualquier mes del año es bueno para tratar diversos aspectos de esta enfermedad «invisible» y esta entrada de hoy se suma a la causa.

La endometriosis es una afección inflamatoria crónica, en la cual las células que revisten la cavidad uterina (células endometriales) migran fuera de dicha cavidad implantándose en tejidos distales que “colonizan” (ovario, trompas de Falopio, peritoneo) y responden a la acción hormonal esteroidea del ovario. Esta enfermedad afecta alrededor de un 10-15% de las mujeres en su período reproductivo causando dolor pélvico e infertilidad.

Gracias a la incorporación de las técnicas de reproducción asistida (TRAs) se ha conseguido que pacientes con endometriosis, puedan tener hijos, de hecho, son casi el 50% de las pacientes que acceden a un ciclo de FIV/ICSI. Puesto que las pacientes que sufren esta patología tienen una menor tasa de gestación, debido al menor número y calidad de sus óvulos. Además, las TRAs han abierto otras formas de abordar la infertilidad asociada a esta patología mediante la posibilidad de vitrificar ovocitos y/o tejido ovárico, permitiendo preservar la fertilidad de la paciente y en cierta medida tener opciones para sortear el problema

¿Cómo influye la endometriosis sobre la calidad de los óvulos?.

Se ha podido constatar que pacientes con endometriosis, presentan una deficiente maduración de los óvulos. Esto es debido a que esta enfermedad produce un desequilibrio en la esteroidogénesis ovárica produciendo niveles más bajos de estrógenos lo cual va a afectar al periodo de desarrollo y maduración de los folículos y unos altos niveles de progesterona en la fase postovulatoria. Una de las consecuencias del desequilibrio hormonal es la alteración del medioambiente (estrés oxidativo) donde se desarrollan los ovocitos y esto va a provocar una alteración en su estructura y componentes celulares. Como por ejemplo, los óvulos de pacientes con endometriosis suelen tener alterada la distribución y el número gránulos corticales que pueden afectar el proceso de fecundación, por lo que se recomienda preferentemente la microinyección intracitoplasmática (ICSI) a la fecundación in vitro convencional (FIV).

La observación de la morfología de los ovocitos en general, y de este tipo de pacientes en particular, al microscopio invertido, tal como se ha estudiado hasta ahora, no da información de cómo será la calidad de los embriones. De hecho, los criterios ASEBIR de valoración morfológica de ovocitos, embriones tempranos y Blastocistos humanos, describe muy bien qué es un óvulo óptimo (Fig.1) y cuáles son las alteraciones morfológicas del óvulo, pero se concluye que en la actualidad no hay evidencias suficientes como para ser incluido en la clasificación, ya que la morfología del óvulo está influenciada por el tratamiento hormonal recibido, los medios de cultivos, empleados, edad de la paciente, etc.

Fig.1 Esquema basado en los criterios ASEBIR

 

No obstante, para definir la calidad ovocitaria se emplean dos parámetros como son: que el mayor número de ovocitos recuperados hayan completado su maduración (MII) y que la tasa de fecundación obtenida sea alta. La baja calidad ovocitaria parece ser la causa determinante de infertilidad en pacientes con endometriosis más que la receptividad/ ambiente endometrial. Ya que en este tipo de pacientes que han recurrido a la donación de óvulos su tasa de gestación es semejante a la de pacientes con otro tipo de subfertilidad. Si bien la severidad de la enfermedad incide negativamente sobre la calidad ovocitaria y a receptividad endometrial.

¿Se puede hacer algo por mejorar la calidad de los óvulos?

Desgraciadamente no existe un medicamento o solución mágica, hasta ahora los trabajos publicados apuntan a un tratamiento con antagonistas GnRH 3-6 meses antes de realizar el ciclo de reproducción asistida. Si bien, el tratamiento más adecuado a cada caso lo determinará el especialista, dada la complejidad de esta enfermedad.

Para intentar mejorar el ambiente folicular donde se desarrollan lo ovocitos algunos autores han trabajado sobre la administración de vitaminas C y E, que por su gran poder antioxidante cabría esperar que disminuyesen el ambiente hostil en el ovario. No obstante, estos tratamientos aún están lejos de demostrar su eficacia.

