¿Sabías que la infertilidad masculina puede ser un biomarcador de salud del varón?

En todo el mundo son diagnosticados con infertilidad por factor masculino, alrededor de un 8% de los hombres, causa que forma parte en el 30-50% de las parejas que acuden a consulta para valorar su fertilidad.

En los últimos años, los nuevos avances científicos, están permitiendo que algunos equipos propongan que el estudio de la infertilidad masculina podría considerarse como un biomarcador de la salud masculina en general. Si bien, aunque esta asociación sigue sin estar clara y es necesario realizar más estudios, es una visión que os quiero presentar.

Ciertamente, se ha observado que la coexistencia de dos o más enfermedades en un mismo individuo, generalmente relacionadas (comorbilidad) está en relación inversa a la calidad seminal, de manera que a una mayor comorbilidad menor calidad del semen. Esto ha planteado que, en la atención al paciente, se debería valorar la relación bidireccional entre la infertilidad masculina y la salud masculina

¿Y esto que significa? 

Cuando un paciente infértil acude a consulta, la historia médica detallada, valoración del semen y análisis/ pruebas adicionales, van a aportar una información valiosa que va más allá de la calidad seminal o si se dispone de unos pocos de espermatozoides para realizar una ICSI.

En la tabla siguiente, a modo de ejemplo, se muestra la relación entre factores/causas, manifestaciones clínicas e infertilidad masculina.

De los casos recogidos en la tabla, para poder entender esa relación bidireccional entre infertilidad – salud general, tomemos, por ejemplo, el estudio de las microdeleciones del cromosoma Y. La salud se puede ver afectada por las microdeleciones del cromosoma Yq, ya que estos genes también se expresan en el cerebro, el estómago y vías urinarias. Esto es, una gran parte del genoma está involucrada con la fertilidad, por lo que los genes involucrados en la reproducción también pueden expresarse en otros tipos de células. Además, las alteraciones epigenéticas pueden conducir a cambios globales en la expresión, afectando la espermatogénesis, así como a otras funciones del cuerpo.

El hecho de emplear como biomarcador de salud la infertilidad se debe a que existen evidencias de que un diagnóstico de infertilidad masculina se asocia con el riesgo futuro de enfermedad, incluido riesgo de hipogonadismo, riesgo de enfermedades oncológicas, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes; enfermedades autoinmunes y mortalidad, con el consiguiente impacto psicológico y económico.

Por lo tanto, se plantea la evaluación de la fertilidad masculina como una oportunidad para mejorar la salud del paciente más allá de su proyecto reproductivo. No debería quedar limitado el estudio del varón a un análisis de semen anormal y emplear la técnica de reproducción asistida más adecuada a su caso. Sino que se debería derivar al paciente hacia un estudio integral multidisciplinar para valorar su salud, donde reciba el tratamiento adecuado y asesoramiento sobre el estilo de vida, nutrición, prevención, cómo manejar las enfermedades crónicas y mantener un buen estado de salud general.

¿Qué opinas sobre este tema?

Victoria

Fragmentación de ADN espermático y su relación con la Fertilidad.

Mediante el análisis de semen convencional, que ya hemos tratado en varias entradas del blog, se evalúan diversos parámetros, siendo los más importantes la concentración (número), movilidad, morfología y vitalidad de los espermatozoides (características fisiológicas). Podríamos decir, de manera figurativa, que los espermatozoides son como un “transportador”,  que han de tener unas determinadas características que los definan como normales. Sin embargo, sólo con el estudio externo de los espermatozoides no se obtiene toda la información del mismo, es necesario examinar el “material transportado”, es decir, la integridad de su material genético (ADN). En el siguiente esquema se pueden ver de forma simplificada los diferentes estudios para valorar la calidad de los espermatozoides. Figura I

Fig I.- En el estudio del semen se pueden diferenciar el análisis seminal según la Organización Mundical de la Salud (OMS,2010) y se completa con el análisis genético. Dentro de las difrentes pruebas en imagen, una doble cadena de ADN normal A y en la imagen B otra rotura de una cadena de ADN (flecha)

La fragmentación o daño del ADN espermático, hace referencia a las roturas en la cadena del material genético, cuyo origen puede ser provocado por factor intrínsecos, alteraciones en la formación de los espermatozoides ( a nivel testicular y postesticular) o extrínsecos (radiaciones, quimioterapia, calor, exposición a tóxicos, drogas). La cadena de ADN, consta de dos cadenas que pueden estar afectada de dos formas:

  1. Roturas que se limitan a una sola cadena de ADN
  2. Roturas que afectan a las dos cadenas de ADN.


Factores internos y externos que afectan al ADN espermático.

