A propósito de los ovocitos criopreservados.

La incorporación del programa de criopreservación de ovocitos en los laboratorio de fecundación in vitro (FIV), ha sido una herramienta fundamental sin duda alguna. Contar con un buen programa de criopreservación, permite tanto a las pacientes como a los profesionales un mayor número de posibilidades a la hora de buscar un embarazo.

Los ovocitos han sido criopreservados mediante dos metodologías ampliamente usadas: la congelación lenta o la vitrificación. Realmente la vitrificación ha sido toda una revolución con unos resultados muy satisfactorios respecto a la supervivencia ovocitaria. Según los resultados de de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF)  registro de la SEF (2015) la media de supervivencia de los ovocitos de la propia paciente (ovocitos propios) es de un 82.4% y los de ovocitos de donante (ovocitos donados) 86.6%. En este punto hay que ser cautos, ya que no se obtiene un mismo resultado conforme aumenta la edad de la paciente, origen de la infertilidad, etc.

Los resultados obtenidos con ovocitos vitrificado comparados con los ovocitos frescos no presentan grandes diferencias en cuanto a tasa de fecundación, desarrollo embrionario, implantación, y embarazo. En la tabla I se hace una adaptación de los resultados obtenidos en el  registro de la SEF (2015)
Tabla I. Resultados de ovocitos desvitrificados, tanto propios como donados.

En los trabajos publicados hasta la fecha sobre el desarrollo de los niños nacidos de óvulos criopreservados tampoco se ha observado que exista diferencia en cuanto a problemas adversos postnatales respecto a los niños nacidos de óvulos frescos 1, 2

¿Cuándo criopreservar los ovocitos?

Las indicaciones más frecuentes para acudir a la criopreservación de ovocitos son:

  • Pacientes que están siguiendo un ciclo de estimulación ovárica y no van a llegar a la transferencia, por ejemplo debido a una hiperestimulación ovocitaria.
  • Aquellas pacientes que no quieren congelar embriones por algún conflicto ético o religioso.
  • Un número elevado de ovocitos,  permite generar un número reducido de embriones y dejar óvulos criopreservados
  • Por fallo en la obtención de la muestra de semen el día de la punción folicular
  • En casos de baja respuesta ovárica, en donde se requiere varios ciclos para reunir un número suficiente de óvulos.
  • En los casos de donación ovocitaria donde la sincronización de la donante y la receptora no se realiza al mismo tiempo
  • Pacientes oncológicas que se han de someter a tratamiento.
  • Bancos de donantes de óvulos
  • La preservación de la fertilidad, retraso de la maternidad (ausencia de pareja, razones profesionales o económicas)

¿Qué debes saber  sobre la criopreservación de óvulos?

Si bien es cierto que se le está dando una gran difusión a la preservación de la fertilidad, todas las mujeres que quieran criopreservar sus ovocitos por diversas razones, sería recomendable que te informes  y reflexiones sobre varios aspectos:

  • Los pasos a seguir en la criopreservación de óvulos, podemos centrarlos en tres puntos:
    • Estimulación ovárica. El número de estimulaciones a realizar depende del caso que se trate. Si hablamos de una preservación de fertilidad suelen ser 2-3 ciclos.
    • Extracción de los ovocitos. Mediante una punción transvaginal y bajo una suave sedación.
    • Vitrificación de los óvulos maduros. No todos los óvulos extraídos se pueden criopreservar, deben de ser óvulos maduros. Se ha estimado que es necesario criopreservar unos 10 óvulos con una edad inferior a 36 años para conseguir una gestación2.  Mientras que en una población heterogénea, el número de óvulos necesarios que hay que desvitrificar oscila entre 22-30 (depende de cada caso) (Registro SEF, 2015)
  • Acudir a un centro con experiencia y resultados contrastados, ya que a pesar de ser una técnica de rutina en el laboratorio de FIV los resultados varían ostensiblemente entre centros.
  • Analizar las probabilidades reales qué existen en tu caso. Congelar los ovocitos no es garantizar que vayas a poder tener un bebé.
  • La importancia de la edad. No es lo mismo tener 30 años que 38 o 40 años, los óvulos van a envejecer conforme aumenta la edad, de manera que los embriones generados de una mujer con 35 años pueden presentar un 35% de anomalías cromosómicas; si tiene unos 40 años, más de la mitad de los embriones serán anormales cromosómicamente y si tiene más de 43 años sólo un 17% de los embriones serán normales.
  • Posponer la maternidad porque confías en tus óvulos criopreservados, puede dar lugar a que llegues a querer ser madre a una edad avanzada y  esto conlleva una serie de problemas serios tanto para ti como para el bebé (ver la entrada la edad para ser madre sí importa)
  • Aunque el almacenamiento de los ovocitos es indefinido desde el punto de vista técnico. Existe un acuerdo  entre los profesionales responsables de poner como límite a la maternidad a los 50 años.