Comentario final:

La endometriosis es una enfermedad que afecta a un 15% de las mujeres en edad fértil y en los programas de FIV el 50% son pacientes que presentan esta patología. Es una enfermedad compleja y es urgente que la investigación proporcione las condiciones que mejoren su tratamiento.

Menos mal que cada vez se hace más visible en la sociedad y hoy en día hay información disponible así como guías de actuación. Además de asociaciones a nivel local y nacional, por ejemplo, la Asociación Endometriosis España (AEE), cuyo objetivo es ofrecer información relacionada con la enfermedad a las mujeres afectadas y  personas interesadas.

Por lo tanto, ante los primeros síntomas,  dolor abdominal, pélvico, abundante sangrado en las menstruaciones, etc es necesario que la paciente aborde con su ginecólogo las opciones disponibles en el tratamiento de su enfermedad.

 

Victoria

Hola, me llamo Carmen y padezco endometriosis.

Este pasado 14 de Marzo, se celebró el Día de la Endometriosis, seguimos durante este mes celebrandolo, y hoy, compartiendo el testimonio de una mujer que sufre de endometriosis pero que sabe exprimir la vida.

Carmen es una muy querida amiga, a la que admiro por su fuerza y coraje, toda una inspiración. Además, compartimos una misma pasión: el amor por los animales.

Mil gracias Carmen por tu generosidad y testimonio.

Carmen Domínguez Valadés es Maestra de Educación Infantil.
Miembro de la Asociacion De Afectadas de Endometriosis – ADAES
Auxiliar Ténico de Veterinaria. Secretaria de la APA ARGOS-Sevilla.

Hola, me llamo Carmen y padezco endometriosis.

Desde siempre tuve reglas dolorosas, pero todo el mundo dice que eso es normal, por lo tanto, tampoco había nada de extraordinario en eso. También tenía reglas muy abundantes, pero también es normal, nada de qué preocuparse.

Con la llegada de pareja, llegaron las relaciones sexuales y con ellas un dolor durante y después de las relaciones que me incapacitaba. Un retraso en una regla (a pesar de tomar precauciones para evitar embarazo) me hizo ir a mi primera revisión ginecológica. Tenía 22 años. El diagnóstico fue tajante, endometriosis ovárica bilateral con endometriomas de 3 y 5 cm. La única solución ya era operar.

Tras este diagnóstico comienzo a buscar información, me operan, sigo buscando información y encuentro una asociación de afectadas de endometriosis, ADAES. Ahí comienzo a ver la luz, a ver que no estaba sola, que no eran cosas mías y que, aunque me hubieran operado, seguirían los dolores (especialmente en los días previos a la menstruación) y probablemente seguirían durante toda mi vida fértil (por lo menos). Con mis compañeras de la asociación descubro que mi caso es un caso “light”, ya que allí me encontré con compañeras que llevaban años buscando un embarazo, que habían perdido un riñón, o un ovario o sus úteros. Esta enfermedad que a priori era benigna podía hacer un daño tremendo.

Con ellas aprendí que la endometriosis no son sólo endometriomas, sino también adherencias, focos endometriósicos y que no hay tratamiento específico ni diagnóstico precoz. El 90% de mis compañeras fueron diagnosticadas cuando se hicieron pruebas porque no lograron embarazo. Yo era una privilegiada, me habían diagnosticado con 22 años, conservaba mis dos ovarios, mis trompas y mi útero, ¿qué más podía pedir?

Sabiendo todo esto, con 25 años decidimos mi pareja y yo ponernos en marcha para aumentar la familia, pero no llegaba. Allí estaban mis compañeras aconsejándome que acudiera pronto al ginecólogo y no lo dejara pasar. Al poco más de un año nos hicieron nuestra primera inseminación artificial, negativa. Luego llegarían 3 más…negativas. Nuestros ánimos se vinieron abajo y ahora tocaba esperar dos años más para que nos llamaran del laboratorio de FIV.

Durante ese tiempo mi amor por los animales me hizo entrar a formar parte de otra asociación, donde conocí a Victoria. Siempre quise ayudar a los animales y de algún modo, ellos me ayudaron a mí. Mi mundo ya no era ser madre. Mi mundo ahora era salvar vidas y dar segundas oportunidades. En mi mente algo cambió y aunque seguía queriendo ser madre, ya no era el primer y único pensamiento del día. Y llegó la llamada de “fertilidad”.

