Congelación lenta, una mirada atrás

Recientemente ha sido noticia el nacimiento de unos gemelos que llevaban congelados 29 años y 10 meses, prácticamente 30 años. Estos niños han nacido de un Programa de Donación de Embriones y, por el expreso deseo de los padres receptores, fueron embriones que llevaban mucho tiempo en espera para ser donados. Realmente es sorprendente que cuando los embriones se congelaron, el 22 de abril de 1992, sus padres receptores tenían sólo 5 y 3 años.

Los embriones seleccionados procedían de un matrimonio anónimo que recurrió a la fertilización in vitro. El varón tenía poco más de 50 años y utilizaron óvulos de donante de 34 años de edad. Este dato, que los óvulos procedían de una mujer joven, puede haber sido un “plus” para la supervivencia de los embriones. No es la edad del embrión la que ha de preocupar, sino la edad de la mujer cuando se obtuvieron los óvulos y se formaron los embriones.

Es evidente que el protocolo de congelación/ descongelación ha sido todo un éxito, ya que, de los 5 embriones descongelados, sobrevivieron 3 y 2 no fueron viables. Una tasa de supervivencia del 60% propia de los embriones congelados en congelación lenta. Durante décadas se empleó la congelación lenta con una tasa de supervivencia de un 60-70% y los embriones con más del 50% de células vivas tenían posibilidades de implantación.

No os voy a negar que en mi mente se han agolpado muchos recuerdos, como cuando fui a Alemania, a finales de los 80 a aprender la congelación embrionaria o el congreso de la SEF en 1998 en Madrid, donde presentábamos nuestras propuestas para optimizar el programa de descongelación de embriones y además el efecto de la eclosión asistida. En 2005 en el Congreso ASEBIR en Zaragoza, di una ponencia sobre la congelación embrionaria*. O la colaboración que realizamos en Cuadernos de Medicina Reproductiva en 2008**, cuando la congelación lenta ya era algo del pasado.

Una mirada atrás, la congelación lenta.

La congelación de gametos y embriones data más de 200 años, hay referencias en 1776 de la congelación y descongelación de espermatozoides en la nieve. Desde entonces se fueron desarrollando diferentes métodos intentando solucionar que, durante la congelación, los gametos y embriones soportasen el menor estrés mecánico, químico y térmico.

Uno de los pilares del éxito de la técnica de congelación es la selección de embriones a congelar. Las tasas de supervivencia están directamente relacionadas con la calidad embrionaria.

El mayor objetivo de la técnica de congelación era el de ocasionar el menor daño posible, evitando:

  • Altas concentraciones de soluto (Colapso celular irreversible)
  • Velocidad de deshidratación (pérdida del volumen celular excesiva)
  • La formación intracelular de cristales de hielo

Al introducir los embriones en una solución crioprotectora, una solución fisiológica con uno o dos crioprotectores permeables, acompañados de un crioprotector no permeable y una proteína que ayuda a mantener las características, la estabilidad de membrana y reduce la toxicidad, ha de producirse un equilibrio. Este equilibrio se produce cuando el agua intercelular abandona rápidamente la célula (deshidratación controlada) como resultado de la alta concentración de crioprotectores en el medio externo. Esto ocasiona que la célula se encoja hasta un límite, alcanzando un equilibrio osmótico que se obtiene al ir entrando lentamente el crioprotector permeable en la célula.

Normalmente la congelación, en un biocongelador programable, comienza con una rampa de 1º-2ºC/min desde la temperatura ambiente al punto de enfriamiento (-10ºC). Para evitar que tras el superenfriamiento se produzca formación de hielo espontáneo de manera descontrolada, que dañarían al embrión, se induce la formación de hielo mediante seeding (en su traducción al castellano significa “sembrar”, se podría entender como “siembra de cristales de hielo”). La acción de seeding consiste en crear un núcleo deshielo mediante el uso de fórceps, pinzas o torundas enfriados previamente en nitrógeno líquido a -196ºC, en un lugar opuesto de donde se encuentran los embriones. Normalmente el periodo de enfriamiento lento acaba a –30ºC y –80ºC, tras lo cual, se transfieren al tanque de almacenamiento de nitrógeno líquido a -196ºC.