En conclusión, la vitrificación de ovocitos es una técnica consolidadada en los laboratorios de FIV que está facilitando la respuesta a diversos casos complejos y da la oportunidad a muchas mujeres de posponer su maternidad. Quizás este último aspecto es el que suscite mayor debate en la sociedad por sus implicaciones médicas, sociales y éticas. Lo realmente importante es que las mujeres estén bien informadas del proceso, de sus verdaderas probabilidades y puedan gestionar qué desean hacer.

Victoria

Bibliografía

1.- Cobo A, Serra V, Garrido N, Olmo I, Pellicer A, Remohí J. Obstetric and perinatal outcome of babies born from vitrified oocytes. Fertil Steril. 2014 Oct;102(4):1006-1015.e4. doi: 10.1016/j.fertnstert.2014.06.019. Epub 2014 Jul 23.

2.- Caitlin Dunne, MD, FRCSC, Jeffrey Roberts, MD, FRCSC Social egg freezing: A viable option for fertility preservation. bc medical journal vol. 58 no. 10, december 2016 bcmj.org

Victoria

La edad para ser madre, si importa.

A pesar de toda la información existente en las redes sociales y la difusión dada en los medios de comunicación, la población femenina aún no se conciencia de lo importante  que es la edad de la mujer, y cómo influye, a la hora de querer ser madre.

Hay una carrera contra-reloj desde que se define el sexo en el feto, en cuanto a la calidad y cantidad de los óvulos. Con 20 semanas de gestación un feto femenino posee de 6-7 millones de óvulos. Al nacer sólo posee el 14% de los óvulos, a los 30 años se han perdido el 90% de ellos y a los 40 años quedan menos del 3%. 1 Y no sólo se pierde en cantidad sino en la calidad de los mismos, de manera que a los 37 años el 50% de los embriones presentan anomalías cromosómicas; a los 40 años es un 60% y por encima de los 44 años es del 95%. En resumen, a partir de los 38 años la probabilidad de quedar embarazada comienza a descender, ya que la cantidad y calidad de óvulos está disminuida, y a los 44 años es poco probable quedar embarazada con óvulos propios.

Según el Instituto Nacional de Estadística la esperanza de vida de la mujer está cercana a los 86 años, mientras que la de los varones es de 80 años.  Con esta perspectiva, no es de extrañar que se pospongan asuntos vitales tales como la maternidad. Por otro lado, no podemos decir que nuestra sociedad actual favorezca la maternidad a una edad adecuada (<35 años), ya que no hay una infraestructura que ayude económicamente a las familias, subvencione guarderías, en los trabajos se contemplen los horarios flexibles o que las mujeres no corran el riesgo de perder sus puestos o no conseguir promoción en la empresa.

Con ayuda de las Técnicas de Reproducción Asistida, especialmente el Diagnóstico Genético Preimplantacional, el Programa de Donación de óvulos y la Criopreservación de la Fertilidad, en los últimos años se ha favorecido que mujeres mayores, perimenopáusica o menopaúsicas, consigan tener hijos. Esto ha hecho que se dispare la edad materna por encima de los 45 años. Casos extremos que han saltado a la prensa como los de Italia 1994, una mujer dio a luz con 63 años y en el 2004 otra a la edad de 62 años; Rumania una mujer con 67 años; España en 2006, Carmen Bosada, con 67 años tuvo gemelos que quedaron huérfanos a los dos años de vida porque ella enfermó de cáncer, y en 2016 Lina Álvarez con 62 años; India, 2008, una mujer con 72 años y Holanda en 2011 con 63 años. Todos estos casos extremos plantean un hecho que van más allá de un avance médico e implican aspectos éticos y sociales.

