Estilo de vida y Fertilidad

En Firmas Invitadas procuramos traer expertos que nos hablen sobre diversos temas, muchos de ellos abordados en nuestro blog @victoriainvitro. En esta ocasión, me siento muy afortunada de contar con la colaboración de una detacada profesional, Laura Seco Blanco. Ella tiene la cualidad de abarcar dos vertientes que, hoy por hoy, van de la mano, es Embrióloga y Dietista. Además, es cofundadora de la Escuela de Salud Femenina KOREN Salud. Nos va a comentar cómo influye el estilo de vida en la fertilidad, y en concreto, nos señala 4 importantes mecanismos que influyen sobre la salud reproductiva.

Laura Seco Blanco.
Embrióloga y Dietista. Cofundadora de la Escuela de Salud Femenina KOREN Salud
https://lauraseco.com

ESTILO DE VIDA Y FERTILIDAD.

Todos sabemos de la importancia que tiene un estilo de vida saludable en la salud de nuestro organismo, pero ¿Realmente sabemos los mecanismos fisiológicos a través de los cuáles actúa nuestro estilo de vida en nuestra salud hormonal?

Sabemos que las recomendaciones de guías médicas nos instan a comer frutas y verduras, proteína de buena calidad y carbohidratos presentes en alimentos saludables, evitando los ultraprocesados y productos llenos de grasas trans y azúcares refinados. Hoy desgranamos el porqué de la recomendación de un buen estilo de vida si queremos mejorar nuestra fertilidad.

Definimos 4 mecanismos importantes y con gran evidencia que afectan a nuestra salud reproductiva.

El primero es cómo nuestro estilo de vida y en concreto la alimentación y el estrés por ejemplo actúan a nivel de la secreción hormonal. De manera que si incluimos estresores que afectan a nuestro nivel energético como puede ser una baja densidad energética (consumo de calorías inferior a nuestras necesidades que produce un déficit calórico) o un exceso de estrés crónico físico o emocional puede desencadenar consecuencias al nivel de secreción de los pulsos de GnRH generados en el hipotálamo condicionando el eje hipotálamo-hipófisis-gónada y disminuyendo nuestra secreción hormonal. La situación fisiológica más conocida en este sentido es la amenorrea hipotalámica funcional, la falta de menstruación por una deficiencia energética que bloquea el eje hormonal femenina. Pero no nos olvidemos que el eje es el mismo en el caso de los varones, por lo que esa misma deficiencia energética puede actuar en la fertilidad masculina condicionando la secreción de testosterona por alteración de la secreción de la GnRH y su impacto en la hipófisis y el testículo lo que conlleva una reducción de los parámetros seminales.

Otro de los mecanismos a través de los cuales el estilo de vida actúa en la salud hormonal es a través de la densidad nutricional. La densidad nutricional se define como la cantidad de nutrientes por caloría. Es decir, no sólo importa una buena densidad energética sino también que la disponibilidad de nutrientes sea correcta. Los alimentos con alta densidad nutricional están llenos de micronutrientes como vitaminas, minerales, antioxidantes y polifenoles, esenciales para la salud fértil femenina y masculina, pues son cofactores de muchas reacciones fisiológicas importantes y también de gestionar el estrés oxidativo, tercer mecanismo importante a través del cual actúa el estilo de vida en la fertilidad.

El estrés oxidativo se produce cuando existe un desequilibrio en la producción de radicales libres y la capacidad antioxidante. Los radicales libres son especies altamente reactivas de oxígeno y nitrógeno producidas en reacciones fisiológicas que tienen electrones libres y buscan unirse a otras moléculas y los antioxidantes son esas moléculas que les van a prestar esos electrones, de manera que los inactivan para que no se unan a otras moléculas importantes como proteínas, lípidos o ADN. En condiciones fisiológicas, los radicales libres tienen un rol importante en funciones celulares normales (infecciones, señalización intercelular, maduración de gametos y fecundación…)

El problema aparece cuando la capacidad antioxidante es baja o la producción de radicales libres excesiva (edad, mala alimentación, infecciones, tóxicos, estrés, inflamación crónica…) entonces se produce ese estrés oxidativo responsable de alteración del ADN de ambos gametos (ovocitos y espermatozoides), se asocia con dificultad en la reanudación de la meiosis del ovocito y madurez final, con alteraciones en composición del líquido folicular que condicionan la calidad del ovocito y del folículo y con consecuencias en la producción de hormonas esteroideas.

