La sexta edición del manual de la OMS sobre el análisis de semen. II Desaparición de la nomenclatura de calidad seminal e interpretación de los resultados del análisis de semen.

Dr. José Luis Girela López
Profesor de Biología Celular en la Universidad de Alicante.
Director del Máster en Medicina Reproductiva UA-IB.
Presidente del Grupo de Interés en Andrología GIA de ASEBIR.

A principios de noviembre, en FIRMAS INVITADAS el Dr. José Luis Girela López, nos presentó las novedades en la sexta edición del manual de la OMS sobre el análisis de semen. Dado que es un tema muy interesante y extenso, lo dividimos en dos entradas: I. Poniendo orden en el laboratorio de Andrología, que ya vimos y hoy trataremos, II Desaparición de la nomenclatura de calidad seminal e interpretación de los resultados del análisis de semen.

La desaparición de la nomenclatura de calidad seminal.

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención es la desaparición de la nomenclatura clásica con la que se describían las alteraciones en los parámetros seminales. Me refiero concretamente a términos habituales en el ámbito de la andrología como la oligozoospermia, la astenozoospermia o la teratozoospermia. Lo cierto es que, pese a su popularización en el análisis de semen, dichos términos carecían de una base científica, e incluso se podría decir que desde un punto de vista gramatical son completamente incorrectos (Grimes & Lopez, 2007).

Dichos términos fueron establecidos en una reunión de un pequeño grupo de expertos en andrología celebrada en Hamburgo en el año 1970 (Eliasson et al., 1970). En dicha reunión se estableció el termino -spermia para referirse al volumen de la muestra de semen y -zoospermia para referirse a los espermatozoides de la muestra de semen. A estos términos se les añadía una serie de prefijos para describir las características que presentaban. Por ejemplo, una muestra con bajo volumen presentaba hipospermia y una muestra con un recuento espermático bajo oligozoospermia.

La realidad es que su uso, desde un punto de vista puramente científico, carece de sentido, al tratarse de términos arbitrarios que se han mantenido pese a que los valores de referencia de los parámetros seminales han ido modificándose en las diferentes ediciones del manual de la OMS. Además, el uso de nomenclaturas dicotómicas para describir variables continuas no es aceptable, y ha inducido a numerosos errores de interpretación en la valoración de la capacidad fértil del varón.

Pese a estos argumentos, es difícil pensar que su uso vaya a desaparecer de la práctica cotidiana, aunque este deberá ser justificado por cada laboratorio, estableciendo que valores de corte utiliza para incluir un individuo en una de estas categorías.

La interpretación de los resultados del análisis de semen.

Este es uno de los aspectos más controvertidos de la nueva edición del manual de la OMS, que genera numerosas dudas, y que no tiene una fácil explicación. En las primeras ediciones, de la 1 a la 3, se hablaba de valores de normalidad en las muestras seminales, en base a los estudios de MacLeod en los que comparaba parámetros seminales de varones fértiles (cuyas mujeres estaban embarazadas) y varones de parejas infértiles (MacLeod & Wang, 1979). La 4ª edición modificó el término “normal” por valores de referencia, aunque estos provenían de los mismos estudios.

En la 5ª edición se sustituyen los valores clásicos por rangos de referencia basados en datos in vivo de estudios en los que se analizaba a varones fértiles, cuyas mujeres habían quedado embarazadas en un máximo de 12 meses tras cesar métodos anticonceptivos. Se tuvieron en cuenta los datos de 1953 muestras seminales, de estudios que abarcaban ocho países en tres continentes (Cooper et al., 2010). Se tomo como límite de referencia el percentil 5 de la distribución obtenida para cada parámetro seminal, indicando claramente que este valor no permitía diferenciar entre varones fértiles e infértiles, pero que servía para determinar que los individuos por debajo de este valor no pertenecían a la población de referencia.

Una de las principales críticas que recibió esta metodología era que varios continentes, y en particular el hemisferio sur, no quedaba suficientemente representado en dicha población de referencia. Es por ello por lo que en la actual edición se ha realizado un esfuerzo por añadir aquellas regiones del planeta que no estaban representadas previamente. En esta 6ª edición, la población de referencia de varones fértiles se ha incrementado a 3500 individuos, representando 12 países y 5 continentes (Campbell et al., 2021). En esta nueva edición, se mantiene el percentil 5 de la distribución de la población de referencia como límite de referencia, e insistiendo en que este valor no debe considerarse como el límite entre varones fértiles e infértiles. La novedad más importante en la interpretación de los resultados de esta edición radica en la sugerencia del establecimiento de límites de decisión basados en los parámetros seminales mostrados, que junto con la evaluación clínica deben determinar las futuras investigaciones o tratamientos a los que debe someterse la pareja.

Referencias bibliográficas:

Campbell, M. J., Lotti, F., Baldi, E., Schlatt, S., Festin, M. P. R., Björndahl, L., … Barratt, C. L. R. (2021). Distribution of semen examination results 2020 – A follow up of data collated for the WHO semen analysis manual 2010. Andrology, 9(3), 817–822.

Cooper, T. G., Noonan, E., von Eckardstein, S., Auger, J., Baker, H. W. G., Behre, H. M., … Vogelsong, K. M. (2010). World Health Organization reference values for human semen characteristics. Human Reproduction Update, 16(3), 231–245.