Cuando una mujer de edad avanzada, especialmente con >50 años, se plantea ser madre, sería deseable que los especialistas la informasen en profundidad sobre los distintos aspectos a tener en cuenta:

  • ¿Conoce los cambios que experimenta su cuerpo a lo largo de los años? En la Tabla I podemos ver enumerados algunos de estos aspectos, no enfermedades crónicas.
  • Buscar en todo el momento, como apunta el Comité de Ética de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva2, el equilibrio entre su deseo, las diferentes etapas del programa a cubrir y los riesgos a los que se enfrenta, tanto ella como el futuro bebé3 (Tabla II)
  • Y lo que personalmente considero más importante, el potencial bienestar del hijo. Creo que es fundamental el asesoramiento psicológico y análisis objetivo

TABLA I

TABLA II

Nos enfrentamos a un dilema ético, social y legal sin precedentes. ¿Dónde está el límite? ¿Se trata de una moda? ¿Un capricho? ¿Realmente es necesario?

Evidentemente cada mujer es un caso único, que habrá que estudiar de forma particular. Es cierto que una buena dieta, ejercicio y vida equilibrada, sin estrés, puede dar una mejor calidad de vida, pero por mucho que queramos ganarle la batalla al tiempo, todo tiene su momento. Si bien es técnicamente posible tener un hijo con más de 50 años, se debería llegar a una elección justa, de auténtico acto de amor, para con el no nacido.

No obstante, el debate está abierto, no es fácil decidir. En España no hay una ley que límite la edad de una mujer para ser madre, si bien la Sociedad Española de Fertilidad aconseja, y existe un acuerdo tácito entre la mayoría de los buenos profesionales, de no sobrepasar los 50 años. Así como en otros países, como por ejemplo Inglaterra, e incluso la India, el límite está en 45-50 años.

La cuestión a resolver es, como señalan algunos autores,1   ¿Debería ser una elección de cada mujer o debería existir una limitación por ley?

 

Bibliografía

1.- Sudhaa Sharma and Neelam Aggarwal.  In vitro fertilization in older mothers: By choice or by law?. J Midlife Health. 2016 Jul-Sep; 7(3): 103–104.

2.- Ethics Committee of American Society for Reproductive Medicine. Child-rearing ability and the provision of fertility services: A committee opinion. Fertil Steril. 2013; 100: 50–3.

3.- Irion O, Fournet Irion N. Pregnancy care in women older than 40 years and after egg donation. Rev Med Suisse. 2015 Jan 14; 11(456-457):68-71.

 

Victoria

¿Cómo puedo potenciar mi fertilidad?

Quizás os estéis planteando tener un hijo, para ello lo mejor es estar preparados tanto física como psíquica y espiritualmente. Es importante modificar el estilo de vida, si no es del todo saludable, mejorar la actitud ante el inicio de esta aventura vital y mantener el equilibrio emocional. Espero que estas pautas generales os sean de utilidad, siempre que no existan causas patológicas determinantes, tanto si te planteas una gestación de forma natural o si vas a empezar un ciclo de reproducción asistida..

