4 de Febrero, Día Mundial Contra el Cáncer

La Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) decidieron fijar, en el año 2000, el día 4 de febrero para conmemorar el Día Mundial contra el Cáncer. Desde entonces se ha venido celebrando cada año a fin de concienciar, recordar y solicitar medidas para luchar contra esta enfermedad, con un alto índice de mortalidad, que es un azote en todo el mundo.

Según la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) el año pasado, 2018, se incrementó en 270.363 el número de casos, se estima que uno de cada tres hombres y una de cada cuatro mujeres sufrirán cáncer a lo largo de su vida. Es necesario dar cifras para concienciar a la población, ya que si no se le da la suficiente importancia la población no acaba de comprender la importancia de cambiar su estilo de vida.

Cada vez más se hacen campañas para prevenir del daño que producen los hábitos nocivos como el tabaco y el alcohol. Otros aspectos que están en nuestras manos son el mantener a raya el sedentarismo, la obesidad y cambiar nuestra relación con la comida, tomando alimentos saludables. Curiosamente, de la importancia de todos estos factores los hemos tratado en su relación con la fertilidad en el blog.

El diagnóstico precoz es fundamental para abordar la enfermedad desde sus comienzos. Las posibilidades de supervivencia son mayores si la detección es temprana. Por ello es necesario acudir al especialista, seguir sus indicaciones y pautas de revisión. Las mamografías en la mujer; para la detección de cáncer de mama; el cribado de cáncer de próstata en varones; el test de sangre en heces para detectar un posible cáncer de colón; etc. son test fundamentales que es necesario realizar periódicamente.

La OMS tiene como objetivo para este 2019 el seguir recomendando la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) a fin de eliminar el cáncer de útero. Si bien ha levantado polémica y tiene sus detractores, en el día de hoy, la OMS sigue insistiendo en el uso de dicha vacuna que junto a otras estrategias como el diagnóstico precoz pueden reducir el número de afectadas.

Desde Victoriainvitro queremos unirnos a la causa para animaros a que hagáis un compromiso personal tomando conciencia del problema, evitando riesgos y realizando las pertinentes  revisiones de salud. Pero más allá del cambio de actitud en la sociedad,  es necesario que toda esta estrategia vaya acompañada de un mayor compromiso de los gobiernos apoyando a la investigación.

Cada día se van dando pasos que nos acercan a la meta.

Victoria

¿Existe una relación entre el exceso de peso corporal y la calidad ovocitaria?

El tema de la obesidad y la fertilidad ya lo hemos tratado en otra entrada, te animo a leerlo si aún no lo has hecho. No obstante, a la luz de las nuevas publicaciones he creído interesante volverlo a retomar y centrarnos en la influencia del sobrepeso y la obesidad, en mujeres que se someten a técnicas de reproducción asistida, sobre la calidad de sus óvulos y embriones.

¿El sobrepeso influye en la salud reproductiva?

La respuesta a esta pregunta es si. Las pacientes con sobrepeso presentan con mayor frecuencia alteraciones del ciclo menstrual y anovulación, síndrome de ovarios poliquísticos, infertilidad y baja repuesta al tratamiento. Tienen menos facilidad para obtener un embarazo, ya sea la concepción natural, ciclo inducido o por reproducción asistida, mayor número de abortos y complicaciones en el embarazo

Por lo tanto, aquellas pacientes con sobrepeso y obesidad que requieren técnicas de reproducción asistida (TRAs) conforman un grupo que podría ser consideradas de alto riesgo respecto a la salud reproductiva.

¿Existe una relación entre el sobrepeso y la calidad de los ovocitos/ embriones?

Se ha podido constatar en diferentes trabajos publicados que el sobrepeso y la obesidad, en pacientes que se someten a la fecundación in vitro (FIV), ejercen un impacto negativo en relación al grado de madurez ovocitaria. Es decir, en las mujeres obesas el número de ovocitos maduros obtenido es menor que en las mujeres no obesas. La razón de obtener menor número de ovocitos maduros está relacionado con fenómenos fisiopatológicos, que aún no son bien conocidos. Si bien, si se ha relacionado la maduración tardía de estos ovocitos provenientes de mujeres con un IMC > 25Kg/m2   con la disfunción mitocondrial. Sin embargo, la calidad embrionaria no se ve afectada, de hecho una vez realizada la transferencia embrionaria, la probabilidad de embarazo es igual al de las mujeres sin sobrepeso, pero el número de abortos es significativamente mayor.

Existe un factor limitante del que no nos podemos olvidar, la edad, que sumada a la obesidad hace que los resultados sean bajos. Para eliminar, en la medida de lo posible, la influencia de la edad, se ha propuesto dividir el programa de FIV en dos fases: una primera en donde se obtienen los ovocitos y se congelan los embriones con un buen desarrollo; en una segunda fase, la paciente tiene tiempo para perder peso y finalmente realizar la trasferencia de los embriones criopreservados. Aunque este proceder no está generalizado, es una posible alternativa ya que permite preparar mejor la receptividad del endometrio, dar tiempo a que la paciente pierda el peso adecuado que en ocasiones puede requerir más de un año, y la edad se elimina como factor negativo.

Es importante que toda esta información llegue de forma clara a las mujeres con sobrepeso u obesidad para que comprendan la importancia de intentar conseguir un peso normal, y junto con el especialista, valorar cómo actuar en cada caso.

¿Qué puedo hacer para mejorar mi salud reproductiva?

En general, tanto para mujeres obesas como no obesas, se debe mantener un peso normal saludable. La buena noticia para mujeres obesas es que existe la posibilidad de revertir los resultados, modificando los hábitos mediante una dieta saludable y la actividad física, siempre bajo la guía del especialista que determinará el estado de salud. De manera que obteniendo un peso cercano a la normalidad se ha comprobado que aumentan las tasas de éxito en tratamientos de reproducción asistida.