Para entonces yo ya tenía 29 años y mi mente mucho más sosegada. Me quedé embarazada en la primera FIV. No lo podía creer!!! 9 meses más tarde nació EL MILAGRO DE MI VIDA, Carmen, una niña preciosa. Nuestro sueño se hizo realidad, ya lo teníamos todo (sobre todo sueño, porque no dormíamos casi nada). Con la pequeña en casa y dos perros, nuestra familia ya era perfecta, era nuestra mayor ilusión y por fin lo habíamos conseguido. Carmen era amamantada y estuve un año sin regla después del parto. A los 4 meses de venir la regla decidimos no poner más medios y si aumentaba la familia ya sería la bomba, aunque no teníamos muchas esperanzas ya que Carmen había venido tras 4 inseminaciones artificiales y una FIV, pero ¿quién sabe?, a veces la naturaleza es muy caprichosa. Pues tras volver de las vacaciones (4 meses después de no poner medios) llegó lo inesperado, un predictor positivo. Y 9 meses después, llegó EL REGALO DE MI VIDA, Ana.

Yo estoy convencida de que los meses de embarazo y los de lactancia que me permitieron estar en total 21 meses sin regla, hicieron que mi endometriosis estuviera dormida y permitieron que el siguiente embarazo se diera de forma espontánea.

Si algo he aprendido en los años que viví con mis compañeras y sus experiencias con tratamientos de fertilidad y en mi experiencia propia, es que la fertilidad no se deja conocer. La ciencia ha avanzado muchísimo y le debemos agradecer tanto…Yo sin ir más lejos le debo a mi hija Carmen y mi vida (eso es otra historia). Hay cantidad de profesionales vocacionales volcados en hacer sueños realidad, pero hay una mínima parte en el milagro de la vida que se escapa al ojo humano.

Quiero con esto animar a todas las parejas que estén en una situación similar a la mía a seguir luchando y a nunca perder la esperanza.

Ver la vida como lo que es, un regalo, disfrutarla y gozarla y aceptar nuestras ventajas y nuestras desventajas. Mi casa en 5 años ganó 4 miembros, dos perros y dos niñas. Jamás pude imaginarlo, pero como diría la gran Celia Cruz “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.

Sed felíces.


Mi casa en 5 años ganó 4 miembros, dos perros y dos niñas.

Visibilicemos la Endometriosis

Estrenamos el mes de marzo, que ha sido elegido para recordar y concienciar a la sociedad, que muchas mujeres sufren en silencio una dura enfermedad: La Endometriosis.

¿Qué es la endometriosis?

La endometriosis, llamada la enfermedad silenciosa,  es una condición inflamatoria crónica estrógeno-dependiente, que afecta a un gran número de mujeres en el mundo en edad reproductiva causando dolor e infertilidad. Consiste en el crecimiento del revestimiento del útero (endometrio) fuera de la cavidad uterina, ya sea en el abdomen u órganos cercanos. Este crecimiento extrauterino puede dar lugar a lesiones pequeñas, lesiones grandes (nódulos) o quistes en los ovarios (endometriomas).

Por desgracia, esta enfermedad se tarda tiempo en ser diagnosticada y tiene una evolución imprevisible. Las causas de por qué se produce no están nada claras, puede ser debido a un defecto en el sistema inmunitario y no se descarta un cierto componente hereditario.

¿Cómo detectar la endometriosis?

Es fundamental la visita anual al ginecólogo de forma rutinaria, y con mayor motivo, si se tiene síntomas como dolor o sangrado excesivo en la menstruación.

Generalmente la Endometriosis se detecta por diferentes vías:

  • Mediante una exploración física, la realización de una palpación bimanual. Con una mano se palpa el abdomen y con la otra a través del recto, se comprueba el estado del útero, ovarios y la presencia de algún tipo de anomalía.
  • La ecografía que permite visualizar el aparato genital femenino.
  • El análisis en sangre mediante la detección de un marcador tumoral CA-125, se emplea para detectar endometriosis aunque es bastante inespecífico.
  • La resonancia magnética en casos en los que se crea oportuno o los niveles de CA-125 sean muy elevados.
  • Laparoscopia que es una técnica invasiva pero que permite la observación directa de la ubicación, extensión y tamaño de los implantes endometriales

Síntomas más frecuentes de endometriosis

Tipos de endometriosis

Una vez diagnosticada la endometriosis, existen diversos grados dependiendo de su gravedad:

  • Endometriosis tipo I cuando hay una mínima invasión de lesiones aisladas.
  • Endometriosis tipo II, leve, las lesiones son superficiales.
  • Endometriosis tipo III. Moderada, existen múltiples lesiones infiltradas.
  • Endometriosis tipo IV. Severa, profundas lesiones que afectan a otros órganos y estructuras adyacentes.