Y el último mecanismo que aquí definimos es el impacto del estilo de vida en la inflamación, más concretamente en la inflamación crónica (no fisiológica). Tenemos que distinguir esa inflamación aguda fisiológica que interviene en procesos como la ovulación o la menstruación y que será resuelta con los mecanismos del organismo de una inflamación crónica que no es resuelta y se mantiene de manera que produce marcadores inflamatorios en niveles constantes que podrán unirse a receptores en tejidos produciendo un ambiente inflamatorio sistémico. La inflamación crónica se ve agudizada por una mala alimentación, infecciones, estrés oxidativo, sedentarismo o exceso de ejercicio, estrés emocional, tóxicos, patologías crónicas (SOP, endometriosis, varicocele, disbiosis…) y conlleva de nuevo daños a nivel calidad y funcionalidad de ambos gametos, condicionando incluso calidad embrionaria e implantación.

Nos hemos quedado muy en la superficie de los mecanismos a través de los cuales el estilo de vida actúa en la fertilidad, ahondar en ellos y generar un mayor nivel de evidencia científica será indispensable para avanzar en cómo abordar la fertilidad femenina y masculina de una manera más individual y con una medicina de mayor precisión que acompañe tanto en la búsqueda natural como en los tratamientos de reproducción asistida.

Espero que os haya resultados de interés. Leo vuestros comentarios

Victoria

BIBLIOGRAFIA

Environment, lifestyle and infertility – An inter-generational issue Article  in  Nature Medicine · October 2002 DOI: 10.1038/nm-fertilityS33

GnRH activity regulation. Kisspeptin/GPR54 and GnIH/GPR147 systems. Alberto Romeu. Rev Iberoam Fert Rep Hum ⁄ Vol. 33 nº 3 Julio-Agosto-Septiembre 2016

Dada, R., & Bisht, S. (2017). Oxidative Stress and Male Infertility. Male Infertility: Understanding, Causes and Treatment, 151–165. doi:10.1007/978-981-10-4017-7_10

Banerjee P, Bhattacharya J (2019) Impact of Oxidative Stress on Infertility, with emphasis on infertility management strategies. Glob J Fertil Res 4(1): 010-018. DOI: http://dx.doi.org/10.17352/gjfr.000012

Oxidative Stress and Toxicity in Reproductive Biology and Medicine. https://doi.org/10.1007/978-3-030-89340-8

Koninckx PR, Fernandes R, Ussia A, Schindler L, Wattiez A, Al-Suwaidi S, Amro B, Al-Maamari B, Hakim Z and Tahlak M (2021) Pathogenesis Based Diagnosis and Treatment of Endometriosis. Front. Endocrinol. 12:745548. doi: 10.3389/fendo.2021.745548

Snider AP, Wood JR. Obesity induces ovarian inflammation and reduces oocyte quality. Reproduction. 2019 Sep;158(3):R79-R90. doi: 10.1530/REP-18-0583. PMID: 30999278.

Agarwal A, Rana M, Qiu E, AlBunni H, Bui AD, Henkel R. Role of oxidative stress, infection and inflammation in male infertility. Andrologia. 2018 Dec;50(11):e13126. doi: 10.1111/and.13126. PMID: 30569652.

Dutta, S.; Sengupta, P.; Slama, P.; Roychoudhury, S. Oxidative Stress, Testicular Inflammatory Pathways, and Male Reproduction. Int. J. Mol. Sci. 2021, 22, 10043. https://doi.org/10.3390/ ijms221810043

¿Sabías que la infertilidad masculina puede ser un biomarcador de salud del varón?

En todo el mundo son diagnosticados con infertilidad por factor masculino, alrededor de un 8% de los hombres, causa que forma parte en el 30-50% de las parejas que acuden a consulta para valorar su fertilidad.

