Si mis blastocistos son euploides ¿Por qué no implantan?

Se supone que seleccionar un blastocisto euploide (constitución cromosómica normal) para transferir, no solo basado en su morfología/morfocinética sino tras el análisis genético (PTG-A), debería garantizar la implantación de dicho embrión. Sin embargo, sólo se consigue una gestación clínica en un 68% en mujeres de 35 años; 64,1% en mujeres entre 35-40 años y en mayores de 40 años en un 58%.  Por otro lado, es reconfortante saber que la tasa acumulativa de gestación tras tres transferencias de un blastocisto euploide puede llegar a ser del 95%

Tasa de implantación referida a gestaciones clínicas respecto a la edad de las pacientes, tras la transferencia de blstocistos euploides.

No deja de ser un gran reto el conocer por qué no son más altos los porcentaje de gestación con este tipo de blastocistos o por qué hay un 5% de pacientes que no lo consiguen. Se han señalado aspectos muy importantes que podrían influir sobre la implantación adicionales a la edad de la paciente, que podríamos encasillar en diferentes áreas, donde intervienen diversos factores:

Embrionaria:  Edad de los gametos, especialmente la edad de la mujer; la maduración citoplasmática y nuclear de los ovocitos; el ambiente donde se desarrollan los óvulos y embriones, su constitución cromosómica; los efectos metabólicos del envejecimiento; los niveles de energía celular (mitocondrias); los tratamientos de FIV (gonadotropinas exógenas y medicación adicional), el laboratorio de FIV, los medios de cultivo, sus condiciones y manipulación de los gametos.

En lo que respecta al laboratorio de FIV la monitorización continua es fundamental. La mejora de las condiciones ambientales, perfeccionamiento de las técnicas, los equipamientos y medios de cultivo es evidente, aun así, hay lagunas, como por ejemplo el desconocimiento de la formulación exacta de los medios comerciales ready to use de las diferentes casas comerciales.

Uterina: Alteraciones estructurales (pólipos submucosos, hidrosalpinx); alteraciones endometriales (endometriosis; endometritis; alteración del microbioma endometrial) problemas originados en la transferencia embrionaria.

Sistémica: el estilo de vida, estrés emocional, la importancia de los suplementos nutricionales (CoQ10), factores paracrinos y endocrinos, factores inmunitarios.

Con esta brevísima descripción, quizás muchos pacientes se pregunten porqué no se realizan todas las pruebas correspondientes a cada área, necesarias para asegurar la implantación de sus embriones. La repuesta es que no es una solución, al margen de lo costoso de las pruebas, en muchos casos serían innecesarias y sólo el estudio personalizado de cada caso es que indicará los pasos a seguir. Aun así, existen muchos factores que desconocemos.

Existe por tanto una “caja negra de la implantación”, como indica Cimadomo et al (2023) que, en su extensa publicación, con el objetivo de conseguir más información o aclarar el porqué de esta incógnita que se plantea, han realizado una revisión y un metaanálisis, con todas las limitaciones que esto conlleva. De toda la información que aporta, destacar hacia donde dirige el foco para resolver los diferentes aspectos de la implantación:

1.- Investigar más allá de las anomalías cromosómicas de novo, centrándose en los mecanismos implicados en el envejecimiento reproductivo, donde van tomando cada vez más peso el estilo de vida y la nutrición.

2.- Seguir profundizando en la investigación sobre el diálogo uterino y blastocisto-endometrio, que si bien se ha avanzado mucho en su conocimiento aún quedan aspectos desconocidos.

 3.- Estamos en el camino, pero aún hay que conseguir mejorar los protocolos de fecundación in vitro y la estandarización/automatización de la evaluación embrionaria.

4.- Perfeccionar la selección embrionaria mediante procesos lo menos invasivos posibles.

De todo lo expuesto, la tendencia actual es a que cada caso reciba un estudio y tratamiento personalizado, no realizar pruebas innecesarias inicialmente y plantear nuevos estudios tras dos fallos de implantación.

En ocasiones no se puede dar la respuesta esperada, pero si los pacientes han sido informados detalladamente sobre la complejidad del proceso, han consensuado con el profesional los pasos a seguir, su comprensión de lo que acontezca será mayor.

Victoria

Microbiota y fertilidad masculina

Desde hace más de 150 años, incluso antes de que existieran nominalmente, ya se sabía de la existencia e importancia de los microbios en el cuerpo humano. Recuerdo como a principios de los 80, cuando empecé en el campo de la reproducción humana asistida, se realizaban sistemáticamente análisis microbiologógico a todas las muestras de semen y el uso profilactico de antibioticos a fin de evitar infecciones en el proceso. Luego, el no consenso entre los profesionales, el avance en medios de cultivo y controles de calidad, digamos que le quitó protagonismo a los cultivos microbiologicos. Sin embargo, en la última década, es donde se ha profundizado en el estudio sobre la importancia del conocimiento de los microorganismos que habitan en nuestro cuerpo y su interacción en el mismo (¿qué organismos son? y ¿qué funciones tienen). Se calcula que el número de células microbianas es 10 veces mayor que el número de células humanas (1% – 3% de nuestra masa corporal total).

A medida que aumenta el conocimiento sobre esta compleja relación simbiótica, se observa que hay microorganismos en casi todas las partes del cuerpo, incluso en aquellas áreas que alguna vez se consideraron estériles, como la cavidad uterina y la placenta, de hecho, están colonizadas con su propio microbioma único.

Antes de continuar, es importante definir cada término que vamos a usar:

Microbiota: es la comunidad de microorganismos (como los hongos, bacterias y virus) que existen en un entorno en particular (¿Qué organismos son?)

Microbioma: es el conjunto de microorganismos, sus genes, sus metabolitos y las condiciones ambientales que los rodean. (¿Qué funciones tienen?)

Disbiosis: es la descompensación del equilibrio microbiano en la microbiota.

En el caso concreto de la reproducción humana, el microbioma se ha investigado en el sistema reproductivo, tanto femenino como masculino, superior e inferior, incluida la gametogénesis. Si bien es cierto, que se han desarrollado estudios y pruebas para determinar la microbiota femenina y su implicación en la fertilidad, respecto a la microbiota masculina existe un mayor desconocimiento.

El desarrollo de la tecnología ha permitido dar un mayor impulso al complejo estudio de la microbiota, no en vano se ha denominado el microbioma humano como el «segundo genoma humano». Las técnicas de secuenciación del genoma han abierto el campo de la metagenómica, también conocida como genómica comunitaria, el análisis genético de comunidades microbianas contenidas en entornos naturales vivos. En el caso que nos ocupa, el cuerpo humano. De manera que se puede caracterizar en una muestra una comunidad microbiana completa, en lugar de una única especie.

Las diversas técnicas disponibles en metagenómica son:

– Marcadores moleculares, el más utilizado es el gen 16S rRNA para agrupar comunidades bacterianas, aunque es relativamente económico, carece de especificidad.

– La secuenciación dirigida y microarrays de ADN, a menudo se centran en las regiones hipervariables del ribosoma 16S, lo que permite una mayor especificidad hasta el nivel de género y especie, pero dependen de la bioinformática y utilizan secuencias conocidas.