Tras su detección y diagnóstico, es necesario tratar la  endometriosis ya que se corre el riesgo de rotura de los endometriomas, que se produzca una infección, y en el caso de mujeres con más de 40 años, en un 0.7% de casos, puede derivar a una enfermedad neoplásica.

Tratamiento de la endometriosis

Existen diferentes tratamientos en función de la gravedad de los síntomas (dolor abdominal, dolor en las relaciones sexuales o esterilidad); la edad de la paciente; si existe o no deseo de gestación y la localización de la endometriosis. Por lo tanto los tratamientos van a variar:

  • Tratamiento expectante si sólo se manifiesta dolor, se suele tratar con analgésicos y/o antiinflamatorios.
  • Tratamiento con hormonas: al ser estrógeno dependiente esta enfermedad al conseguir un estado de menopausia o embarazo favorece la reducción de sus efectos. Se emplean con este fin: anticonceptivos; gestágenos o análogos de las GnRH (provocan un estado de menopausia transitoria y reversible)
  • Cirugía conservadora: A través de pequeñas incisiones abdominales se realiza la laparoscopia para eliminar las zonas afectadas.

Quizás aquí pueda aportar mi granito de arena de esperanza, ya que a pesar de desarrollar todo un cuadro de endometriosis grado IV dos años tras el nacimiento de mi primera hija y  no  conseguir quedar embarazada de nuevo, me sometí a un tratamiento durante  6 meses con análogos de las GnRH. Tras lo cual quedé embarazada de mi segunda hija. Sin embargo, formé parte de ese 5-20% de pacientes recurrentes,  todo se reprodujo dos años más tarde y en menos de un año, tras pasar dos veces por quirófano, mi sistema reproductivo quedó eliminado.

Fertilidad tras la endometriosis

Para pacientes con endometriosis que quieren tener hijos las técnicas de reproducción asistida son las recomendadas. Cada caso ha de ser estudiado en particular e informar a las pacientes de sus posibilidades,  según los estudios hasta la fecha las pacientes con endometriosis suelen producir un menor número de ovocitos maduros y presentar menor tasa de fecundación.

Actualmente hay posibles soluciones que hace unos años no se contemplaban como la criopreservación de los óvulos,  la donación de óvulos o recurrir a la subrogación de útero, aunque en nuestro país no está legalizado este último procedimiento.

Sin útero y / u ovarios hay vida

Desde el punto de vista ginecólogo, la extirpación del útero y/ u ovarios por una endometriosis grave, deja resuelto el problema. Quizás donde deja huella esta enfermedad es en el alma, sobre todo si no se han podido cumplir los deseos de maternidad de las pacientes.

Expresiones como “me han dejado hueca” o “vacía” resultan del todo intolerables, las mujeres somos más que un recipiente para tener hijos. A mí personalmente me resultaron muy chocantes estas expresiones porque para mí supuso una liberación de años de sufrimiento y malestar. Es cierto que contra todo pronóstico pude tener dos hijas, pero, además, mi gran apoyo fue mi marido que en ningún momento me hizo sentir diferente. Quizás gran parte del problema radica en cómo nos valoramos las mujeres a nosotras mismas y la presión que ejerce sobre nosotras  nuestro entorno.

Esta enfermedad tiene una gran componente emocional que afecta negativamente la vida laboral, de pareja, sexual, y puede comprometer la maternidad, por lo que es necesario contar con un ginecólogo con el que sentirse cómoda, que informe con detalle sobre la enfermedad y cómo abordarla. Así mismo, el entorno afectivo, pareja, familia, amigos, son muy importantes para ayudar a  gestionar la situación. Y por último, hay asociaciones que te pueden informar, apoyar psicológicamente y hacerte sentir comprendida y acompañada.