En los últimos años, los nuevos avances científicos, están permitiendo que algunos equipos propongan que el estudio de la infertilidad masculina podría considerarse como un biomarcador de la salud masculina en general. Si bien, aunque esta asociación sigue sin estar clara y es necesario realizar más estudios, es una visión que os quiero presentar.

Ciertamente, se ha observado que la coexistencia de dos o más enfermedades en un mismo individuo, generalmente relacionadas (comorbilidad) está en relación inversa a la calidad seminal, de manera que a una mayor comorbilidad menor calidad del semen. Esto ha planteado que, en la atención al paciente, se debería valorar la relación bidireccional entre la infertilidad masculina y la salud masculina

¿Y esto que significa? 

Cuando un paciente infértil acude a consulta, la historia médica detallada, valoración del semen y análisis/ pruebas adicionales, van a aportar una información valiosa que va más allá de la calidad seminal o si se dispone de unos pocos de espermatozoides para realizar una ICSI.

En la tabla siguiente, a modo de ejemplo, se muestra la relación entre factores/causas, manifestaciones clínicas e infertilidad masculina.

De los casos recogidos en la tabla, para poder entender esa relación bidireccional entre infertilidad – salud general, tomemos, por ejemplo, el estudio de las microdeleciones del cromosoma Y. La salud se puede ver afectada por las microdeleciones del cromosoma Yq, ya que estos genes también se expresan en el cerebro, el estómago y vías urinarias. Esto es, una gran parte del genoma está involucrada con la fertilidad, por lo que los genes involucrados en la reproducción también pueden expresarse en otros tipos de células. Además, las alteraciones epigenéticas pueden conducir a cambios globales en la expresión, afectando la espermatogénesis, así como a otras funciones del cuerpo.

El hecho de emplear como biomarcador de salud la infertilidad se debe a que existen evidencias de que un diagnóstico de infertilidad masculina se asocia con el riesgo futuro de enfermedad, incluido riesgo de hipogonadismo, riesgo de enfermedades oncológicas, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes; enfermedades autoinmunes y mortalidad, con el consiguiente impacto psicológico y económico.

Por lo tanto, se plantea la evaluación de la fertilidad masculina como una oportunidad para mejorar la salud del paciente más allá de su proyecto reproductivo. No debería quedar limitado el estudio del varón a un análisis de semen anormal y emplear la técnica de reproducción asistida más adecuada a su caso. Sino que se debería derivar al paciente hacia un estudio integral multidisciplinar para valorar su salud, donde reciba el tratamiento adecuado y asesoramiento sobre el estilo de vida, nutrición, prevención, cómo manejar las enfermedades crónicas y mantener un buen estado de salud general.

¿Qué opinas sobre este tema?

Victoria

Fragmentación de ADN espermático y su relación con la Fertilidad.

Mediante el análisis de semen convencional, que ya hemos tratado en varias entradas del blog, se evalúan diversos parámetros, siendo los más importantes la concentración (número), movilidad, morfología y vitalidad de los espermatozoides (características fisiológicas). Podríamos decir, de manera figurativa, que los espermatozoides son como un “transportador”,  que han de tener unas determinadas características que los definan como normales. Sin embargo, sólo con el estudio externo de los espermatozoides no se obtiene toda la información del mismo, es necesario examinar el “material transportado”, es decir, la integridad de su material genético (ADN). En el siguiente esquema se pueden ver de forma simplificada los diferentes estudios para valorar la calidad de los espermatozoides. Figura I

Fig I.- En el estudio del semen se pueden diferenciar el análisis seminal según la Organización Mundical de la Salud (OMS,2010) y se completa con el análisis genético. Dentro de las difrentes pruebas en imagen, una doble cadena de ADN normal A y en la imagen B otra rotura de una cadena de ADN (flecha)

La fragmentación o daño del ADN espermático, hace referencia a las roturas en la cadena del material genético, cuyo origen puede ser provocado por factor intrínsecos, alteraciones en la formación de los espermatozoides ( a nivel testicular y postesticular) o extrínsecos (radiaciones, quimioterapia, calor, exposición a tóxicos, drogas). La cadena de ADN, consta de dos cadenas que pueden estar afectada de dos formas:

  1. Roturas que se limitan a una sola cadena de ADN
  2. Roturas que afectan a las dos cadenas de ADN.


Factores internos y externos que afectan al ADN espermático.