– La secuenciación del genoma completo

Mediante la taxonomía y la metognómica esta siendo posible conocer el microbioma, detectando microorganismos previamente indetectables, así como su funcionalidad y relación entre los microorganismos del sistema genitourinario y gastrointestinal. Por ejemplo, en el semen, el Lactobacillus tiene un efecto protector de los parámetros seminales, Mientras que otros como Ureaplasma urealyticum, Mycoplasma hominis y Aerococcus, ejercen un efecto negativo. Todos estos avances, han abierto un nuevo campo a desarrollar dentro de los estudios diagnósticos de la infertilidad del varón.

No sólo se conoce la estrecha asociación entre la disbiosis de la microbiota intestinal con una serie de enfermedades crónicas importantes, como obesidad, diabetes, cáncer y enfermedades neurodegenerativas. Sino que además, los cambios en el microbioma intestinal humano se han asociado con cambios en las hormonas sexuales sistémicas y la espermatogénesis. Uno de los primeros trabajos de campo realizados sobre la importancia de la microbiota intestinal y la calidad seminal es el trabajo de Ding et al., 2020 La disbiosis de la microbiota intestinal inducida por dietas altas en grasas parece ser una de las causas principales de la alteración en la producción y movilidad de los espermatozoides. El grupo de ratones estudio fueron sometidos a una dieta rica en grasas (DG), y el grupo de ratones control con dieta normal (DN). Se realizó una transferencia de heces (tanto de DG como DN) a ratones con dieta normal y se observó que los ratones que recibían las heces de DG presentaban una la disbiosis intestinal que les producía alteración del espermatogénesis, baja movilidad espermática y un aumento de bacterias del género Bacteroides y Prevoltella. Tal hecho, según apuntan los autores del estudio, es probablemente mediado por niveles elevados de endotoxinas en sangre, inflamación del epidídimo y la desregulación de las expresiones genéticas testiculares.

Por otro lado, el hecho de haber encontrado algunas disbiosis de microbios intestinales en pacientes con astenozoospermia, está en concordancia con el vínculo entre la microbiota intestinal desequilibrada y deterioro de la fertilidad masculina.

El trabajo de Lundy et al (2021) es el primero en demostrar la relación entre el microbioma (del intestino, semen y orina) y la infertilidad masculina, estudiando varones fértiles e infértiles. Mediante la identificación de las bacterias presentes y rutas metabólicas, detectando diferencias importantes, que podrían ayudar en el diagnóstico y tratamiento de la infertilidad masculina en un futuro.

En el esquema se representan la taxonomía y cambios funcionales alterados en el microbioma de los sistemas genitourinario y gastrointestinal relacionados con la infertilidad masculina. Basado en Lundy et al., 2023 e u r o p e a n u r o l o g y 7 9 ( 2 0 2 1 ) 8 2 6 – 8 3 6

Según la reciente revisión realizada por Magill et al 2023 señalan que el estudio del microbioma puede ser una herramienta para ayudar a mejorar la fertilidad del factor masculino. Podría ser útil en el caso concreto de la infertilidad masculina idiopática que tiene una incidencia entre el 30% y el 50%, donde pueden estar incidiendo factores subyacentes como desequilibrios hormonales no identificables, el estilo de vida y el estrés oxidativo. La disbiosis de determinadas bacterias del microbioma seminal puede incrementar los niveles de estrés oxidativo que afectará negativamente la función de los espermatozoides, así como la fluidez de sus membranas.

 Una vez conocidos los microbios de un microbioma desordenado ¿Qué se puede hacer? Lo indicado es el uso de probióticos (microorganismos vivos, no tóxicos, libres de efectos adversos y que no causan infecciones, p.ej.: Lactobacillus, Bifidobacterium, Saccharomyces, Streptococcus, Enterococcus, Escherichia y Bacillus) y prebióticos (son alimento para la microbiota humana que utilizan selectivamente para aportar un beneficio a la salud.) con propiedades antioxidantes. Así, es posible crear un ambiente más favorable para los espermatozoides, p.ej.: hombres con astenozoospermia tras tomar probioticos (Lactobacillus rhamnosus CECT8361 y Bifidobacterium longum CECT7347) se ha podido observar una mejora de la movilidad espermática, disminución de la fragmentación del ADN, disminución del peróxido de hidrógeno intracelular y la vitalidad celular no se ha alterado.

Todos los trabajos mencionados y los que se están realizando en esta línea, presentan sus limitaciones y es necesario un mayor número de estudios, por lo cual a los pacientes habría que informarles al respecto. No obstante, pueden llegar a dar lugar a herramientas útiles para abordar la fertilidad masculina y la posibilidad de tratar al menos a algunos pacientes, especialmente a aquellos varones con infertilidad idiopática, mediante la restauración del ecosistema microbiano intestinal.

Como siempre, la recomendación es acuddir a especialistas en la materia que son los que podran estudir, diagnosticar y tratar cada caso en particular.

Victoria

19 de Octubre, Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el Cáncer de Mama, se estima que 1 de cada 8 mujeres sufrirá un cáncer de mama a lo largo de su vida (Un 16% de todos los cánceres en pacientes femeninos).
Uno de los mensajes fundamentales que nos indica la OMS es: “La detección precoz a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de cáncer de mama sigue siendo la piedra angular de la lucha contra este cáncer.”

Con la finalidad de concienciar a la sociedad, exigir mayor investigación y ayudas contra esta enfermedad, el 19 de octubre de 1988 fue proclamado por la OMS, Día Mundial del Cáncer de Mama. El origen del lazo rosa se debe a que, a finales de 1991, la fundación Susan G. Komen regaló gorras rosadas como símbolo de resistencia, esperanza, positividad y la promesa de un futuro mejor a los sobrevivientes de dicha enfermedad que participaban en un maratón de Estados Unidos.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica, se ha incrementado el número de casos debido al diagnóstico precoz, en España en el año 2023, calculan que se diagnosticarán 35.000 nuevos casos de cáncer de mama. Por otro lado, disminuyen los casos de mortalidad debido a la incorporación de nuevos fármacos que mejoran la supervivencia de las pacientes. Y se va afianzando el valor de la inmunoterapia. Siendo el objetivo la medicina de precisión en cáncer de mama, para poder tratar de forma óptima a las pacientes.

Un hecho a resaltar es que la edad de las mujeres afectadas ha descendido, por lo que en muchos casos su proyecto reproductivo no se ha llevado a cabo. A fin de que todos los especialistas implicados en el proceso actúen de forma coordinada y apoyando a la paciente en su lucha contra la enfermedad, en 2015 se publicó el Consenso de Cáncer de Mama y Fertilidad de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria. Y en este sentido, el citado Consenso, dentro de  los aspectos que trata, es de destacar el apartado sobre los métodos de preservación de la fertilidad. Ser madre tras luchar contra un cáncer de mama, aunque depende de las circunstancias de cada caso, es posible. Este consenso se creó con la finalidad de establecer las distintas recomendaciones basadas en la evidencia existente en ese momento, por lo que está sujeto a revisiones, como por ejemplo la realizada sobre la biopsia selectiva del ganglio centinela (BSGC) y el manejo axilar en el cáncer de mama (2022)

Es importante recordar la importancia de la proactividad frente al Cáncer de Mama que todas debemos tener, una forma de hacerlo es seguir estas recomendaciones generales:

  • Control ginecológico anual. Realización de mamografías si son necesarias.
  • Realizar la autoexploración mamaria de forma regular. Es fundamental detectar algún bulto o alguna anomalía y contactar con el médico.
  • Mantener hábitos de vida saludable mediante una alimentación sana y equilibrada.
  • Hacer ejercicios o alguna actividad física diaria, donde es fundamental evitar la obesidad y el sedentarismo.
  • Evitar el consumo de tabaco y alcohol.