  • Dentro de un buen estado de salud deberemos revisar nuestros hábitos de alimentación para evitar al máximo tener sobrepeso o bajo peso. Se trata de tener un peso normal (salud reproductiva: ideal un IMC entre 20-25 Kg/m2) que podemos alcanzar con ayuda de un nutricionista o un terapeuta que confeccione un programa personalizado para perder/aumentar de peso de forma gradual. Ya lo decía Hipócrates: “Somos lo que comemos”, luego si comemos sano y de forma equilibrada nos encontraremos mejor, por esta razón no es de extrañar que en el campo de la fertilidad se venga abriendo paso de forma notoria la nutrición De no ser así, os aconsejo acudir siempre al especialista que es el que mejor os puede orientar. Es importante tanto para el hombre como para mujer procurar una buena alimentación, nutrirse bien. Una dieta equilibrada con productos de calidad, frutas, verduras, carbohidratos incluyendo granos enteros y proteínas (legumbres, carnes magras, pescado y marisco) tendrá un impacto en todos los aspectos de la salud y proporcionará un estado de bienestar que favorecerá la fertilidad. Se aconseja reducir el consume de productos industriales, el azúcar añadido, la leche y carnes rojas.
  • Una reciente revisión sobre los suplementos vitamínicos antes y durante el embarazo, concluyen que el ácido fólico, yodo y calcio son necesarios mientras que no parecen ser tan necesarios el hierro, vitaminas A, B6, B12. La vitamina C sin embargo es crucial en mujeres fumadoras. Una buenas alimentación y mantener un buen nivel de vitaminas y minerales favorecen el buen de desarrollo de los gametos (óvulos y espermatozoides). Específicamente para la mujer el ácido Fólico y B9 a fin de evitar el riesgo de defectos del tubo neural, por ejemplo espina bífida en el feto. Así mismo, los ácidos grasos esenciales Omega-3/6 han demostrado tener un papel relevante sobre las funciones vitales. Siempre, bajo la supervisión de un especialista, nada de auto- medicarse.
  • Hacer ejercicio es beneficioso, pero es recomendable evitar el ejercicio aeróbico, especialmente cuando ya se ha iniciado un ciclo de tratamiento. Durante esta etapa, es preferible hacer ejercicios suaves como caminar, yoga, etc. Actividad física moderada (no más de 4h /semana)
  • Mejorar la circulación sanguínea es importante, por lo tanto no se debe permanecer sentada durante mucho tiempo, ya sea viendo la TV o ante el ordenador, así que a levantarse, hacer suaves estiramientos, pasear, para favorecer nuestro riego sanguíneo.
  • Un buen masaje drenante linfático desintoxicante también ayudará en esta etapa de preparación, especialmente si vas a realizar un ciclo de FIV.
  • La acupuntura se presenta como una herramienta complementaria muy útil en la reproducción asistida debido a sus efectos tan positivos sobre la salud. Lo ideal sería iniciar la acupuntura en el período previo a iniciar su ciclo de FIV. Continuar con la acupuntura semanalmente desde el momento en que se inicia su ciclo hasta el día de la extracción de los oocitos. Esto ayudaría a mejorar el flujo de sangre en los órganos reproductivos, a equilibrar el cuerpo, e incluso hay publicaciones sobre que aumenta la tasa de implantación (dato no contrastado científicamente).
  • Una vida sexual saludable, donde el mejor momento para tener relaciones sexuales es en el periodo de ovulación. Es contraproducente realizar el acto sexual con mucha frecuencia porque puede disminuir la calidad seminal (relaciones 2-3 veces a la semana).
  • Si para obtener unas relaciones sexuales más placenteras usas lubricantes, ¡atención! Aunque existe cierta controversia, en principio los lubricantes comerciales y los caseros como el aceite de oliva o jabón, no son recomendables si pretendéis conseguir un embarazo. Estos lubricantes tienen un grado de acidez (pH bajo) que afecta a los espermatozoides, de manera que pueden perder entre un 60-100% de su movilidad. Además los lubricantes son más densos impidiendo el avance de los espermatozoides. Es preferible emplear más tiempo en caricias y preliminares para conseguir una lubricación natural. No obstante en el mercado hay lubricantes que no dañan los espermatozoides (“a favor de la fertilidad”) y por lo tanto más recomendables en este periodo de busqueda de embarazo..
  • Dormir el número de horas suficientes, con un sueño tranquilo y reparador. Un ritual antes de irnos a dormir facilitará el paso de vigilia a sueño, por ejemplo tomar una infusión, leer en la cama antes de apagar la luz, etc.
  • Por último NO a los hábitos perjudiciales como alcohol, la cafeína, drogas, que se han de eliminar de nuestra rutina. Especialmente el tabaco, Sharmar et al., 2016, realizaron un meta-análisis sobre el efecto del tabaco en varones, concluyendo que el tabaco reduce la concentración espermática y la motilidad de los espermatozoides, además de dañar el ADN de los mismos.