Evidentemente, un mayor daño en el ADN de los espermatozoides va a tener un impacto negativo importante, que será mayor si la alteración del material genético no ha sido diagnosticada, afectando a los siguientes aspectos:

1.-  El potencial de fertilidad de los espermatozoides, in vivo e in vitro, se traduce en menor tasa de fecundación.

2.- El daño del ADN espermático es indicativo de la subfertilidad masculina independientemente de que los parámetros del análisis seminal sean normales.

3.- La alta fragmentación del ADN espermático   puede comprometer la calidad del embrión, ocasionar una menor tasa de implantación y dar lugar a una alta tasa de abortos. Así como anomalías en los recién nacidos.

Actualmente, se han desarrollado ocho métodos para evaluar la Fragmentación del ADN Espermático (SDF, en inglés Sperm DNA Fragmentation). Siendo los métodos  más utilizados SCSA,Sperm Chromatin Structure Assay ), el desoxinucleótido terminal Trifosfato de desoxiuridina mediado por transferasa etiquetado de extremo de nick (TUNEL), el COMET y la prueba de dispersión de cromatina espermática (SCD), que permiten calcular el Índice de ADN Fragmentado (IDF)

Si bien,  cada una de las pruebas evalúa el daño del ADN espermático,  cada análisis mide un aspecto ligeramente diferente del daño del ADN, por lo tanto no son equivalentes y es fundamental entender cómo cada prueba proporciona los resultados. Evidentemente, cada test presenta una serie de ventajas y desventajas.

Los test SDF deben incorporarse a la rutina clínica, si bien cada laboratorio, aplicando un ensayo determinado, obtendrá sus puntos de corte  de SDF y serán diferentes de otro laboratorio.

Las indicaciones para realizar los test de análisis espermático en la práctica clínica son resumidamente:

  • Fallo en FIV y/o ICSI. En aquellos casos de fallo recurrente de embarazo la realización de SDF puede indicar que el uso de los espermatozoides testiculares en ICSI, sea más conveniente que el uso de los espermatozoides del eyaculado en casos de oligozoospermia, fallo de FIV o alto IDF.
  • Infertilidad inexplicada/ pérdida de gestación recurrente/fallo de  inseminación intrauterina (IUI). La realización del test SDF permite detectar aquellos casos con un altoIDF asociados a perdidas gestacionales recurrente o fallo de IUI, con lo cual se puede sugerir a las pacientes, como próximo tratamiento la FIV o ICSI.
  • Varicocele. El test SDF se debe realizar en varones que mediante análisis de semen convencional presenten un grado de varicocele 2 o 3  con parámetros de semen normales y en aquellos pacientes grado 1 con parámetros de semen límite / anormal
  • La SDF se ve afectada por el estilo de vida actual y los malos hábitos como es el tabaco; la obesidad; la exposición a tóxicos ocupacionales o ambientales; exposición a productos químicos ambientales, contaminantes organocloros y Bisphenol.  Hombres con análisis de semen limite/anormal  expuestos a factores de riesgo en su estilo de vida, pueden modificar mediante programas educativos, medioambientales, nutricionales, realizando ejercicio moderado y apoyo psicológico, su nivel de SDF
  • También es necesario tener cuidado en el manejo de las muestras en el laboratorio de FIV, pues se puede provocar un aumento de los niveles de SDF.

Los test de SDF permiten detectar el grado de alteración o rotura en el ADN espermático y en consecuencia buscar la alternativa más apropiada, como emplear espermatozoides del eyaculado, la toma de antioxidantes durante varios meses o si fuera preciso,  cambiar la técnica de fecundación empleada, etc. Cada día estas metodologías avanzan a gran velocidad. Sin ir más lejos, el año pasado el equipo de Ashok Agarwal y cols., (Agarwal et al., 2020) han publicado un artículo de revisión sobre la fragmentación del ADN y una guía para clínicos. Esto permitirá un mayor conocimiento sobre el tema y tratamientos más personalizados.