“Ama la vida. Defiéndela. Revísate”

Victoria

#DíaInternacionaldelCáncerdeMama

Un factor limitante más en la fertilidad: los plásticos.

Es evidente que estamos inmersos en el plástico, no hay nada más que ver las bolsas que se acumulan en nuestros armarios, envoltorios de diferentes géneros, y no sólo eso, sino los compuestos de dichos plásticos que forman parte de multitud de productos que utilizamos en nuestra vida diaria (cremas, gel de baño, productos de limpieza, etc.). Desgraciadamente, los plásticos han inundado los mares y ríos, dando lugar a una excesiva contaminación debido a la degradación de grandes plásticos, que ha llegado a nuestra dieta y como consecuencia se encuentran en nuestro organismo, microplásticos, los cuales se pueden detectar en nuestra orina y suero.

El problema es de tal magnitud, que se ha constituido el Día Internacional Libre de las Bolsas de Plástico, 3 de julio, con el objetivo de concienciar sobre el impacto negativo que tienen las bolsas de plástico en el medio ambiente, promover su reducción y uso responsable.

¿Cómo afectan los Plásticos a la fertilidad humana?

Específicamente, en el área que nos ocupa, la pregunta es ¿Cómo afectan los plásticos a la reproducción humana?  Los plásticos están compuestos por una serie de substancias que pueden actuar como Disruptores Endocrinos Químicos (DEQ). Los EDQ son un problema global para la salud ambiental y, por lo tanto, para la salud humana. Un EDQ, se define como una sustancia química exógena o una mezcla de sustancias químicas que pueden interferir con cualquier aspecto de la función endocrina normal, alterando el equilibrio hormonal, lo cual produce efectos adversos en el organismo y/o sus generaciones futuras.

Según los diversos trabajos publicados, se han hallado alrededor de 1000 sustancias químicas que tienen propiedades de acción endocrina. Los EDQ se encuentran en pesticidas, fungicidas, productos químicos industriales, plastificantes, nonilfenoles, metales, agentes farmacéuticos y fitoestrógenos. Estamos expuestos a estas substancias a través de tres vías: la ingestión, inhalación y absorción dérmica.  La mayoría de los EDQ se bioacumulan en el tejido adiposo, ya que son lipófilos, por lo que tienen una vida media en el cuerpo muy larga. Algunos EDQ ejercen efectos obesogénicos que provocan alteraciones en la homeostasis energética (bisfenol-A; dietilestilbestrol (DES); derivados orgánicos de estaño;  ftalatos y ginesteína) También se han realizado estudios que señalan una interferencia de estos EDQ con los ejes hipotálamo-pituitario-tiroideo y suprarrenal. Imagen 1

Imagen 1. Vias de entrada de los DEQ en el cuerpo y sus vías de expulsión o depósito en el cuerpo humano.

Como ejemplo, veamos dos de estas substancias tóxicas que tanto se usan en plásticos, ya que les aportan flexibilidad y forma, son el Bisfenol A (BPA) y ftalatos,

El bisfenol A (BFA), seguramente has oído hablar de él,se encuentra en los plásticos de policarbonato, que forman parte de envases donde se almacenan alimentos y bebidas como las botellas de agua, y en las resinas epoxi, que se emplean para revestir productos de metal como las cañerías de agua, latas de comida y tapones de botellas. Actúa uniéndose a los receptores de estrógenos, de manera que en función del tejido al que se unan y la dosis, podrán tener un efecto estrogénico o antiestrogénico en el área reproductiva. Se ha observado que mujeres expuestas a BFA tienen mayores problemas de fertilidad, más baja fecundación espontánea. Cuando este tipo de pacientes se someten a técnicas de reproducción asistida, la concentración de estradiol en suero durante la estimulación ovárica con gonatodropinas, el número de ovocitos recogidos, así como la fecundación e implantación tienen tasas más bajas.

En estudios experimentales con animales, así como en cultivos celulares, se ha asociado el BFA a ovarios poliquísticos, endometriosis, la estructura del útero, formación de miomas uterinos, y vagina. Así como ocasiona alteraciones cromosómicas, abortos espontáneos y defectos de nacimiento.

En el caso de varones, la exposición a BFA ocasiona un incremento significativo de los niveles hormonales de testosterona, pregnolona y estradiol que afectan a la espermatogénesis y como consecuencia a la calidad seminal.

 Los ftalatos son una familia importante de productos químicos industriales de alto volumen de producción utilizados en la fabricación de plásticos. Algunos ftalatos están denominados como DEQ y son tóxicos para la reproducción produciendo efectos adversos en el varón. Curiosamente sus efectos potenciales en las mujeres se conocen menos, y sin embargo están expuestas a niveles más altos a ellos (cosmética, peluquería, etc.). En la revisión del equipo de Pauliina Damdimopoulou et al., 2021, sin ser concluyente, indica que los ftalatos pueden alterar el patrón de crecimiento folicular, aumentar el estrés oxidativo (alteración de las mitocondrias y el ADN), llegando a causar la muerte del folículo. Recordemos que la integridad mitocondrial de los ovocitos afecta su calidad y es crucial para la foliculogénesis, la fertilización y el desarrollo embrionario. Como consecuencia, podrían provocar infertilidad, al producirse un agotamiento acelerado de la reserva ovárica.

¿Qué se puede hacer?

Lo primero es detectar el problema y lo conocemos: hay un exceso de producción de plásticos

Segundo aprender el uso de los envases de plástico. La mayoría de los consumidores usa mal los envases alimentarios, según advierte la OCU

En la tabla se enumeran las acciones a realzar, para evitar la exposición a las substancias toxicas de los plásticos. Tabla1.

Comentarios:

En lo que a la reproducción humana se refiere, prestar especial atención en no estar expuestos a los plásticos debido a que contienen DEQ que pueden interferir con la síntesis, la acción y el metabolismo de hormonas esteroides sexuales que a su vez causan problemas de desarrollo y fertilidad, infertilidad y ciertos tipos de cáncer sensibles a las hormonas, tanto en mujeres como en hombres.

Si bien los estudios indican que existe un impacto sobre la salud, ante la exposición de los DEQ, es compleja su valoración ya que, como hemos mencionado anteriormente, pueden quedar depositados en los tejidos por largo tiempo, se manifiestan en edades más avanzadas, y no parecen tener el mismo efecto sobre las diferentes personas o, incluso, no se llegan a manifestar. Lo cierto es que desde hace muchos años se apreció que las madres gestantes expuestas a DE, sus fetos y recién nacidos presentaban un desarrollo vulnerable debido a alteraciones endocrinas. Por lo que es tremendamente importante el momento en el que se produce la exposición a estos DEQ (periodo perinatal, prenatal y postnatal)

Si bien es tremendamente complejo evitar la exposición a plásticos, hay algunas directrices para el manejo de los mismos, a fin de reducir su impacto sobre la salud y el medioambiente.

