El virus Zika y la fertilidad: 3 escenarios posibles

Seguro que has escuchado hablar del virus Zika transmitido por un mosquito en Brasil y su devastadora acción sobre algunos niños nacidos de mujeres que han sufrido la enfermedad durante el embarazo, estos niños afectados por el virus presentan microcefalia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado una alerta de emergencia sanitaria global sobre este virus para informar a la población y orientar a los profesionales, ya que poco se conoce sobre él.

Para saber a ciencia cierta si una persona está infectada por el virus del Zika se requiere una prueba diagnóstica en sangre, orina, saliva u otros líquidos corporales. Actualmente no hay vacunas, aunque ya se está trabajando en ello. De hecho, Brasil y EE.UU. han firmado un acuerdo para desarrollar una vacuna que dé solución a este problema. Tampoco existen tratamientos específicos para esta enfermedad. La mejor forma de prevenirla consiste en la protección frente a las picaduras de los mosquitos.  Y cómo no, evitar ir a las zonas de contagio como son África, Caribe, Centroamérica, Suramérica, Asia y el Pacífico Sur.

Virus Zika-Fertilidad-Victoria-in-vitro

Este virus ha alertado a sociedades científicas del ámbito de la Fertilidad, Obstetricia y Ginecología por sus consecuencias en los hijos de las madres afectadas y de la posibilidad de supervivencia del virus en el semen del varón durante un periodo prolongado de tiempo.

A continuación, veremos tres escenarios posibles en los que el virus puede retrasar el deseo de ser padres.

  • Querer tener un hijo tras una estancia en las zonas afectadas

Tu ginecólogo o en el centro de fertilidad te van a dar la información que necesitas. Básicamente, os van a preguntar sobre la posibilidad de haber estado en alguna de las zonas de contagio en el último mes o si tu pareja, o persona con la que hayas mantenido relaciones sexuales lo ha estado. Hay que tener en cuenta que se transmite a través del mismo insecto, pero se han detectado casos de transmisión sexual.

  • Durante el embarazo

Según la OMS, durante el periodo de gestación se recomienda evitar viajar a países infectados. En el caso de que no hubiese más remedio, habrá que mantener a raya la presencia de mosquitos mediante el uso de repelentes específicos para embarazadas (DEET –Dietiltoluamida-, picaridin o IR3535), ropa clara y de manga larga y evitar estar en zonas húmedas. En definitiva, mantener unos buenos hábitos de higiene, usar preservativo si mantenemos relaciones sexuales con personas que han estado en zonas infectadas.  Y siempre seguir las pautas que te indique tu ginecólogo.

  • Donación de gametos (óvulos y espermatozoides)

Dado que el virus Zika permanece en el semen bastante tiempo no se puede descartar que en espermatozoides y óvulos también persista. Por esta razón, la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR) recomienda a todos los centros de reproducción asistida que incluyan en sus cuestionarios de admisión de donantes y protocolos de trabajo algunas preguntas como: si ha viajado recientemente a una zona afectada, si manifiesta síntomas de la enfermedad o ha mantenido relaciones sexuales con alguna persona que haya estado en dicha zona.

La Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología (SEGO), Sociedad Española de Fertilidad (SEF), la Asociación para el Estudio de la Biología de Reproducción (ASEBIR), entre otras, han hecho sus respectivos comunicados haciendo una llamada a la prudencia y orientando sobre la conveniencia de posponer el inicio de tratamientos de fertilidad o donación hasta no haber pasado un tiempo prudencial de 28 días, en el caso de que se haya estado en zonas de contagio, para descartar que no tiene la enfermedad.

Si te encuentras en alguno de estos tres escenarios, no dudes en consultar todas las cuestiones que tengas con tu especialista. Él sabrá orientarte de la mejor manera posible, pero no olvides que no hay mejor prevención que el sentido común.

Victoria

¿Es lo mismo la esterilidad que la infertilidad?

Para comenzar esta andadura partiremos de una cuestión: ¿es lo mismo la esterilidad que la infertilidad? Son dos conceptos que se usan habitualmente de manera indistinta y sin embargo no tienen nada que ver.

La American Society for Reproductive Medicine (ASMR) considera estéril a aquella pareja que no consigue un embarazo después de un año de coitos normales sin usar métodos anticonceptivos. Otras sociedades científicas como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) o la Sociedad Europea de Embriología y Reproducción Humana (ESHRE) consideran que tienen que haber transcurrido al menos 24 meses de relaciones sexuales regulares con finalidad procreadora.

Mientras que, según la ESHRE, la  infertilidad es la imposibilidad de llevar a término un embarazo. Hace unos años se hablaba de infertilidad tras tres o más pérdidas reproductivas, hoy en día, a fin de evitar un mayor sufrimiento a la pérdida de un embarazo se inicia el estudio de la pareja y tratamientos cuando se han producido dos pérdidas gestacionales.

En el caso de la infertilidad se pueden hacer dos distinciones. Por un lado, la infertilidad primaria cuando nunca se ha conseguido un embarazo a término y por otro, la secundaria que tiene lugar cuando tras una gestación normal se producen abortos.

Una vez que ya hemos aclarado la diferencia entre estos términos, resulta interesante comentar algunos datos curiosos a través de esta infografía que he preparado para vosotros con mucha ilusión.

Infografía Reproducción humana

Victoria