Eliasson, R., Helinga, F., Lübcke, F., Meyhöfer, W., Niermann, H., Steeno, O., … Andology Club. (1970). Empfehlungen zur Nomenklatur in der Andrologie. Andrologia, 2(4), 186–187.

Grimes, D. A., & Lopez, L. M. (2007). “Oligozoospermia,” “azoospermia,” and other semen-analysis terminology: the need for better science. Fertility and Sterility, 88(6), 1491–1494.

MacLeod, J., & Wang, Y. (1979). Male Fertility Potential in Terms of Semen Quality: A Review of the Past a Study of the Present. Fertility and Sterility, 31(2), 103–116.

Todo nuestro agradecimiento al Dr. Girela por su inetersante punto de vista y estremos pendientes de futuras directrices de la OMS.

Victoria

¿Por qué repetir un análisis de semen?

En la entrada sobre en qué consiste un seminograma, veíamos a grandes rasgos en que consiste un análisis de semen, los parámetros estudiados frente a los valores de referencia (OMS, 2010). A través de este estudio se puede valorar el estado fisiológico reproductivo del varón (espermatogénesis, función epididimaria, eyaculación) y el aspecto clínico del examen del semen nos informa de la posible infertilidad, si el factor masculino está influyendo en la infertilidad y cuál es el diagnostico.

Es por tanto fundamental informar al laboratorio sobre cualquier circunstancia adversa a la hora de obtener la muestra, ya que puede inducir a falsos resultados.  Así, en el caso de perder la primera fracción del eyaculado, se perdería la concentración real de espermatozoides, pues es ahí donde se encuentran, además presenta elementos líquidos y gelatinosos que procede del epidídimo y de los conductos deferentes. En estos casos de muestras incompletas, no se debe hacer el análisis semen.

En el caso de que haya transcurrido mucho tiempo (> 1.30 h) de la obtención de la muestra o que se haya transportado sin estar a la temperatura corporal, los resultados también estarán alterados, pudiendo presentar, por ejemplo, un elevado número de espermatozoides inmóviles.

Es habitual que cuando el laboratorio observa alguna alteración en los resultados o incoherencia entre los resultados analíticos y biológicos, solicite una segunda muestra. Por esta razón vamos a comentar en qué casos se suele repetir un análisis de semen.

¿En qué casos hay que repetir un análisis de semen?

seminograma-victoriainvitroEs necesario comentar que el eyaculado de un mismo hombre a lo largo del año pueda sufrir cambios, de forma que en unos análisis su resultado sea normal y en otros no. Para poder valorar los parámetros seminales en un estudio inicial de la funcionalidad del testículo, es necesario realizar 2 análisis, con intervalo entre ellos de 1-3 semanas. En el caso de no ser semejantes los resultados habría que realizar un tercer análisis de semen.

Si se trata de un estudio básico de esterilidad, con un único análisis cuyo resultado sea normal sería suficiente y se podría descartar el factor masculino. Trabajos recientes, resaltan que la recomendación de analizar una única muestra seminal podría dar lugar a un diagnóstico erróneo del potencial fértil del varón. Aunque los resultados de un único análisis seminal podrían considerarse más fiables o consistentes si están presentes ciertos hábitos saludables.

Mientras que si el resultado está alterado, sería necesario repetirlo entre 1-3 semanas, si el resultado no se confirma, discordante, se debe realizar un tercer análisis.

Otras circunstancias en las que es necesario repetir el análisis de semen:

  1. Cuando se interviene al varón quirúrgicamente o se somete a tratamiento farmacológico para intentar mejorar su calidad de semen. Es necesario que transcurras unos 3 meses, es el tiempo que necesita para la formación y renovación de los espermatozoides (espermatogénesis) que se lleva a cabo en el testículo y requiere de 60-75 días.
  2. Varones jóvenes con varicocele y resultado de análisis de semen normal, es aconsejable que realicen una vigilancia de su calidad seminal mediante un análisis cada 1-2 años.
  3. Tras la realización de la vasectomía se aconseja esperar 2-3 meses como mínimo y/ o tras 20-24 eyaculaciones, para realizar una primera valoración pos vasectomía y repetir dicho análisis a las 2-4 semanas, puede ocurrir:
  • Aparecen espermatozoides móviles, indica que ha habido una recanalización y habrá que repetir la vasectomía.
  • El resultado es de ausencia total de espermatozoides (azoospermia) se pueden abandonar los métodos anticonceptivos.
  • Se observan algunos espermatozoides inmóviles en este segundo análisis, habrá que repetir el análisis de semen cada mes hasta que desaparezcan del eyaculado.

Según la Sociedad Británica de Andrología, si a los 7 meses de la vasectomía no se observan espermatozoides, se pueden abandonar los métodos anticonceptivos. En el caso de observarse espermatozoides inmóviles si estos tienen una concentración > 10.000 espermatozoide inmóvil/ml hay que sospechar un fallo de vasectomía y si la concentración es inferior se pueden abandonar los anticonceptivos.

Espero que te hay resultado interesante y que conozcas que el hecho de repetir un seminograma tiene como finalidad el obtener una información fiable en el análisis de semen. No dudes en aclarar todos tus interrogantes con tu especialista, y si en alguna manera te puedo ayudar, escríbeme.

Victoria

Imagen: Freepick