Curva de congelación de embriones y blastocistos en biocongelador programable Nicoolbag MS21. Se realiza seeding manual a -7ºC y tras estabilización se continua con el descenso de temperatura

La descongelación consistía en volver a los embriones a temperatura ambiente, mediante pasos por diluciones que permitían la liberación del crioprotector, rehidratarse las células y por último volver s su estado fisiológico. La tasa de supervivencia era alrededor de un 78%, en embriones tempranos de 4-8 células de alta calidad (células con núcleo visible y <20% de fragmentación). Sin embargo, los blastocistos tenían una supervivencia de un 65% y baja implantación (8%)

Era un proceso largo, casi de 3 horas, que requería de aparataje costoso, un congelador programable y las criopajuelas o crioviales donde iban los embriones. Los embriones una vez comenzaba el proceso no podían ser observados.

Con el desarrollo de la vitrificación, todo cambió, ya que con esta técnica al introducir el óvulo o embrión en un medio altamente concentrado (hiperosmótico) se deshidrata tan rápido que no da tiempo a la formación de cristales en el interior del ovocito o embrión.  Al ser estos crioprotectores tóxicos, dada su alta concentración, han de estar en contacto con los óvulos y embriones el menor tiempo posible antes de su congelación, es un proceso muy rápido. Se colocan sobre el soporte en el menor volumen posible de crioprotector y se introducen rápidamente en nitrógeno líquido (-196ºC) en unos segundos, los embriones están congelados. No requiere aparataje, utiliza volúmenes muy pequeños de los medios de congelación, se realiza todo el proceso en menos de 10 min. Es un método altamente reproducible.

Debido a su simplicidad, costo-eficiencia y alta tasa de supervivencia, casi del 99%, y con una tasa de implantación semejante a la transferencia en fresco, su implantación en casi todos los centros de reproducción asistida del mundo fue muy rápida. Así que se abandonó casi por completo en todos los laboratorios FIV la congelación lenta.

Hoy hay que celebrar que el programa de congelación fue efectivo y los niños han nacido. En principio no hay porque sospechar de ninguna patología, ya que se sabe que el daño celular se produce durante los procesos de congelación y descongelación, no durante la fase de almacenamiento. Se ha estimado que para que sufra daño el ADN de una célula almacenada en nitrógeno líquido a presión atmosférica, deben de transcurrir entre 5.000 y 11.000 años. No obstante, se están realizando estudios y seguimientos de los niños nacidos de óvulos y embriones criopreservados.

Victoria

*Estado actual de la criopreservación de embriones. MV Hurtado de Mendoza. Ponencia III Congreso ASEBIR Zaragoza, Rev. ASEBIR 2005 vol 2

**Hurtado de Mendoza y Acosta MV, Díaz Giráldez R Gallego López A, González-Utor AL. “Congelación de embriones. Método lento”. En: García Velasco, J.A. Cuadernos de Medicina Reproductiva. Ed Adalia 14 (3): 23-35. 2008. ISSN: 1135-0970

Wifi y calidad espermática

Aunque no parece que los temas referidos al factor masculino despierten tanto interés en el público general como el factor femenino, los estudios científicos cada vez ponen más de manifiesto la importancia de los espermatozoides más allá de ser un medio de transporte del ADN.

En 2018 el equipo del Dr. Oliva señalaban que el espermatozoide cumple más funciones que la de transmitir al embrión el genoma paterno. Las nuevas tecnologías “omicas” revelan que se ha encontrado que el ADN espermático contiene diferentes marcas epigenéticas. Estas marcas epigenéticas también se combinan con una población compleja de ARN y proteínas espermáticas, algunos de los cuales parecen ser cruciales para la embriogénesis temprana y la salud futura de la descendencia y, posiblemente, de las generaciones posteriores.

Por lo tanto, cuidar la salud reproductiva requiere adquirir hábitos de vida saludables, ya que de forma consciente o no, muchos de ellos son tóxicos, los más conocidos son el tabaquismo, el abuso del alcohol, la ingesta de productos alimenticios espermicidas, etc. Del mismo modo, que el impacto negativo del aumento de la temperatura testicular local tiene en la espermiogénesis, debido al uso prolongado y cercano al área genital de ordenadores y teléfonos móviles.

Dado que hoy es el #diamundialsinwifi, declarado por la Federación Ambientalista Internacional (FAI) en 2016, como día libre de wifi tiene como objetivo concienciar sobre los efectos dañinos provocados por el uso abusivo del sistema inalámbrico wifi. Por esta razón, emos deditrada al efecto del wifi sobre la calidad espermática.