Victoria

No consigo quedar embrazada ¿Cuándo debo acudir al médico?


El saber acudir al especialista en el momento adecuado es fundamental para poder obtener el resultado deseado.

En una entrada anterior hemos tratado a quién acudir cuando no se consigue un embarazo. En primer lugar, a nuestro médico de cabecera y si no se consigue la deseada gestación, será necesario acudir a un centro especializado en reproducción asistida humana.

No obstante, hay un indicador fundamental que nos va a guiar para elegir la alternativa más conveniente: la edad, tanto de la mujer como la de su pareja, si la tiene. No es lo mismo que ambos miembros de la pareja tengan más o menos la misma edad, y sean jóvenes, a que haya una gran diferencia de edad siendo ella la más joven o cuando es él el más joven o cuando ambos miembros de la pareja tienen una edad avanzada, reproductivamente hablando. Podemos resumirlo diciendo que la combinación de las edades de ambos miembros de la pareja va a determinar la probabilidad de embarazo.

Centrándonos en la edad de la mujer, siempre y cuando no exista ningún tipo de patología como por ejemplo períodos irregulares, endometriosis, síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), o que haya sufrido múltiples abortos espontáneos, en cuyo caso la visita al ginecólogo debería realizarse a la mayor brevedad.

  • Si la mujer es joven (<30 años), la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) recomienda que si tras dos años de relaciones sin usar ningún medio contraceptivo, deberían consultar con su médico.
  • Cuando la mujer tiene entre 30-35 años es recomendable no esperar más de un año.
  • Por encima de los 35 años se debería acudir al especialista a los seis meses de no conseguir el embarazo.

En la tabla siguiente podemos ver cómo están relacionados con la edad de la mujer, en el ciclo natural, la tasa de embarazo, aborto y riesgo de síndrome de Down.

¿Qué ocurre con la edad del varón?

La edad del varón va cobrando también tiene su importancia, frente a lo que se pensaba hasta hace poco, ya que se ha observado que a partir de los 40 años empieza a existir un descenso en la calidad seminal y como consecuencia un descenso de su fertilidad natural. Este hecho, se relaciona principalmente con hombres que viven en poblaciones más industrializadas y/o con un estilo de vida poco saludable. Junto a los riesgos de baja fecundación, por la edad del varón, se ha apreciado una mayor tasa de aborto, un mayor número de anomalías genéticas y
también se ha asociado con otros resultados reproductivos adversos. Por todo ello, algunos grupos aconsejan realizar, cuando el varon tiene una edad elevada, un diagnóstico genético preimplantacional

En  el siguiente gráfico se puede observar como desciende la tasa de fertilidad con  la edad tanto en el hombre como en la mujer.

Comentario final

En respuesta a la pregunta del enunciado, siempre que haya un proyecto reproductivo es necesario consultarlo con el clínico. Hay que estudiar el origen de esa infertilidad y la edad es un factor limitante ya que la probabilidad de tener un hijo es mucho mayor para las mujeres menores de 35 años y los hombres menores de 40 años que para las mujeres y hombres de mayor edad.

Victoria.

¿Es posible potenciar la calidad espermática?

A pesar de toda la información disponible sobre la necesidad de vigilar el estilo de vida para estar saludable, y en particular si se quiere ser padre, parece que los hombres no se acaban de concienciar sobre que ellos también tienen que cuidarse.

La manera más sencilla de valorar la calidad seminal es mediante la realización de un seminograma. El estudio cualitativo y cuantitativo del líquido seminal (eyaculado) ofrece información sobre la presencia o no de espermatozoides; si tienen movimiento (de qué manera y en qué grado), su recuento; cómo son morfológicamente; en caso de observar un gran número de espermatozoides inmóviles, determinar si se encuentran vivos o no, entre otra serie de parámetros. Dichos valores son los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2010).