Evidentemente, un mayor daño en el ADN de los espermatozoides va a tener un impacto negativo importante, que será mayor si la alteración del material genético no ha sido diagnosticada, afectando a los siguientes aspectos:

1.-  El potencial de fertilidad de los espermatozoides, in vivo e in vitro, se traduce en menor tasa de fecundación.

2.- El daño del ADN espermático es indicativo de la subfertilidad masculina independientemente de que los parámetros del análisis seminal sean normales.

3.- La alta fragmentación del ADN espermático   puede comprometer la calidad del embrión, ocasionar una menor tasa de implantación y dar lugar a una alta tasa de abortos. Así como anomalías en los recién nacidos.

Actualmente, se han desarrollado ocho métodos para evaluar la Fragmentación del ADN Espermático (SDF, en inglés Sperm DNA Fragmentation). Siendo los métodos  más utilizados SCSA,Sperm Chromatin Structure Assay ), el desoxinucleótido terminal Trifosfato de desoxiuridina mediado por transferasa etiquetado de extremo de nick (TUNEL), el COMET y la prueba de dispersión de cromatina espermática (SCD), que permiten calcular el Índice de ADN Fragmentado (IDF)

Si bien,  cada una de las pruebas evalúa el daño del ADN espermático,  cada análisis mide un aspecto ligeramente diferente del daño del ADN, por lo tanto no son equivalentes y es fundamental entender cómo cada prueba proporciona los resultados. Evidentemente, cada test presenta una serie de ventajas y desventajas.

Los test SDF deben incorporarse a la rutina clínica, si bien cada laboratorio, aplicando un ensayo determinado, obtendrá sus puntos de corte  de SDF y serán diferentes de otro laboratorio.

Las indicaciones para realizar los test de análisis espermático en la práctica clínica son resumidamente:

  • Fallo en FIV y/o ICSI. En aquellos casos de fallo recurrente de embarazo la realización de SDF puede indicar que el uso de los espermatozoides testiculares en ICSI, sea más conveniente que el uso de los espermatozoides del eyaculado en casos de oligozoospermia, fallo de FIV o alto IDF.
  • Infertilidad inexplicada/ pérdida de gestación recurrente/fallo de  inseminación intrauterina (IUI). La realización del test SDF permite detectar aquellos casos con un altoIDF asociados a perdidas gestacionales recurrente o fallo de IUI, con lo cual se puede sugerir a las pacientes, como próximo tratamiento la FIV o ICSI.
  • Varicocele. El test SDF se debe realizar en varones que mediante análisis de semen convencional presenten un grado de varicocele 2 o 3  con parámetros de semen normales y en aquellos pacientes grado 1 con parámetros de semen límite / anormal
  • La SDF se ve afectada por el estilo de vida actual y los malos hábitos como es el tabaco; la obesidad; la exposición a tóxicos ocupacionales o ambientales; exposición a productos químicos ambientales, contaminantes organocloros y Bisphenol.  Hombres con análisis de semen limite/anormal  expuestos a factores de riesgo en su estilo de vida, pueden modificar mediante programas educativos, medioambientales, nutricionales, realizando ejercicio moderado y apoyo psicológico, su nivel de SDF
  • También es necesario tener cuidado en el manejo de las muestras en el laboratorio de FIV, pues se puede provocar un aumento de los niveles de SDF.