Victoria

Estilo de vida y Fertilidad

En Firmas Invitadas procuramos traer expertos que nos hablen sobre diversos temas, muchos de ellos abordados en nuestro blog @victoriainvitro. En esta ocasión, me siento muy afortunada de contar con la colaboración de una detacada profesional, Laura Seco Blanco. Ella tiene la cualidad de abarcar dos vertientes que, hoy por hoy, van de la mano, es Embrióloga y Dietista. Además, es cofundadora de la Escuela de Salud Femenina KOREN Salud. Nos va a comentar cómo influye el estilo de vida en la fertilidad, y en concreto, nos señala 4 importantes mecanismos que influyen sobre la salud reproductiva.

Laura Seco Blanco.
Embrióloga y Dietista. Cofundadora de la Escuela de Salud Femenina KOREN Salud
https://lauraseco.com

ESTILO DE VIDA Y FERTILIDAD.

Todos sabemos de la importancia que tiene un estilo de vida saludable en la salud de nuestro organismo, pero ¿Realmente sabemos los mecanismos fisiológicos a través de los cuáles actúa nuestro estilo de vida en nuestra salud hormonal?

Sabemos que las recomendaciones de guías médicas nos instan a comer frutas y verduras, proteína de buena calidad y carbohidratos presentes en alimentos saludables, evitando los ultraprocesados y productos llenos de grasas trans y azúcares refinados. Hoy desgranamos el porqué de la recomendación de un buen estilo de vida si queremos mejorar nuestra fertilidad.

Definimos 4 mecanismos importantes y con gran evidencia que afectan a nuestra salud reproductiva.

El primero es cómo nuestro estilo de vida y en concreto la alimentación y el estrés por ejemplo actúan a nivel de la secreción hormonal. De manera que si incluimos estresores que afectan a nuestro nivel energético como puede ser una baja densidad energética (consumo de calorías inferior a nuestras necesidades que produce un déficit calórico) o un exceso de estrés crónico físico o emocional puede desencadenar consecuencias al nivel de secreción de los pulsos de GnRH generados en el hipotálamo condicionando el eje hipotálamo-hipófisis-gónada y disminuyendo nuestra secreción hormonal. La situación fisiológica más conocida en este sentido es la amenorrea hipotalámica funcional, la falta de menstruación por una deficiencia energética que bloquea el eje hormonal femenina. Pero no nos olvidemos que el eje es el mismo en el caso de los varones, por lo que esa misma deficiencia energética puede actuar en la fertilidad masculina condicionando la secreción de testosterona por alteración de la secreción de la GnRH y su impacto en la hipófisis y el testículo lo que conlleva una reducción de los parámetros seminales.

Otro de los mecanismos a través de los cuales el estilo de vida actúa en la salud hormonal es a través de la densidad nutricional. La densidad nutricional se define como la cantidad de nutrientes por caloría. Es decir, no sólo importa una buena densidad energética sino también que la disponibilidad de nutrientes sea correcta. Los alimentos con alta densidad nutricional están llenos de micronutrientes como vitaminas, minerales, antioxidantes y polifenoles, esenciales para la salud fértil femenina y masculina, pues son cofactores de muchas reacciones fisiológicas importantes y también de gestionar el estrés oxidativo, tercer mecanismo importante a través del cual actúa el estilo de vida en la fertilidad.

El estrés oxidativo se produce cuando existe un desequilibrio en la producción de radicales libres y la capacidad antioxidante. Los radicales libres son especies altamente reactivas de oxígeno y nitrógeno producidas en reacciones fisiológicas que tienen electrones libres y buscan unirse a otras moléculas y los antioxidantes son esas moléculas que les van a prestar esos electrones, de manera que los inactivan para que no se unan a otras moléculas importantes como proteínas, lípidos o ADN. En condiciones fisiológicas, los radicales libres tienen un rol importante en funciones celulares normales (infecciones, señalización intercelular, maduración de gametos y fecundación…)

El problema aparece cuando la capacidad antioxidante es baja o la producción de radicales libres excesiva (edad, mala alimentación, infecciones, tóxicos, estrés, inflamación crónica…) entonces se produce ese estrés oxidativo responsable de alteración del ADN de ambos gametos (ovocitos y espermatozoides), se asocia con dificultad en la reanudación de la meiosis del ovocito y madurez final, con alteraciones en composición del líquido folicular que condicionan la calidad del ovocito y del folículo y con consecuencias en la producción de hormonas esteroideas.

Y el último mecanismo que aquí definimos es el impacto del estilo de vida en la inflamación, más concretamente en la inflamación crónica (no fisiológica). Tenemos que distinguir esa inflamación aguda fisiológica que interviene en procesos como la ovulación o la menstruación y que será resuelta con los mecanismos del organismo de una inflamación crónica que no es resuelta y se mantiene de manera que produce marcadores inflamatorios en niveles constantes que podrán unirse a receptores en tejidos produciendo un ambiente inflamatorio sistémico. La inflamación crónica se ve agudizada por una mala alimentación, infecciones, estrés oxidativo, sedentarismo o exceso de ejercicio, estrés emocional, tóxicos, patologías crónicas (SOP, endometriosis, varicocele, disbiosis…) y conlleva de nuevo daños a nivel calidad y funcionalidad de ambos gametos, condicionando incluso calidad embrionaria e implantación.

Nos hemos quedado muy en la superficie de los mecanismos a través de los cuales el estilo de vida actúa en la fertilidad, ahondar en ellos y generar un mayor nivel de evidencia científica será indispensable para avanzar en cómo abordar la fertilidad femenina y masculina de una manera más individual y con una medicina de mayor precisión que acompañe tanto en la búsqueda natural como en los tratamientos de reproducción asistida.

Espero que os haya resultados de interés. Leo vuestros comentarios

Victoria

BIBLIOGRAFIA

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Dada, R., & Bisht, S. (2017). Oxidative Stress and Male Infertility. Male Infertility: Understanding, Causes and Treatment, 151–165. doi:10.1007/978-981-10-4017-7_10

Banerjee P, Bhattacharya J (2019) Impact of Oxidative Stress on Infertility, with emphasis on infertility management strategies. Glob J Fertil Res 4(1): 010-018. DOI: http://dx.doi.org/10.17352/gjfr.000012

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Koninckx PR, Fernandes R, Ussia A, Schindler L, Wattiez A, Al-Suwaidi S, Amro B, Al-Maamari B, Hakim Z and Tahlak M (2021) Pathogenesis Based Diagnosis and Treatment of Endometriosis. Front. Endocrinol. 12:745548. doi: 10.3389/fendo.2021.745548

Snider AP, Wood JR. Obesity induces ovarian inflammation and reduces oocyte quality. Reproduction. 2019 Sep;158(3):R79-R90. doi: 10.1530/REP-18-0583. PMID: 30999278.

Agarwal A, Rana M, Qiu E, AlBunni H, Bui AD, Henkel R. Role of oxidative stress, infection and inflammation in male infertility. Andrologia. 2018 Dec;50(11):e13126. doi: 10.1111/and.13126. PMID: 30569652.