Determinados parámetros como concentración espermática, movilidad de los espermatozoides y morfología de los mismos puede verse afectados por una serie de factores medioambientales. .Dichos factores, cuando se plantea  la posibilidad de ser padre,  deben ser detectados y modificados ya que pueden ayudar a mejorar la calidad seminal, siempre que no se  tenga alguna patología que sea el origen del semen alterado.

¿Qué se puede modificar en el estilo de vida que potencie la calidad espermática?

Los factores más sobresalientes que se ha demostrado influyen en la calidad seminal son:

  • Mantener un peso saludable, desde el punto de salud reproductiva es fundamental. Se han publicado diversos trabajos en los que  se constata que a un mayor Índice de Masa Corporal (IMC), disminuye la calidad espermática. Uno de los trabajos más recientes, realizado por el Dr.  Gou y su equipo en el  2017, a partir de una revisión sistemática con  meta análisis confirma que la obesidad influye negativamente en la fertilidad masculina.
  • Relacionado con el punto anterior está el llevar una dieta equilibrada, por ejemplo la dieta mediterránea, donde las frutas y verduras deben estar muy presentes debido a su  alto contenido de antioxidantes (vitaminas A, C y E; carotenos; polifenoles, etc), los cuales favorecen un ambiente óptimo, reducen el estrés oxidativo, para la producción y desarrollo de  los espermatozoides.
  • Realizar ejercicio moderado lo cual va a favorecer  una reducción de peso y  del estrés, favoreciendo la mejora de la calidad espermática. Sinembargo, se debe evitar el ejercicio intenso ya que puede afectar la concentración espermática, movilidad y morfología normal de los espermatozoides según sugiere la bibliografía actual.
  • Precaución en las relaciones sexuales, hay que evitar las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), usando siempre el preservativo y realizando análisis completos de ETS si se mantienen relaciones sexuales de riesgo.
  • Mantener a raya el estrés, ya que respecto a la vida reproductiva tiene un gran impacto ya que disminuye el deseo sexual y puede llegar a alterar la producción hormonal necesaria en la formación de los espermatozoides. Por lo tanto prácticas deportivas moderadas y la meditación son muy aconsejables para mantener el equilibrio emocional.

 

 

Además existen otros factores de riesgo a tener en cuenta en la vida diaria, ya que existe evidencia científica sobre su efecto dañino sobre la calidad seminal:

  • El fumar un alto número de cigarrillos diariamente (>20cigarrillos /día)
  • La ingesta elevada de alcohol (> 40g /día)
  • Más allá de tener el hábito de fumar o de beber, se ha comprobado que existe un efecto sumatorio si se tienen ambos hábitos, fumar y beber en exceso, que  influyen muy negativamente sobre la calidad seminal.
  • Consumo de drogas (marihuana, cocaína, esteroides anabolizantes, etc.) alteran la regulación hormonal, dañan la estructura testicular y la funcionalidad de los espermatozoides.
  • Mantener el escroto a una temperatura baja evitando el uso de ropa ceñida; no estar mucho tiempo sentado; evitar la sauna y exposición a radiaciones electromagnéticas (móvil, ordenador)

Todos estos factores en función de su duración y severidad de exposición a los mismos pueden  ser más o menos perjudícales.

Por último, no está de más recordar que en caso de enfermedad oncológica, antes de ser sometido a tratamiento con quimio o radioterapia es aconsejable consultar con el especialista  la posibilidad de congelar muestras seminales, ya que dependiendo del tratamiento podrían verse afectados los espermatozoides o acontecer una infertilidad permanente.

Inicialmente, cuando una pareja se plantea  ser padres ambos deben valorar su  estilo de vida  y adquirir hábitos saludables. Si  tras más de un año intentando tener hijos no lo consigue deberían acudir a su médico para que  analice su caso y si fuera necesario acudir a un especialista en infertilidad que intentará mediante diversos estudios descubrir la raíz del problema.

Si estás pensando en ser padre o estás en ello, anímate a cambiar tu estilo de vida. Pequeños cambios pueden dar grandes resultados.

Victoria