Esta enfermedad tiene una gran componente emocional que afecta negativamente la vida laboral, de pareja, sexual, y puede comprometer la maternidad, por lo que es necesario contar con un ginecólogo con el que sentirse cómoda, que informe con detalle sobre la enfermedad y cómo abordarla. Así mismo, el entorno afectivo, pareja, familia, amigos, son muy importantes para ayudarnos a  gestionar la situación. Y por último hay asociaciones que te pueden informar, apoyar psicológicamente y hacerte sentir comprendida y acompañada. No estás sola.

Victoria

Dentro y fuera del laboratorio. Endometriosis en primera persona.

En esta entrada de firmas invitadas, tengo el gran placer de contar con el testimonio en primera persona de una magnifica compañera de profesión y amiga. . Os presento a Muriel Cuadros Vargas. Embrióloga  Clínica Senior. El tema de la endometriosis ya lo hemos tratado en varias ocasiones,  yo misma, os he relatado mi experiencia con esta enfermedad, pero creo necesario contar con testimonios en primera persona que aporten esperanza. Por esta razón invité a Muriel que valientemente comparte su experiencia y reflexiones en su doble vertiente, personal y profesional.

Dentro y fuera del laboratorio

 

«Soy Embrióloga Clínica desde hace casi 10 años, adoro mi trabajo, me encanta el laboratorio, el aprendizaje constante, me gusta todo lo que tiene que ver con la reproducción, pero me llevó bastante tiempo darme cuenta de la importancia de lo que ocurría fuera del laboratorio. Siempre pensé que haciendo el mejor trabajo posible les estaba ofreciendo lo mejor que tenía a mis pacientes, a pesar de que existiera esa distancia entre ellos y nosotros, que no supieran ni quiénes éramos ni qué hacíamos exactamente. Eso cambió cuando parte de mi trabajo pasó a ser la comunicación con los pacientes, entonces empecé a darme cuenta de la cantidad de dudas y miedos que les surgen, y de la necesidad que tienen de entender qué es lo que está pasando dentro de nuestro laboratorio, porque creen (y así es) que lo que ocurre ahí dentro es crucial para el éxito del tratamiento.

Años después de mucho contacto, bastante estudio y trabajar en la empatía (sí, se puede trabajar también), podía hacerme una idea del proceso por el que pasan los pacientes que se someten a un tratamiento de reproducción asistida. Sin duda, todo ese tiempo invertido en leer y estudiar sobre este proceso me ayudó a mejorar el trato con los pacientes y lo que yo podía ofrecerles como profesional. Lo que nunca pensé entonces es que ese aprendizaje y ese contacto directo me iban a ayudar a mí también en mi vida personal.

A los 32 años me diagnosticaron finalmente de endometriosis por la aparición de varios quistes en el ovario derecho. El dolor había pasado de ser controlable con pastillas a necesitar dos o tres días de inyecciones intramusculares para poder levantarme de la cama y hacer una vida “normal”. Los síntomas empeoraban a mucha velocidad, por lo que mi pareja y yo consultamos con mi ginecólogo sobre las diversas opciones que teníamos y decidimos intentar buscar un embarazo bastante antes de lo que, en principio, habíamos planeado. Meses sin éxito y un dolor insoportable cada mes nos llevó a dar el siguiente paso: hacer un ciclo de FIV con la intención de, además de conseguir un embarazo, tener algunos embriones congelados para el futuro y así poder operar la endometriosis con menos riesgos para mi fertilidad, si llegaba ese momento.

Éramos una pareja joven, de buen pronóstico y en las mejores manos posibles, creímos que el camino sería corto, pero la naturaleza tenía otros planes. De la primera punción conseguimos sólo dos transferencias, un negativo y un aborto temprano. Después de ese golpe tan duro tuve la suerte de encontrar personas en las que apoyarme, personas que habían pasado por la misma situación, que entendían lo que me estaba ocurriendo y que tenían experiencias con las que me sentía 100% identificada. Además, busqué inmediatamente ayuda psicológica y gracias a todo eso el camino cambió por completo. Segunda punción, primera transferencia, de nuevo un aborto temprano, de nuevo devastador, pero esta vez con unas herramientas y una red de apoyo que hicieron que la recuperación fuera totalmente diferente. Estas herramientas no eliminan la enorme cantidad de tristeza, pero sí consigues gestionarla mejor.

