Esperar es tener la esperanza de conseguir lo que se desea

En nuestra vida cotidiana hay muchos momentos de espera, desde los más sencillos como pueden ser los resultados de un examen, la respuesta a una solicitud de trabajo, en una cola, ya sea en el supermercado o en un organismo oficial, o momentos complejos, como puede ser el resultado de una prueba de embrazo, de una operación quirúrgica, etc.  El cómo enfrentamos esos momentos ya sea con ansiedad de querer obtener nuestro objetivo, con impaciencia si se alarga en el tiempo, o con total serenidad, depende absolutamente de nosotros y nuestra actitud, porque el tiempo es el mismo.

Por lo tanto, deberíamos preguntarnos antes de entrar en un círculo de desasosiego y frustración, cuando parece que no avanzamos hacia nuestro objetivo, si merece la pena cargarnos de energía negativa, al fin y al cabo lo que ha de ser, será.

Centremos nuestra atención sobre un caso concreto: el periodo realmente desesperante y duro que pasan los pacientes que realizan una técnica de reproducción asistida (TRAs), desde el día de la inseminación de espermatozoides (Inseminación Artificial)  o desde la transferencia de los embriones (FIV), hasta el día de la prueba analítica de gestación. A este periodo de tiempo, de forma coloquial, se denomina tiempo de “beta-espera”, ya que los niveles de la hormona que se analiza, la hormona beta-HCG, indicaran si hay una gestación en curso o no.

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«¿Qué me aconseja para estos días de beta-espera?”

Tengo la suerte de poder hablar con las pacientes a lo largo del proceso de las TRAs y cuando realizo, junto al equipo,  la transferencia embrionaria, siento la emoción de dar junto a los pacientes, el último paso en este proceso antes de saber si habrá sido exitoso o no. Con frecuencia, tras realizar la transferencia y darles ánimos la pregunta que me suelen hacer es: «¿Qué me aconseja para estos días de beta-espera?»

Es muy difícil aconsejar porque cada persona es un mundo, cada una tiene su forma de enfrentar la vida, los problemas y este periodo de 11-15 días hasta tener el resultado del embarazo, periodo beta-espera, se hace particularmente eterno.

Menos mal que se ha ido normalizando la forma de esperar, al principio de introducir la FIV en España, se aconsejaba 24 h de ingreso de la paciente en clínica tras la transferencia y un par de días más de reposo en casa. ¿Podéis imaginaros qué estrés tanto tiempo metida en cama?

Con el tiempo se fue reduciendo el reposo tras la transferencia, de hecho hoy en día con 10-15 minutos de reposo pos transferencia embrionaria o inseminación, según el caso, es suficiente para que la paciente se vaya a su casa. Ciertamente, ya en casa, no hay que realizar tareas pesadas, subir escaleras, estar mucho tiempo de pie, evitar trabajos que resulten fatigosos, especialmente los primeros días tras la transferencia, pero poco más. De hecho las relaciones sexuales que inicialmente se aconsejaban evitar, hoy en día no están contraindicadas. En resumen una vida normal, dentro de la lógica, nada de quedarse en la cama los días de beta-espera, como en alguna ocasión, hace muchos años, realizó alguna paciente.

No os aconsejo estar leyendo todo lo que cae en vuestras manos al respecto de forma compulsiva, ya sea por internet o en revistas, cada uno cuenta su experiencia, pero la tuya es única. No hay nada que diga que estas embarazada antes de realizar el test, los síntomas que puedas experimentar pueden ser tanto debidos a un incipiente embarazo como la eminente llegada de la regla.

Algo realmente importante es conseguir que la mente este en calma, positiva, con la seguridad de haber hecho todo cuanto se ha podido por conseguir el deseado embarazo. Es cierto que la mente es como un pajarillo inquieto que no dejará de enviarnos mensajes negativos y dudas. La mejor actitud es la de enfrentarlos y decirse asimismo, “De acuerdo mente ya he recibido tu mensaje, ahora vete” y dejarlo pasar. Es una técnica sencilla pero bastante efectiva.

En este periodo de beta-espera desviar la atención hacia cosas que nos gusten como cuidar las plantas, coser, dibujar, leer, pasear, cocinar, jugar con nuestra mascota, colaborar con una ONG, etc., puede hacer que el tiempo pase sin resultar una carga pesada. Recuerdo en una ocasión, una paciente que quedó embarazada y al visitarnos en la clínica, me comentó que mi consejo de dedicarse a las plantas, que era lo que le gustaba, le había servido mucho. Yo, para ella sería por siempre, “la de las plantas”.

En el blog os he ido mostrando algunas terapias de tipo energético como el Tai Chi Chuan o el Chi Kung; de tipo físico como la meditación, o del espíritu y la mente como la terapia artística, por ejemplo dibujando mandalas,  que podéis aplicar de forma más intensa en estos días. Os recomiendo especialmente la meditación en un minuto para esos momentos en los que la angustia o la ansiedad parecen ganar la batalla. Ni que decir tiene que hay que seguir manteniendo hábitos saludables y una alimentación equilibrada.

Rodearos de gente positiva, vuestra pareja si la hay, de algún amigo /a que os escuche más que hable, al que poder confiarle vuestras sensaciones, será muy beneficioso para ambos. Por último, he creído interesante traer a este artículo el testimonio de una paciente muy especial, Elena Bernal, espero que su experiencia personal  en la beta-espera, os sea de interés. Es una auténtica luchadora creando una familia.

¡Animo el tiempo pasa y los días de espera serán menos tensos si los llenas de actividades gratificantes y mantienes tu mente positiva!

Os deseo de corazón, mucha suerte.

Victoria