Los test de SDF permiten detectar el grado de alteración o rotura en el ADN espermático y en consecuencia buscar la alternativa más apropiada, como emplear espermatozoides del eyaculado, la toma de antioxidantes durante varios meses o si fuera preciso,  cambiar la técnica de fecundación empleada, etc. Cada día estas metodologías avanzan a gran velocidad. Sin ir más lejos, el año pasado el equipo de Ashok Agarwal y cols., (Agarwal et al., 2020) han publicado un artículo de revisión sobre la fragmentación del ADN y una guía para clínicos. Esto permitirá un mayor conocimiento sobre el tema y tratamientos más personalizados.

Victoria

No consigo quedar embrazada ¿Cuándo debo acudir al médico?


El saber acudir al especialista en el momento adecuado es fundamental para poder obtener el resultado deseado.

En una entrada anterior hemos tratado a quién acudir cuando no se consigue un embarazo. En primer lugar, a nuestro médico de cabecera y si no se consigue la deseada gestación, será necesario acudir a un centro especializado en reproducción asistida humana.

No obstante, hay un indicador fundamental que nos va a guiar para elegir la alternativa más conveniente: la edad, tanto de la mujer como la de su pareja, si la tiene. No es lo mismo que ambos miembros de la pareja tengan más o menos la misma edad, y sean jóvenes, a que haya una gran diferencia de edad siendo ella la más joven o cuando es él el más joven o cuando ambos miembros de la pareja tienen una edad avanzada, reproductivamente hablando. Podemos resumirlo diciendo que la combinación de las edades de ambos miembros de la pareja va a determinar la probabilidad de embarazo.

Centrándonos en la edad de la mujer, siempre y cuando no exista ningún tipo de patología como por ejemplo períodos irregulares, endometriosis, síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), o que haya sufrido múltiples abortos espontáneos, en cuyo caso la visita al ginecólogo debería realizarse a la mayor brevedad.

  • Si la mujer es joven (<30 años), la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) recomienda que si tras dos años de relaciones sin usar ningún medio contraceptivo, deberían consultar con su médico.
  • Cuando la mujer tiene entre 30-35 años es recomendable no esperar más de un año.
  • Por encima de los 35 años se debería acudir al especialista a los seis meses de no conseguir el embarazo.

En la tabla siguiente podemos ver cómo están relacionados con la edad de la mujer, en el ciclo natural, la tasa de embarazo, aborto y riesgo de síndrome de Down.

¿Qué ocurre con la edad del varón?

La edad del varón va cobrando también tiene su importancia, frente a lo que se pensaba hasta hace poco, ya que se ha observado que a partir de los 40 años empieza a existir un descenso en la calidad seminal y como consecuencia un descenso de su fertilidad natural. Este hecho, se relaciona principalmente con hombres que viven en poblaciones más industrializadas y/o con un estilo de vida poco saludable. Junto a los riesgos de baja fecundación, por la edad del varón, se ha apreciado una mayor tasa de aborto, un mayor número de anomalías genéticas y
también se ha asociado con otros resultados reproductivos adversos. Por todo ello, algunos grupos aconsejan realizar, cuando el varon tiene una edad elevada, un diagnóstico genético preimplantacional

En  el siguiente gráfico se puede observar como desciende la tasa de fertilidad con  la edad tanto en el hombre como en la mujer.

Comentario final

En respuesta a la pregunta del enunciado, siempre que haya un proyecto reproductivo es necesario consultarlo con el clínico. Hay que estudiar el origen de esa infertilidad y la edad es un factor limitante ya que la probabilidad de tener un hijo es mucho mayor para las mujeres menores de 35 años y los hombres menores de 40 años que para las mujeres y hombres de mayor edad.

Victoria.

¿Es posible potenciar la calidad espermática?

A pesar de toda la información disponible sobre la necesidad de vigilar el estilo de vida para estar saludable, y en particular si se quiere ser padre, parece que los hombres no se acaban de concienciar sobre que ellos también tienen que cuidarse.

La manera más sencilla de valorar la calidad seminal es mediante la realización de un seminograma. El estudio cualitativo y cuantitativo del líquido seminal (eyaculado) ofrece información sobre la presencia o no de espermatozoides; si tienen movimiento (de qué manera y en qué grado), su recuento; cómo son morfológicamente; en caso de observar un gran número de espermatozoides inmóviles, determinar si se encuentran vivos o no, entre otra serie de parámetros. Dichos valores son los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2010).