Hay varias cosas que he aprendido en este camino:
– Por más que estudias sobre algo, por más que intentas empatizar, es imposible imaginar el sufrimiento que puede llegar a suponer pasar por un tratamiento cuando no lo has vivido.
– El apoyo psicológico es fundamental en el proceso. Es necesario que empecemos a tomar en cuenta la salud psicológica como parte del éxito del tratamiento porque tanto si logramos nuestro objetivo principal como si no, será necesario estar en las mejores condiciones físicas y psicológicas para enfrentar ambas situaciones.
– Las redes de apoyo pueden ser una gran herramienta para mejorar la experiencia de los pacientes que pasan por un tratamiento de reproducción asistida. Tienen sus riesgos también, pero con la orientación profesional adecuada, son una herramienta valiosísima.
– Vivimos en un momento en el que la información está en todas partes, totalmente fuera de nuestro control, por lo que es conveniente aprender a comunicar esa información para alejar a los pacientes de la información sesgada o no especializada.
– Estar en buenas manos, o más bien, saber que estás en buenas manos, es otro aspecto fundamental. En todo el proceso, nunca tuvimos que plantearnos si hubo algo que se podía haber hecho mejor. Eso no significa que siempre se acierte o que siempre se consiga, pero al menos tienes la seguridad de que todo el equipo hizo lo mejor que se podía hacer en cada momento, y ojalá todos los pacientes pudieran tener una vivencia similar. Errores de comunicación con los pacientes o de coordinación dentro del equipo, nos pueden hacer perder su confianza, aunque los procedimientos que hayamos realizado sean los mejores.

Este camino que me tocó recorrer ha sido una experiencia personal y profesional muy dura, pero también ha sido un proceso de aprendizaje enorme.

En esa segunda punción mi recuperación fue muy buena por lo que yo misma pude realizar la microinyección de la mitad de mis óvulos, uno de esos embriones resultantes es el que finalmente nos ha acompañado más tiempo y aquí estamos ahora mismo, a punto de cumplir 37 semanas de embarazo, deseando que llegue el día que tanto hemos estado esperando».

Mil gracias Muriel. Sólo deciros que el pasado 8 de diciembre nació el bebé ¡Felicidades familia!

Victoria

Hagamos visible la Endometriosis.

El pasado 15 de agosto leí un manifiesto de una mujer, Lena Durham, que celebraba su primer aniversario sin útero. Toda una declaración de intenciones sobre la belleza y fuerza de una mujer sin útero contra el estigma social que, con bastante desatino, es definida como una mujer “vacía”.

Esta lectura me hizo recordar una de las primeras entradas que escribí en www. Victoriainvitro, donde conté en primera persona mi experiencia como afectada por la endometriosis

¿Qué es la endometriosis?

La endometriosis, llamada la enfermedad silenciosa,  es una condición inflamatoria crónica estrógeno-dependiente, que afecta a un gran número de mujeres en el mundo en edad reproductiva causando dolor e infertilidad. Consiste en el crecimiento del revestimiento del útero (endometrio) fuera de la cavidad uterina, ya sea en el abdomen u órganos cercanos. Este crecimiento extrauterino puede dar lugar a lesiones pequeñas, lesiones grandes (nódulos) o quistes en los ovarios (endometriomas).

Esta enfermedad se tarda tiempo en diagnosticar y tiene una evolución imprevisible .Las causas de por qué se produce no están nada claras, puede ser debido a un defecto en el sistema inmunitario y no se descarta un cierto componente hereditario.

¿Cómo detectar la endometriosis?

– Mediante una exploración física, la realización de una palpación bimanual. Con una mano se palpa el abdomen y con la otra a través del recto, se comprueba el estado del útero, ovarios y la presencia de algún tipo de anomalía.
– La ecografía que permite visualizar el aparato genital femenino
– El análisis en sangre mediante la detección de un marcador tumoral CA-125, se emplea para detectar endometriosis aunque es bastante inespecífico.
– La resonancia magnética en casos en los que se crea oportuno o los niveles de CA-125 sean muy elevados.