 El aumento en la última década de la tecnología basada en wifi, ha sido motivo de preocupación por los posibles efectos negativos que pueden ocasionar en la salud humana. Los posibles vínculos entre la exposición a las conexiones wifi y la calidad de los espermatozoides han sido objeto de estudio desde hace ya más de diez años, en relación a los ordenadores portátiles y los teléfonos móviles en los bolsillos del pantalón.

El uso de un ordenador portátil conectado de forma inalámbrica a Internet y colocado cerca de los órganos reproductores masculinos puede disminuir la calidad de los espermatozoides humanos.  De hecho, con una sola exposición de 4 h los espermatozoides eyaculados presentaron menor movilidad y una mayor fragmentación del ADN. Si bien los autores reconocen que es necesario realizar estudios con un gran número de casos. Lo cierto es, que la parte inferior de los ordenadores portátiles puede calentarse en exceso y el calentamiento testicular inadvertido es un factor que pone en riesgo la calidad espermática.

Respecto al uso del móvil en los pantalones se demostró que la exposición de los espermatozoides a largo plazo en el área de radiación electromagnética de radiofrecuencia (RF-EMR) del teléfono móvil conduce a una disminución significativa en el número de espermatozoides con movimiento progresivo y un aumento en aquellos con movimiento no progresivo. Además, puede provocar la fragmentación del ADN de los espermatozoides. Aunque de forma concluyente no se ha podido demostrar, los autores aconsejaban que para los hombres que están en busca de descendencia, especialmente aquellos que tiene problemas de fertilidad diagnosticados, sería mejor evitar el llevar el teléfono móvil en el bolsillo del pantalón durante largos períodos de tiempo.

Recientemente, en el último Congreso de la Asociación Americana de Fertilidad (2022) Chu et al., 2022 presentaron un trabajo experimental, sobre el impacto de la tecnología moderna de los teléfonos inteligentes y los espectros inalámbricos (4G, 5G y WIFI) sobre los espermatozoides «in vitro». Los teléfonos celulares emiten radiación electromagnética de radiofrecuencia (RF-EMR) para transmitir datos, el hecho de llevar el teléfono celular y su respectivo RF-EMR cerca los testículos por tiempos prolongados tienen efectos negativos. De hecho, la RF-EMR se considera un contaminante ambiental y se ha postulado que puede aumentar el estrés oxidativo e inducir la formación de radicales libres que dañarían a los espermatozoides. Aunque los resultados hay que tomarlos con cierta cautela, concluyen que los teléfonos inteligentes tienen efectos nocivos sobre la motilidad y viabilidad de los espermatozoides, debido al calor que emanan cuando utilizan datos del espectro wifi.

El estrés oxidativo libera un exceso de radicales libres que dañan al espermatozoide

Una buena noticia es que estos efectos se pueden mitigar con barreras físicas (funda del móvil) o distancia.

Por lo tanto, aunque no hay un acuerdo unánime sobre el efecto del wifi sobre la calidad espermática, son necesarios más estudios y además, está en por demostrar su efecto sobre los espermatozoides pre- y post eyaculación. No obstante, un hábito saludable es estar el tiempo justo usando el wifi y mantener los dispositivos a distancia o con barreras que impidan el daño directo.

Victoria

Semana Europea de la Fertilidad, 2022

Desde el 2016 se viene celebrando anualmente, la Semana Europea de la Fertilidad. Esta celebración está promovida por Fertility Europe, una organización fundada en 2008-2009 por el interés común de 9 países, entre los que no se encontraba España. Desde 2017, España está representada mediante la Asociación Red Infértiles. Con el objetivo de abordar de forma independiente y transparente todos los aspectos relacionados con problemas de fertilidad, estadísticas y sobre la regulación del tratamiento de fertilidad / infertilidad en cada país y el sistema de reembolso. Atendiendo las diversas necesidades que plantean los pacientes, para ello es fundamental la concienciación de la sociedad sobre los problemas a los que se enfrentan las personas con problemas de fertilidad, promover campañas de concienciación y tratar de eliminar el estigma de ser infértil.

Se calcula que sólo en la Unión Europea (UE) cerca de 25.000.000 de personas tienen problemas de fertilidad. Todavía parece ser un tema tabú en algunas sociedades o se les resta importancia respecto a otros problemas de salud. Además, no existen ayudas económicas suficientes para que no sea sólo un privilegio de determinadas clases sociales.