Dutta, S.; Sengupta, P.; Slama, P.; Roychoudhury, S. Oxidative Stress, Testicular Inflammatory Pathways, and Male Reproduction. Int. J. Mol. Sci. 2021, 22, 10043. https://doi.org/10.3390/ ijms221810043

¿La fertilidad masculina se ve afectada por la infección del virus SAR-CoV-2 y/o la vacuna COVID-19?

Precisamente en esta semana se cumplen tres años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el estado de emergencia sanitaria de alcance internacional frente al SARS-CoV-2 (COVID-19) y hoy en día la sigue manteniendo, porque sigue siendo «una enfermedad infecciosa peligrosa» que puede causar daños considerables a la salud de las personas y a los sistemas de sanidad de los países. Aunque se encuentra en un periodo de transición camino de la normalización.

Esta pandemia ha afectado y modificado nuestras vidas en muchos sentidos, tanto de salud, corporal y mental, como nuestras relaciones sociales. En una entrada anterior, ya abordamos cómo el COVID-19 podía afectar la fertilidad masculina y, en esta entrada, vamos a tratar sobre los avances realizados para contestar a la pregunta que da pie a esta entrada.

De forma muy resumida recordemos que la infertilidad masculina puede ser ocasionada por tres alteraciones básicas a nivel:

  • Testicular:  con la producción anormal de espermatozoides (defectos en el proceso de espermatogénesis)
  • Eyaculado: donde se van a encontrar parámetros espermáticos defectuosos (concentración, movilidad y morfología)
  • Hormonal: donde las alteraciones en los niveles de las diversas hormonas implicadas (Testosterona, LH, FSH) van a influir en los diversos procesos

 Estas alteraciones pueden ser originadas por diversos factores que producen efectos negativos sobre el potencial reproductivo masculino (enfermedades sistemáticas, genética, infecciones, factores psicológicos, estilo de vida y hábitos no saludables, medicamentos, parámetros ocupacionales, etc.)

La infección por SAR-COV-2 (COVID-19) se conoce que tiene un impacto negativo importante en la salud de los hombres, curiosamente existe un mayor riesgo de padecer la enfermedad y la tasa de mortalidad son mayores que en las mujeres, debido a una combinación de características biológicas, genéticas, la coexistencia de dos o más enfermedades en un mismo individuo, generalmente relacionadas (comorbilidad), perfil hormonal y estilo de vida.

Según diversos trabajos científicos, hay tres mecanismos que pueden ser responsables de los efectos negativos de COVID-19 en el sistema reproductor masculino, estos efectos indirectos son:

A.- La fiebre, temperatura elevada (>38ºC), es un signo importante de infección que puede influir sobre el sistema reproductor masculino y la calidad espermática. Alrededor de 4 -11 semanas después de la fiebre, la calidad de los espermatozoides esta disminuida y aumenta el número de espermatozoides deteriorados en el líquido seminal. Esto es debido a tres efectos de la fiebre:

 1.- En los testículos, la fiebre es un factor que altera el desarrollo de las líneas celulares germinales (línea celular de espermatogonia).

2.- Puede afectar a otras células en el testículo y los túbulos seminíferos (células de Sertoli y Leydig) y, en consecuencia, crear defectos en las funciones exocrinas y endocrinas, afectando el nivel de las hormonas sexuales

3.- La disminución de la secreción de las glándulas accesorias compromete la viabilidad (estrés oxidativo) y calidad de los espermatozoides (fragmentación de ADN).

B.– La inflamación, debido a la infección que provoca el COVID-19 (Orquitis, Vesiculitis seminal y Prostatitis) ocasiona una sobreproducción de marcadores seminales de inflamación. Las citoquinas son un elemento clave para definir el grado de inflamación y su desregulación (tormenta de citoquinas) debido a infecciones, puede poner en riesgo la fertilidad del paciente. Se han señalado que algunas de ellas pueden alterar el medioambiente de los túbulos seminíferos, alterando la unión de las células de Sertoli, por ejemplo, el factor de necrosis tumoral α (TNF-α), interleucina-1 (IL-1), interleucina-6 (IL-6), interleucina-17a (IL17a), afectando la permeabilidad de la barrera sangre-testículo e induciendo estrés oxidativo y apoptosis de células germinales. La IL-6 también podría afectar la función de las células de Leydig, produciendo el aumento de los niveles de LH y la disminución de las relaciones T / LH y FSH / LH.  Este desequilibrio hormonal va a ejercer un daño directo alterando la espermatogénesis, la movilidad y vitalidad espermática, ocasionando oligospermia o azoospermia, así como alterando la composición de los fluidos seminales. También es posible que las citoquinas y quimiocinas alteradas desencadenen una reacción autoinmune con consecuencias en el tejido testicular, sobre la calidad espermática, limitando su capacidad fecundante. Todas estas alteraciones tienen un carácter transitorio.

C.- Los medicamentos, en la tabla I, basada en el trabajo de Palloti et al., 2022  se resumen los efectos conocidos de los medicamentos contra el SARS-CoV-2 en la salud reproductiva masculina.  Pero hay que recordar que, la mayoría de las evidencias se derivan del uso de estos medicamentos en otras patologías.

Vacunación COVID-19

Es necesario filtrar las noticias que se publican alertando sobre el efecto negativo de las vacunas, de hecho, ya el Dr. Yosu Franco Iriarte nos comentó, en la entrada sobre este tema, al respecto: «Esto probablemente haya hecho que personas que querían vacunarse se hayan planteado seriamente el no vacunarse. Rotundamente se debe contestar a esta afirmación que la vacunación NO PRODUCE INFERTILIDAD. Esta afirmación es corroborada por varios estudios donde se han estudiado en varones sanos los parámetros seminales antes y después de suministrar dos tipos de vacunas Pfizer y Moderna y observar que los parámetros seminales no han cambiado siendo igual antes y después de la vacunación. Es por ello que MEJOR VACUNARSE QUE INFECTARSE«

A pesar de todo, a día de hoy todavía hay muchas personas en edad reproductiva reacias a la vacunación COVID-19, para su tranquilidad comentar que los estudios de revisión y meta-análisis publicados, coinciden es que no hay efectos nocivos sobre la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. Es más, tiene un efecto de protección de la salud reproductiva frente a la infección.

Actitud ante el COVID-19 y la fertilidad masculina

Aunque a pesa de todos los trabajos publicados sobre el COVID-19, no son concluyentes o con una gran evidencia, los diversos trabajos de revisión apuntan las siguientes líneas a seguir a fin de preservar la fertilidad masculina.

  • Se debe prestar más atención al efecto de la infección por COVID-19 en el sistema reproductor masculino. Es recomendable hacer evaluación andrológica detallada de los pacientes que han pasado el COVID-19 a largo plazo, especialmente en aquellos que presenta comorbilidad.
  • Los especialistas han de proporcionar información y tranquilidad a la población sobre la seguridad de las vacunas. Además, es una forma importante de prevenir los efectos negativos de COVID-19 sobre la función reproductiva masculina.
  • La infección COVID-19 se ha demostrado que tiene un impacto en la infertilidad masculina, por lo cual se sugiere que los hombres con deseo reproductivo, consideren preservar su fertilidad mediante la criopreservación de sus espermatozoides.

¿Es posible corregir la fragmentación del ADN espermático?

El tema de la fragmentación espermática ya lo tratamos en otra entrada de blog, pero como algunos de vosotros me lo habéis solicitado, aquí veremos otros aspectos.