Tipos de endometriosis

Una vez diagnosticada la endometriosis, existen diversos grados dependiendo de su gravedad:
– Endometriosis tipo I cuando hay una mínima invasión de lesiones aisladas.
– Endometriosis tipo II, leve, las lesiones son superficiales.
– Endometriosis tipo III. Moderada, existen múltiples lesiones infiltradas.
– Endometriosis tipo IV. Severa, profundas lesiones que afectan a otros órganos y estructuras adyacentes.

Tras su detección y diagnóstico, es necesario tratar la  endometriosis ya que se corre el riesgo de rotura de los endometriomas, que se produzca una infección, y en el caso de mujeres con más de 40 años, en un 0.7% de casos, puede derivar a una enfermedad neoplásica.

Tratamiento de la endometriosis

Existen diferentes tratamientos en función de la gravedad de los síntomas (dolor abdominal, dolor en las relaciones sexuales o esterilidad); la edad de la paciente; si existe o no deseo de gestación y la localización de la endometriosis. Por lo tanto los tratamientos van a variar:

– Tratamiento expectante si sólo se manifiesta dolor, se suele tratar con antiinflamatorios
– Tratamiento con hormonas: al ser estrógeno dependiente esta enfermedad conseguir un estado de menopausia o embarazo favorece la reducción de sus efectos. Se emplean con este fin: anticonceptivos; gestágenos o análogos de las GnRH (provocan un estado de menopausia transitoria y reversible)
– Cirugía conservadora: A través de pequeñas incisiones abdominales se realiza la laparoscopia para eliminar las zonas afectadas.

Quizás aquí si pueda aportar mi granito de arena de esperanza, ya que a pesar de desarrollar todo un cuadro de endometriosis grado IV dos años tras el nacimiento de mi primera hija y  no  conseguí quedar embarazada de nuevo, me sometí a un tratamiento durante  6 meses con análogos de las GnRH. Tras lo cual quedé embarazada de mi segunda hija. Sin embargo, formé parte de ese 5-20% de pacientes recurrentes,  todo se reprodujo dos años más tarde y en menos de un año, tras pasar dos veces por quirófano, mi sistema reproductivo quedó eliminado.

Endometriosis-victoria-in-vitro

 

Fertilidad tras la endometriosis

Para pacientes con endometriosis que quieren tener hijos las técnicas de reproducción asistida son las recomendadas. Cada caso ha de ser estudiado en particular e informar a las pacientes de sus posibilidades,  según los estudios hasta la fecha las pacientes con endometriosis suelen producir un menor número de ovocitos maduros y presentar menor tasa de fecundación.

Actualmente hay posibles soluciones que hace unos años no se contemplaban como la criopreservación de los óvulos,  la donación de óvulos o recurrir a la subrogación de útero, aunque en nuestro país no está legalizado este último procedimiento.

Sin útero y / u ovarios hay vida

Desde el punto de vista ginecólogo, la extirpación del útero y/ u ovarios por una endometriosis grave, deja resuelto el problema. Quizás donde deja huella esta enfermedad es en el alma, sobre todo si no se han podido cumplir los deseos de maternidad de las pacientes.

Expresiones como “me han dejado hueca” o “vacía” resultan del todo intolerables, las mujeres somos más que un recipiente para tener hijos. A mí personalmente me resultaron muy chocantes estas expresiones porque para mí supuso una liberación de años de sufrimiento y malestar. Es cierto que contra todo pronóstico pude tener dos hijas, pero, además, mi gran apoyo fue mi marido que en ningún momento me hizo sentir diferente. Quizás gran parte del problema radica en cómo nos valoramos las mujeres a nosotras mismas y la presión que ejerce sobre nosotras  nuestro entorno.

Esperemos que la nueva revisión sobre el abordaje de la endometriosis en el Sistema de Salud Nacional anunciado hace unos días por el Gobierno cumpla con un actualizado programa sobre la endometriosis contemplando: «el análisis y comportamiento epidemiológico de la enfermedad, sus manifestaciones clínicas y fisiológicas, diagnóstico y abordaje terapéutico, así como el impacto psicosocial» sensibilizando más a los profesionales sobre esta enfermedad, dando fondos a la investigación,  y ofreciendo apoyo psicológico a las mujeres para comprenderla y enfrentarla.

Por nuestra parte, las mujeres víctimas de la  enfermedad y sus consecuencias,  debemos  hacer visible esta enfermedad y romper el silencio.

Victoria