Este año el lema es “El viaje de (in)fertilidad del paciente” (25 millones de viajes), no es igual para todos y cómo afrontarlo es particular dependiendo de muchos factores (médicos, económicos, educación, país, etc)

Desde el 2018 desde victoriainvitro hemos puesto nuestro granito de arena, haciéndonos eco de esa campaña. Atención, en esta semana del 7 al 13, en nuestras stories de Instagram, donde recordaremos temas de interés que a lo mejor no leíste en su momento.

No hace falta hacer el camino en solitario y en ocasiones perdidos, pide ayuda cuando la necesites, asóciate, infórmate y el camino será más llevadero.

Victoria

Aquí te dejo algunos enlaces que te pueden ser útiles.

@grupodeapoyohello

@redinfertiles

Asociación Nacional para Problemas de Infertilidad https://www.asproin.com/

Asociación Española Síndrome Ovario Poliquístico  https://aesopspain.org/

Asociación Endometriosis España                                http://www.endoinfo.org/

Asociación Madres Solteras por Elección @asociacion_ mspe https://madressolterasporeleccion.org/

La sexta edición del manual de la OMS sobre el análisis de semen. I. Poniendo orden en el laboratorio de Andrología.

Dr. José Luís Girela López

En esta ocasión tenemos como Firma Invitada a mi querido amigo y compañero de algunos proyectos Dr. José Luís Girela López. En una pequeña introducción decir que es Profesor de Biología Celular en la Universidad de Alicante, Director del Máster en Medicina Reproductiva UA-IB y Presidente del Grupo de Interés en Andrología (GIA) de ASEBIR.

Tras la publicación de la sexta edición del Manual de la OMS sobre el análisis de semen y asistir al webinar que realizó el GIA, tenía claro que era la persona idónea para darnos una visión del contenido y cambios de este nuevo manual.

Dado que el tema es extenso, se ha dividido en dos partes. En esta primera, Poniendo en orden el laboratorio de Andrología y una segunda parte, sobre el cambio de nomenclatura y nueva valoración del semen, que se publicará la semana próxima.

El análisis de semen, también denominado seminograma, sigue siendo la piedra angular en la valoración del factor masculino en la pareja infértil. Si bien es cierto que por sí solo no es capaz de predecir la fertilidad de un individuo, permite identificar alteraciones en el sistema reproductor masculino, así como guiar en la decisión del tratamiento de fertilidad más adecuado para la pareja.

Dada su importancia, la OMS (Organización Mundial de la Salud) publica periódicamente un Manual que trata de estandarizar los procedimientos a realizar en un seminograma. El primer manual se publicó en 1980, y desde entonces se han realizado 5 actualizaciones, en 1987, 1992, 1999, 2010 y la última publicada el pasado año, 2021 (World Health Organization, 2021).

Publicaciones del Manual de la OMS sobre análisis de semen

Pese a la publicación periódica de este manual, existen problemas con su seguimiento por parte de los laboratorios de andrología, lo que hace difícil la comparación e interpretación de los resultados clínicos, así como la realización de estudios multicéntricos sobre aspectos relacionados con la calidad seminal (Serrano et al., 2014). En ocasiones, las determinaciones realizadas en el análisis seminal son poco precisas, ya que el objetivo suele ser asegurar la existencia de espermatozoides viables para poder llevar a cabo las técnicas de reproducción asistida, perdiendo de vista el rigor científico que debe guiar nuestra labor en los laboratorios clínicos.

Sin embargo, en los últimos años se ha ido extendiendo la idea de que la calidad seminal es un marcador del estado general de salud del varón (Del Giudice et al., 2021)(Chen et al., 2022). Del mismo modo, hay un creciente consenso en la importancia del estudio de las causas de la infertilidad masculina, como base para una salud global, que permita la supervivencia de nuestra especie y que mejore las condiciones en las que se desarrolla nuestra actividad diaria (Levine et al., 2018). En este sentido, la 6ª edición del manual de la OMS para el análisis de semen, trata de poner orden en los laboratorios de andrología, revitalizando la estandarización en los procedimientos y en la forma de presentar los resultados (Björndahl & Kirkman Brown, 2022).

Una nueva estructura para el análisis de las muestras seminales.

Uno de los primeros objetivos de esta nueva edición es clarificar y simplificar los procedimientos a realizar en el análisis de muestras seminales. Por una parte, se distingue entre:

1) análisis básico, que debería realizarse siempre a todas las muestras seminales.