Es reconocido, que alrededor de un 10 – 15% de los hombres que no consiguen ser fértiles, a pesar que, en su análisis de semen convencional, los parámetros de concentración, movilidad y morfología espermática sean normales. Esto es debido a que presentan alteraciones en el material genético de sus gametos.

Una de esas alteraciones en el material genético de los espermatozoides es la fragmentación de su ADN (Sperm DNA Fragmentation, SDF), que hace referencia a las roturas en la cadena del material genético: roturas que se limitan a una sola cadena del ADN (rotura simple) o roturas que afectan a las dos cadenas del ADN (rotura doble).

El origen de dichas roturas puede ser debido a factor intrínsecos, alteraciones en la formación de los espermatozoides (a nivel testicular y postesticular) o extrínsecos (radiaciones, quimioterapia, calor, exposición a tóxicos, drogas).

Evidentemente, un mayor daño en el ADN de los espermatozoides va a tener un impacto negativo importante, que será mayor si la alteración del material genético no ha sido diagnosticada, dando lugar a resultados reproductivos deficientes, incluyendo la reducción de la calidad del semen, la reducción de la fertilización, baja calidad embrionaria, bajas tasas de gestación, la pérdida recurrente del embarazo y los resultados deficientes del TAR. Así como anomalías en los recién nacidos.

Se han desarrollado ocho métodos para evaluar la Fragmentación del ADN Espermático (SDF, siendo los métodos más utilizados SCSA, Sperm Chromatin Structure Assay), el desoxinucleótido terminal Trifosfato de desoxiuridina mediado por transferasa etiquetado de extremo de nick (TUNEL), el COMET y la prueba de dispersión de cromatina espermática (SCD), que permiten calcular el Índice de ADN Fragmentado (IDF)

Si bien, cada una de las pruebas evalúa el daño del ADN espermático, cada análisis mide un aspecto ligeramente diferente del daño del ADN, por lo tanto, no son equivalentes y es fundamental entender cómo cada prueba proporciona los resultados. Evidentemente, cada test presenta una serie de ventajas y desventajas. Además, cada laboratorio, aplicando un ensayo determinado, obtendrá sus puntos de corte de SDF y serán diferentes de otro laboratorio.

Lo cierto es que, las sociedades científicas, como la Asociación Europea de Urología,  la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva (ASRM) o la Asociación Estadounidense de Urología, no recomiendan los test SDF en el estudio rutinario de infertilidad. Si bien, el test SDF puede ser clínicamente informativo para los resultados de reproducción asistida, en poblaciones determinadas de pacientes.

Las indicaciones para realizar los test de análisis espermático en la práctica clínica son resumidamente:

  • Fallo en FIV y/o ICSI.
  • Infertilidad inexplicada/ pérdida de gestación recurrente/fallo de inseminación artificial (IA).
  • Varicocele. El varicocele es la causa corregible más común de infertilidad masculina, con una prevalencia aproximada del 40% de los hombres con infertilidad primaria y hasta el 80% de los hombres con infertilidad secundaria.
  • Estilo de vida actual y hábitos no saludables
  • También es necesario tener cuidado en el manejo de las muestras en el laboratorio de FIV, pues se puede provocar un aumento de los niveles de SDF.

¿Cómo afectan los altos niveles de SDF a la fertilidad?

Si bien llegar a conclusiones sólidas en complejo dada la controversia en la bibliografía, se puede indicar que una alta tasa de SDF afecta:

  • En la concepción natural con una tasa de gestación muy baja.
  • Cuando se recurre a las técnicas de reproducción asistida (TRAs), se ha observado una menor tasa de embarazo en IA / FIV y mayores tasas de aborto en FIV/ICSI

¿Qué se debe hacer en casos de fragmentación severa del ADN espermático?

Para intentar disminuir los altos niveles de SDF se recomiendan algunos tratamientos como eyaculación recurrente, terapia antioxidante, modificaciones en el estilo de vida (lo vemos en detalle en el siguiente punto), varicocelectomía y técnicas avanzadas en la selección espermática.

Un caso en particular, dentro de la selección espermática, como se ha demostrado que a medida que los espermatozoides avanzan a través del tracto genital masculino, aumentan las posibilidades de daño en el ADN. En aquellos pacientes que tienen SDF elevado y persistentemente alto, puede ser beneficioso el uso de espermatozoides recuperados quirúrgicamente. Además, es recomendable, dado que existe una relación clara e inversa entre SDF y la motilidad de los espermatozoides, el uso de una cámara microfluídica para la selección de los mejores espermatozoides de los recuperados quirúrgicamente.

Posible corrección del SDF: Evitar la exposición a sustancias tóxicas/cambios en el estilo de vida

Como ya hemos hablado en otras entradas del blog, toda persona que quiera estar saludable y, en concreto, tener un hijo, ha de prestar una atención especial a su estilo de vida y replantease, si es el caso, el adquirir hábitos saludables con tiempo suficiente para que se lleven los cambios positivos en su organismo.

En el caso concreto que nos ocupa la SDF se ve afectada por el estilo de vida actual y los malos hábitos como es el tabaco; la obesidad; la exposición a tóxicos ocupacionales o ambientales; exposición a productos químicos ambientales, contaminantes organocloros y Bisphenol. 

Especialmente, aquellos hombres con análisis de semen limite/anormal expuestos a factores de riesgo en su estilo de vida, pueden modificar su nivel de SDF mediante asesoramiento nutricional, dietas específicas ricas en pescado, polo, frutas, vegetales y granos enteros; realizando ejercicio moderado; recibiendo apoyo psicológico; desarrollando programas educativos, meditación y yoga, que en estudios recientes indican que favorecen la fertilidad y la integridad genómica.

Evitar la exposición a sustancias tóxicas/cambios en el estilo de vida

Comentarios finales

A pesar del desarrollo de diversas técnicas para la detección y manejo de la SDF, los estudios futuros deberán centrarse, en opinión de los expertos, en optimizar las pruebas de SDF, los grupos de pacientes objetivo (indicaciones mencionadas, pacientes con cáncer que desean preservar su fertilidad o pacientes de edad avanzada), el impacto en la fertilidad y los resultados de las TRAs, así como las terapias que podrían reducir los niveles de SDF en hombres infértiles.  Es necesario estandarizar los test y encontrar cutt-off SDF universales. No obstante, hay pruebas razonables que indican que la prueba de SDF es una herramienta de diagnóstico y pronóstico útil en la evaluación de la fertilidad masculina en pacientes seleccionados.

Por último, una cuestión importante a tener en cuenta a pesar de lo mencionado anteriormente, es que, aunque se realice la selección de espermatozoides con mayor movilidad e integridad genómica, siempre habrá un factor limitante que no debemos obviar y es el de la edad materna avanzada, aneuploidía ovocitaria inherente, que afectará negativamente los resultados.

Victoria

Wifi y calidad espermática

Aunque no parece que los temas referidos al factor masculino despierten tanto interés en el público general como el factor femenino, los estudios científicos cada vez ponen más de manifiesto la importancia de los espermatozoides más allá de ser un medio de transporte del ADN.