Determinados parámetros como concentración espermática, movilidad de los espermatozoides y morfología de los mismos puede verse afectados por una serie de factores medioambientales. .Dichos factores, cuando se plantea  la posibilidad de ser padre,  deben ser detectados y modificados ya que pueden ayudar a mejorar la calidad seminal, siempre que no se  tenga alguna patología que sea el origen del semen alterado.

¿Qué se puede modificar en el estilo de vida que potencie la calidad espermática?

Los factores más sobresalientes que se ha demostrado influyen en la calidad seminal son:

  • Mantener un peso saludable, desde el punto de salud reproductiva es fundamental. Se han publicado diversos trabajos en los que  se constata que a un mayor Índice de Masa Corporal (IMC), disminuye la calidad espermática. Uno de los trabajos más recientes, realizado por el Dr.  Gou y su equipo en el  2017, a partir de una revisión sistemática con  meta análisis confirma que la obesidad influye negativamente en la fertilidad masculina.
  • Relacionado con el punto anterior está el llevar una dieta equilibrada, por ejemplo la dieta mediterránea, donde las frutas y verduras deben estar muy presentes debido a su  alto contenido de antioxidantes (vitaminas A, C y E; carotenos; polifenoles, etc), los cuales favorecen un ambiente óptimo, reducen el estrés oxidativo, para la producción y desarrollo de  los espermatozoides.
  • Realizar ejercicio moderado lo cual va a favorecer  una reducción de peso y  del estrés, favoreciendo la mejora de la calidad espermática. Sinembargo, se debe evitar el ejercicio intenso ya que puede afectar la concentración espermática, movilidad y morfología normal de los espermatozoides según sugiere la bibliografía actual.
  • Precaución en las relaciones sexuales, hay que evitar las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), usando siempre el preservativo y realizando análisis completos de ETS si se mantienen relaciones sexuales de riesgo.
  • Mantener a raya el estrés, ya que respecto a la vida reproductiva tiene un gran impacto ya que disminuye el deseo sexual y puede llegar a alterar la producción hormonal necesaria en la formación de los espermatozoides. Por lo tanto prácticas deportivas moderadas y la meditación son muy aconsejables para mantener el equilibrio emocional.

 

 

Además existen otros factores de riesgo a tener en cuenta en la vida diaria, ya que existe evidencia científica sobre su efecto dañino sobre la calidad seminal:

  • El fumar un alto número de cigarrillos diariamente (>20cigarrillos /día)
  • La ingesta elevada de alcohol (> 40g /día)
  • Más allá de tener el hábito de fumar o de beber, se ha comprobado que existe un efecto sumatorio si se tienen ambos hábitos, fumar y beber en exceso, que  influyen muy negativamente sobre la calidad seminal.
  • Consumo de drogas (marihuana, cocaína, esteroides anabolizantes, etc.) alteran la regulación hormonal, dañan la estructura testicular y la funcionalidad de los espermatozoides.
  • Mantener el escroto a una temperatura baja evitando el uso de ropa ceñida; no estar mucho tiempo sentado; evitar la sauna y exposición a radiaciones electromagnéticas (móvil, ordenador)

Todos estos factores en función de su duración y severidad de exposición a los mismos pueden  ser más o menos perjudícales.

Por último, no está de más recordar que en caso de enfermedad oncológica, antes de ser sometido a tratamiento con quimio o radioterapia es aconsejable consultar con el especialista  la posibilidad de congelar muestras seminales, ya que dependiendo del tratamiento podrían verse afectados los espermatozoides o acontecer una infertilidad permanente.

Inicialmente, cuando una pareja se plantea  ser padres ambos deben valorar su  estilo de vida  y adquirir hábitos saludables. Si  tras más de un año intentando tener hijos no lo consigue deberían acudir a su médico para que  analice su caso y si fuera necesario acudir a un especialista en infertilidad que intentará mediante diversos estudios descubrir la raíz del problema.

Si estás pensando en ser padre o estás en ello, anímate a cambiar tu estilo de vida. Pequeños cambios pueden dar grandes resultados.

Victoria