En general es fundamental llevar una vida relajada y sin obsesionarse con el embarazo. Una actitud positiva, estáis poniendo todo por nuestra parte, evitar o reducir la ansiedad, el estrés y la angustia, ya que está demostrado que dificultan el embarazo.  Recordar: Nuevos resultados requieren nuevos cambios.

Victoria

¿Existe una relación entre el exceso de peso corporal y la calidad ovocitaria?

El tema de la obesidad y la fertilidad ya lo hemos tratado en otra entrada, te animo a leerlo si aún no lo has hecho. No obstante, a la luz de las nuevas publicaciones he creído interesante volverlo a retomar y centrarnos en la influencia del sobrepeso y la obesidad, en mujeres que se someten a técnicas de reproducción asistida, sobre la calidad de sus óvulos y embriones.

¿El sobrepeso influye en la salud reproductiva?

La respuesta a esta pregunta es si. Las pacientes con sobrepeso presentan con mayor frecuencia alteraciones del ciclo menstrual y anovulación, síndrome de ovarios poliquísticos, infertilidad y baja repuesta al tratamiento. Tienen menos facilidad para obtener un embarazo, ya sea la concepción natural, ciclo inducido o por reproducción asistida, mayor número de abortos y complicaciones en el embarazo

Por lo tanto, aquellas pacientes con sobrepeso y obesidad que requieren técnicas de reproducción asistida (TRAs) conforman un grupo que podría ser consideradas de alto riesgo respecto a la salud reproductiva.

¿Existe una relación entre el sobrepeso y la calidad de los ovocitos/ embriones?

Se ha podido constatar en diferentes trabajos publicados que el sobrepeso y la obesidad, en pacientes que se someten a la fecundación in vitro (FIV), ejercen un impacto negativo en relación al grado de madurez ovocitaria. Es decir, en las mujeres obesas el número de ovocitos maduros obtenido es menor que en las mujeres no obesas. La razón de obtener menor número de ovocitos maduros está relacionado con fenómenos fisiopatológicos, que aún no son bien conocidos. Si bien, si se ha relacionado la maduración tardía de estos ovocitos provenientes de mujeres con un IMC > 25Kg/m2   con la disfunción mitocondrial. Sin embargo, la calidad embrionaria no se ve afectada, de hecho una vez realizada la transferencia embrionaria, la probabilidad de embarazo es igual al de las mujeres sin sobrepeso, pero el número de abortos es significativamente mayor.

Existe un factor limitante del que no nos podemos olvidar, la edad, que sumada a la obesidad hace que los resultados sean bajos. Para eliminar, en la medida de lo posible, la influencia de la edad, se ha propuesto dividir el programa de FIV en dos fases: una primera en donde se obtienen los ovocitos y se congelan los embriones con un buen desarrollo; en una segunda fase, la paciente tiene tiempo para perder peso y finalmente realizar la trasferencia de los embriones criopreservados. Aunque este proceder no está generalizado, es una posible alternativa ya que permite preparar mejor la receptividad del endometrio, dar tiempo a que la paciente pierda el peso adecuado que en ocasiones puede requerir más de un año, y la edad se elimina como factor negativo.

Es importante que toda esta información llegue de forma clara a las mujeres con sobrepeso u obesidad para que comprendan la importancia de intentar conseguir un peso normal, y junto con el especialista, valorar cómo actuar en cada caso.

¿Qué puedo hacer para mejorar mi salud reproductiva?

En general, tanto para mujeres obesas como no obesas, se debe mantener un peso normal saludable. La buena noticia para mujeres obesas es que existe la posibilidad de revertir los resultados, modificando los hábitos mediante una dieta saludable y la actividad física, siempre bajo la guía del especialista que determinará el estado de salud. De manera que obteniendo un peso cercano a la normalidad se ha comprobado que aumentan las tasas de éxito en tratamientos de reproducción asistida.

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Si estás pensando en  quedarte embarazada, ponte en manos de un buen especialista que te ayude a conseguir tu peso saludable  de forma  profesional y sin prisas.

¡Ánimo, tienes una gran motivación para alcanzar o mantener, si ya lo tienes, un peso deseable!

Victoria