En 2018 el equipo del Dr. Oliva señalaban que el espermatozoide cumple más funciones que la de transmitir al embrión el genoma paterno. Las nuevas tecnologías “omicas” revelan que se ha encontrado que el ADN espermático contiene diferentes marcas epigenéticas. Estas marcas epigenéticas también se combinan con una población compleja de ARN y proteínas espermáticas, algunos de los cuales parecen ser cruciales para la embriogénesis temprana y la salud futura de la descendencia y, posiblemente, de las generaciones posteriores.

Por lo tanto, cuidar la salud reproductiva requiere adquirir hábitos de vida saludables, ya que de forma consciente o no, muchos de ellos son tóxicos, los más conocidos son el tabaquismo, el abuso del alcohol, la ingesta de productos alimenticios espermicidas, etc. Del mismo modo, que el impacto negativo del aumento de la temperatura testicular local tiene en la espermiogénesis, debido al uso prolongado y cercano al área genital de ordenadores y teléfonos móviles.

Dado que hoy es el #diamundialsinwifi, declarado por la Federación Ambientalista Internacional (FAI) en 2016, como día libre de wifi tiene como objetivo concienciar sobre los efectos dañinos provocados por el uso abusivo del sistema inalámbrico wifi. Por esta razón, emos deditrada al efecto del wifi sobre la calidad espermática.

 El aumento en la última década de la tecnología basada en wifi, ha sido motivo de preocupación por los posibles efectos negativos que pueden ocasionar en la salud humana. Los posibles vínculos entre la exposición a las conexiones wifi y la calidad de los espermatozoides han sido objeto de estudio desde hace ya más de diez años, en relación a los ordenadores portátiles y los teléfonos móviles en los bolsillos del pantalón.

El uso de un ordenador portátil conectado de forma inalámbrica a Internet y colocado cerca de los órganos reproductores masculinos puede disminuir la calidad de los espermatozoides humanos.  De hecho, con una sola exposición de 4 h los espermatozoides eyaculados presentaron menor movilidad y una mayor fragmentación del ADN. Si bien los autores reconocen que es necesario realizar estudios con un gran número de casos. Lo cierto es, que la parte inferior de los ordenadores portátiles puede calentarse en exceso y el calentamiento testicular inadvertido es un factor que pone en riesgo la calidad espermática.

Respecto al uso del móvil en los pantalones se demostró que la exposición de los espermatozoides a largo plazo en el área de radiación electromagnética de radiofrecuencia (RF-EMR) del teléfono móvil conduce a una disminución significativa en el número de espermatozoides con movimiento progresivo y un aumento en aquellos con movimiento no progresivo. Además, puede provocar la fragmentación del ADN de los espermatozoides. Aunque de forma concluyente no se ha podido demostrar, los autores aconsejaban que para los hombres que están en busca de descendencia, especialmente aquellos que tiene problemas de fertilidad diagnosticados, sería mejor evitar el llevar el teléfono móvil en el bolsillo del pantalón durante largos períodos de tiempo.

Recientemente, en el último Congreso de la Asociación Americana de Fertilidad (2022) Chu et al., 2022 presentaron un trabajo experimental, sobre el impacto de la tecnología moderna de los teléfonos inteligentes y los espectros inalámbricos (4G, 5G y WIFI) sobre los espermatozoides «in vitro». Los teléfonos celulares emiten radiación electromagnética de radiofrecuencia (RF-EMR) para transmitir datos, el hecho de llevar el teléfono celular y su respectivo RF-EMR cerca los testículos por tiempos prolongados tienen efectos negativos. De hecho, la RF-EMR se considera un contaminante ambiental y se ha postulado que puede aumentar el estrés oxidativo e inducir la formación de radicales libres que dañarían a los espermatozoides. Aunque los resultados hay que tomarlos con cierta cautela, concluyen que los teléfonos inteligentes tienen efectos nocivos sobre la motilidad y viabilidad de los espermatozoides, debido al calor que emanan cuando utilizan datos del espectro wifi.

El estrés oxidativo libera un exceso de radicales libres que dañan al espermatozoide

Una buena noticia es que estos efectos se pueden mitigar con barreras físicas (funda del móvil) o distancia.

Por lo tanto, aunque no hay un acuerdo unánime sobre el efecto del wifi sobre la calidad espermática, son necesarios más estudios y además, está en por demostrar su efecto sobre los espermatozoides pre- y post eyaculación. No obstante, un hábito saludable es estar el tiempo justo usando el wifi y mantener los dispositivos a distancia o con barreras que impidan el daño directo.

Victoria

¿Sabías que la infertilidad masculina puede ser un biomarcador de salud del varón?

En todo el mundo son diagnosticados con infertilidad por factor masculino, alrededor de un 8% de los hombres, causa que forma parte en el 30-50% de las parejas que acuden a consulta para valorar su fertilidad.

En los últimos años, los nuevos avances científicos, están permitiendo que algunos equipos propongan que el estudio de la infertilidad masculina podría considerarse como un biomarcador de la salud masculina en general. Si bien, aunque esta asociación sigue sin estar clara y es necesario realizar más estudios, es una visión que os quiero presentar.

Ciertamente, se ha observado que la coexistencia de dos o más enfermedades en un mismo individuo, generalmente relacionadas (comorbilidad) está en relación inversa a la calidad seminal, de manera que a una mayor comorbilidad menor calidad del semen. Esto ha planteado que, en la atención al paciente, se debería valorar la relación bidireccional entre la infertilidad masculina y la salud masculina

¿Y esto que significa? 

Cuando un paciente infértil acude a consulta, la historia médica detallada, valoración del semen y análisis/ pruebas adicionales, van a aportar una información valiosa que va más allá de la calidad seminal o si se dispone de unos pocos de espermatozoides para realizar una ICSI.

En la tabla siguiente, a modo de ejemplo, se muestra la relación entre factores/causas, manifestaciones clínicas e infertilidad masculina.

De los casos recogidos en la tabla, para poder entender esa relación bidireccional entre infertilidad – salud general, tomemos, por ejemplo, el estudio de las microdeleciones del cromosoma Y. La salud se puede ver afectada por las microdeleciones del cromosoma Yq, ya que estos genes también se expresan en el cerebro, el estómago y vías urinarias. Esto es, una gran parte del genoma está involucrada con la fertilidad, por lo que los genes involucrados en la reproducción también pueden expresarse en otros tipos de células. Además, las alteraciones epigenéticas pueden conducir a cambios globales en la expresión, afectando la espermatogénesis, así como a otras funciones del cuerpo.

El hecho de emplear como biomarcador de salud la infertilidad se debe a que existen evidencias de que un diagnóstico de infertilidad masculina se asocia con el riesgo futuro de enfermedad, incluido riesgo de hipogonadismo, riesgo de enfermedades oncológicas, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes; enfermedades autoinmunes y mortalidad, con el consiguiente impacto psicológico y económico.

Por lo tanto, se plantea la evaluación de la fertilidad masculina como una oportunidad para mejorar la salud del paciente más allá de su proyecto reproductivo. No debería quedar limitado el estudio del varón a un análisis de semen anormal y emplear la técnica de reproducción asistida más adecuada a su caso. Sino que se debería derivar al paciente hacia un estudio integral multidisciplinar para valorar su salud, donde reciba el tratamiento adecuado y asesoramiento sobre el estilo de vida, nutrición, prevención, cómo manejar las enfermedades crónicas y mantener un buen estado de salud general.