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Si estás pensando en  quedarte embarazada, ponte en manos de un buen especialista que te ayude a conseguir tu peso saludable  de forma  profesional y sin prisas.

¡Ánimo, tienes una gran motivación para alcanzar o mantener, si ya lo tienes, un peso deseable!

Victoria

¿Cómo influye la obesidad en la fertilidad?

La obesidad es un problema de salud cada vez más generalizado en las sociedades de consumo, debido en gran medida, a hábitos no saludables. A esto hay que sumarle que la genética y la bioquímica van muchas veces en contra de las personas obesas, por lo cual es necesario estudiar cada caso en particular. También se ha comprobado que la obesidad está en razón inversa al nivel de actividad física y educación, y directamente relacionada con los antecedentes familiares. Asimismo, son determinantes del peso corporal los factores socio-económicos y conductuales.

La importancia que tiene controlar la obesidad es fundamental por su repercusión sobre la salud, ya que está relacionada directamente con muchas enfermedades como diabetes, hipertensión, dislipemia y enfermedades cardiovasculares. Además, tiene un impacto significativo sobre la vida reproductiva.

Obesidad y fertilidad-victoria-in-vitro Material gráfico: Photo credit: Roy Cheung Photography via Visualhunt / CC BY-NC

¿Qué se entiende por sobrepeso?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso cuando el índice masa corporal (IMC) está entre 25 a 29,9, y la obesidad cuando el IMC es de 30 o más. El IMC se calcula dividiendo el peso en kilos por la altura en metros al cuadrado.

Por ejemplo, una mujer que pesa 74 kilos y mide 1,67 metros tendrá un índice de 26,6, el cual se considera sobrepeso. A continuación puedes ver en la tabla los diferentes grados de obesidad que existen.

Tabla obesidad grados-victoria-in-vitro

En el caso de querer ser madre es muy importante controlar tu IMC. Lo ideal para una mujer que quiere ser mamá es tener un 25 más o menos. En situaciones en el que IMC es de 35, se habla que hay un 26% menos de probabilidades de tener un embarazo espontáneo que una mujer que tenga un peso normal o sobrepeso sin llegar a obesidad. Así pues, en el caso de una mujer con un IMC de 40 o más, la situación se complica ya que tiene un 43% menos de probabilidades de obtener un embarazo.

Obesidad y reproducción

Durante un tiempo han habido opiniones contradictorias sobre el efecto del IMC en el resultado de las técnicas de reproducción asistida (TRAs). El papel de la obesidad en reproducción es más complejo de lo que se cree, en parte porque no se acaba de comprender la influencia de la obesidad en mujeres que ovulan normalmente. Se ha apuntado que la leptina, una hormona que regula el apetito y el gasto energético, podría interferir en la fertilidad, ya que parece influir en el proceso de la producción de esteroides por los ovarios. Las mujeres obesas suelen tener disfunciones ovulatorias, menarquia (primera regla) precoz, menopausia anticipada, muchas de ellas sufren el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y en los casos que tienen ciclos regulares, su reserva ovárica puede estar disminuida. Por último, en caso de embarazo presentan un mayor riesgo de abortos y alta prevalencia de complicaciones obstétricas.

En los casos en que se recurre a las TRAs,  éstas pueden ser menos eficaces en pacientes con obesidad. Así bien, las mujeres con este trastorno sometidas a tratamiento de infertilidad necesitan mayores cantidades de hormonas para inducir sus ciclos que las mujeres con peso normal o sobrepeso. La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (2014) informa que el 12% de todos los casos de infertilidad son debidos a que la mujer tiene el peso demasiado bajo o demasiado alto.

Sin embargo, el efecto de la pérdida de peso en mujeres con sobrepeso y obesas sometidas a TRAs, y sus resultados de embarazo posterior, tras la revisión sistemática de trabajos publicados, revelan resultados muy positivo. Las pacientes que perdieron peso tras cambios de dieta y estilo de vida, dietas muy bajo consumo de energía, intervenciones médicas no quirúrgicas y cirugía bariátrica, obtuvieron una mayor tasa de embarazo a término. Además se consiguió la regularización del ciclo y con ello restaurar el patrón menstrual, una disminución en las tasas de cancelación, un aumento en el número de embriones disponibles para la transferencia, una reducción en el número de ciclos necesarios para lograr el embarazo y registraron una disminución en las tasas de aborto espontáneo, e incluso se registraron concepciones naturales.

En cuanto a la fertilidad masculina, se sospecha que pueda existir una relación entre el sobrepeso/obesidad con la infertilidad masculina. Sin embargo no hay consenso en cuanto a la importancia de dicha relación y los mecanismos implicados.

Seguir una dieta equilibrada y practicar ejercicio de forma regular puede ser suficiente para llevar una vida más saludable, tener el peso corporal adecuado e incluso, en aquellos casos que se hubiese perdido, recuperar la fertilidad. Es necesario cuidarnos por nosotros mismos, a veces es difícil, pero en el caso de estar buscando descendencia es una gran motivación. Siempre de la mano de buenos especialistas que nos indiquen que es lo más adecuado para nosotros. Ellos podrán valorar todos los factores que intervienen como la edad materna, el grado de obesidad, la reserva ovárica y otros posibles problemas asociados.

Como conclusión a lo expuesto, una firme determinación a cuidarnos, nuestra salud está en juego, mantener hábitos saludables es imprescindible. Si te encuentras bien tu aptitud se verá reforzada y estarás ganado recursos en tu camino hacia la fertilidad.

Victoria