¿Qué opinas sobre este tema?

Victoria

¿Algunas acciones podrían reducir los riesgos en las Técnicas de Reproducción Asistida?

En la entrada anterior sobre los embriones sintéticos, comenté que aparte de este tema había otro del que quería tratar por su transcendencia social. Me refiero a la publicación en la revista PLOS Medicine cuyo título “Cancer in children born after frozen-thawed embryo transfer: A cohort study” fue utilizado en varios medios sensacionalista con títulos como: “Niños que nacen de embriones congelados tienen mayor riesgo de cáncer infantil” dando lugar a un revuelo  social considerable, incertidumbre y me consta que algunos pacientes han cancelado sus tratamientos o transferencias programadas, ante el temor de esta noticia.

El estudio en cuestión, está basado en un gran número de casos (7.944.248 niños), correspondientes a 4 países nórdicos, nacidos mediante las técnicas de reproducción asistida (TRAs), casos no seleccionados, y una cohorte de niños concebidos espontáneamente, en un periodo de tiempo de 9 años (1994-2014). Los resultados globales no indican una mayor incidencia en cáncer infantil en niños nacidos mediante las TRAs que en los nacidos por concepción espontánea. Sin embargo, los autores aprecian un riesgo mayor de cáncer infantil en aquellos niños que proceden de la transferencia de embriones criopreservados (TEC) frente a los concebidos de forma espontánea, aunque reconocen que no se pueden generalizar los resultados; desconocen la causa de esta diferencia y admiten que su estudio es limitado debido al bajo número de la muestra, niños con cáncer infantil procedentes de TEC. Por lo cual, es necesario seguir realizando más estudios.

No obstante, los autores piden prudencia a la hora de congelar los embriones si no existe una clara indicación médica. Aunque el riesgo individual sea bajo, a nivel poblacional puede tener un impacto debido al incremento de ciclos de congelación, no solo de embriones sobrantes sino de todos los embriones del ciclo (Freeze-all), que se ha convertido en una práctica rutinaria muy extendida en todo el mundo.

Considero que, a la hora de tratar los riesgos de las TRAs sobre la salud de los niños nacidos por estas técnicas, podríamos destacar dos aspectos importantes a la hora de transmitir la información a los pacientes:

  1. Es necesario conocer la naturaleza de la subfertilidad/ infertilidad, tanto del hombre como de la mujer, en la medida de los posible, mediante un análisis multifactorial, considerando los aspectos fisiológicos, bioquímicos, genéticos, epigenéticos (cambios hereditarios en la función de los genes que no están asociados con cambios a la propia secuencia de ADN) y factores modificables o no modificables.

La información a los pacientes sobre los riesgos, además de los factores maternos y paternos, también deben incluir las TRAs, ya que se puede ocasionar alguna alteración a lo largo del proceso: al inducir estimulaciones ováricas hormonales; la obtención y manejo de los gametos; la realización de la FIV y/o ICSI; cultivar los embriones durante varios días que exige unas condiciones óptimas del laboratorio (calidad del aire del laboratorio; pH, temperatura y osmolaridad de los medios de cultivo; equipamientos equilibrados, personal cualificado, etc.). Además, en muchas ocasiones, es necesario realizar otras técnicas como análisis genético preimplantacional y/o criopreservar los embriones.

2. Respecto a los estudios sobre empleo de las TRAs y cómo podrían afectar la salud de los niños nacidos por estas técnicas, hay que tener cierta prudencia y cautela, al valorar sus conclusiones ya que es tremendamente complejo realizar estudios cuyos resultados sean concluyentes. Esto es debido a que un gran número de trabajos parten de un pobre criterio, no tienen controles, no emplean las herramientas adecuadas para realizar el estudio estadístico idóneo; comparaciones entre grupos que aparentemente se parecen, pero luego no es así (edad, historia reproductiva, nivel socioeconómico, educación); estudios de baja potencia con muy pocos casos; mezclar grupos de niños (únicos vs gemelares vs trillizos); empleo de múltiples observadores; no anonimato en el estatus de la concepción; diferencias en las definiciones de defectos de nacimiento y los métodos de determinación; falta de información sobre los parámetros del tratamiento empleado, lo que resulta en un sesgo histórico sustancial a medida que las técnicas de TRAs han mejorado. Por último, los períodos de estudio que abarcan décadas, en muchos casos no es posible mantener el seguimiento de todos los niños sujetos al estudio.

A pesar de todas estas dificultades en los estudios, la realización de estudios epidemiológicos a gran escala es esencial, no sólo limitados al nacimiento sino también durante la vida adulta, para evaluar las implicaciones que las TRAs puedan tener sobre la salud y el bienestar de los niños nacidos por estas técnicas.  Realmente el estudio de los primeros niños nacidos no ha terminado, si tenemos en cuenta que Louise Brown, el primer bebé, tiene actualmente 44 años. 

¿Algunas acciones pueden reducir los riesgos en las TRAs?

Es evidente que los conocimientos, equipamientos, análisis y especialización de los profesionales del área, han mejorado notablemente los resultados de las TRAs, aun así, no se pueden controlar todos los factores que influyen sobre estos procesos.  Sin embargo, diversos trabajos señalan que ciertas acciones pueden contribuir a una reducción de riesgos en la salud de los niños nacidos por TRAs que dependen de los propios pacientes; los especialistas y el laboratorio.

Los pacientes:

Es bien aceptado que el estilo de vida, los factores ambientales y epigenéticos, están relacionados con la fertilidad y con la salud de la descendencia. En el caso de las mujeres, factores que tienen efectos negativos son la edad, la obesidad y el estrés. En los hombres estos factores negativos son el tabaquismo, el alcohol y la obesidad.

  • Adquirir hábitos saludables (ejercicio, buena alimentación y mantener un buen peso) son fundamentales en la población para mejorar su salud y muy especialmente en pacientes que recurren a las TRAs, donde el asesoramiento de hábitos saludables, especialmente nutricionales, para ambos sexos, deberían estar presente en la atención preconcepcional. Desde mi punto vista, incluso antes, deberían existir campañas de información a la juventud, no sólo sobre las relaciones sexuales, la contracepción y las enfermedades de transmisión sexual, sino sobre el ciclo menstrual, hábitos saludables, proyecto reproductivo, preservación de la fertilidad, etc.

Los especialistas:

  • Un buen estudio de la pareja y causas de su subfertilidad/infertilidad.
  • Informar a los pacientes sobre los riesgos del empleo de las técnicas.
  • Tratamientos personalizados. No abusar de los tratamientos hormonales
  • Técnica de reproducción asistida más ajustada a cada caso y sólo si no hay otra forma de conseguir el embarazo.

En el laboratorio:

  • Mantener condiciones del laboratorio máxima calidad.
  • Aplicar las técnicas según cada caso.
  • No utilizar técnicas como ICSI o la criopreservación de forma indiscriminada.
  • Manipulación mínima de gametos y embriones.

Lejos de dar una conclusión, dada la complejidad de los casos que llegan a las TRAs, podemos destacar que algunas acciones como una atención preconcepcional incluyendo hábitos saludables, especialmente nutricionales, y un uso racional de las TRAs, parecen tener una influencia positiva en la futura salud de los niños nacidos por estas técnicas.

Victoria