2) análisis extendido, con técnicas específicas para determinadas situaciones como la valoración de la fragmentación del DNA cuando se quiere profundizar en el estado del material genético de los espermatozoides.

3) el análisis avanzado, en el que se describen métodos usados en investigación o el uso de tecnologías emergentes como el análisis computarizado.

Además de esta nueva estructura del análisis de semen, se simplifican los procedimientos, indicando una única técnica para cada parámetro a evaluar, dejando las técnicas alternativas al final de cada bloque. Esta estrategia hace más fácil la organización del flujo de trabajo, favoreciendo la estandarización de los procedimientos analíticos. Así mismo, se eliminan determinaciones innecesarias, como la valoración de la viabilidad en muestras con una motilidad aceptable.

Tras estos tres bloques destinados a explicar el análisis de los parámetros seminales, se incluye un apartado para las técnicas de selección espermática, tanto destinadas a la preparación de las muestras seminales para su uso en las técnicas de reproducción asistida, como para el lavado de muestras VIH positivas o el procesamiento de biopsias testiculares.

Por último, se dedica un bloque de contenidos a las técnicas de criopreservación de espermatozoides, incluyendo en un apartado técnicas emergentes como la vitrificación de espermatozoides, eso sí, avisando que de momento esta técnica no ha mostrado mejora en los resultados, y que debe considerarse por el momento como una técnica experimental.

La calidad como pilar fundamental en el análisis de semen. 

Uno de los bloques que más protagonismo ha recibido en esta nueva edición del manual de la OMS es el dedicado al control de calidad en el laboratorio de andrología. No solo se describen los aspectos fundamentales del control de calidad en las determinaciones analíticas, sino que se pone énfasis en el aseguramiento de la calidad como un concepto global, que incluye procedimientos para compartir información con pacientes y clínicos, criterios para la aceptación de referencias, distribución de resultados y manejo de errores y quejas de todos los aspectos del laboratorio.

Esta importancia otorgada en el manual a la calidad en el laboratorio de andrología coincide con la publicación de una Norma ISO específica del análisis de muestras seminales. Se trata de la ISO 23162:2021 Basic semen examination — Specification and test methods (International Standards Organization., 2021), que contiene el mismo contenido que el manual, y que pretende servir de estándar para aquellos laboratorios que quieran demostrar el cumplimiento de los criterios establecidos.

Todos estos aspectos suponen un paso adelante en el objetivo de asegurar la comparabilidad de los resultados obtenidos en el análisis de semen, lo que facilitaría la realización de estudios multicéntricos, generando datos de alta calidad que permitan profundizar en las causas de los problemas de fertilidad masculina (Björndahl et al., 2022).

Como véis es un tema complejo que espero os haya resultado interesante. La semana próxima completaremos esta visión global de la 6ª edición del Manual de la OMS de la mano del Dr. Girela

Victoria

Referencias bibliográficas:

Björndahl, L., Barratt, C. L. R., Mortimer, D., Agarwal, A., Aitken, R. J., Alvarez, J. G., … Zini, A. (2022). Standards in semen examination: publishing reproducible and reliable data based on high-quality methodology. Human Reproduction, 37(11), 2497–2502.

Björndahl, L., & Kirkman Brown, J. (2022). The sixth edition of the WHO Laboratory Manual for the Examination and Processing of Human Semen: ensuring quality and standardization in a basic examination of human ejaculates. Fertility and Sterility, 117(2), 246–251.

Chen, T., Belladelli, F., Del Giudice, F., & Eisenberg, M. L. (2022). Male fertility as a marker for health. Reproductive BioMedicine Online, 44(1), 131–144.

Del Giudice, F., Kasman, A. M., Chen, T., De Berardinis, E., Busetto, G. M., Sciarra, A., … Eisenberg, M. L. (2021). The Association between Mortality and Male Infertility: Systematic Review and Meta-analysis. Urology, 154, 148–157.

International Standards Organization. (2021). ISO 23162:2021 Basic semen examination — Specification and test methods. Retrieved November 2, 2022, from https://www.iso.org/standard/74800.html.

Levine, H., Mohri, H., Ekbom, A., Ramos, L., Parker, G., Roldan, E., … Drevet, J. R. (2018). Male reproductive health statement (XIIIth international symposium on Spermatology, may 9th-12th 2018, Stockholm, Sweden. Basic and Clinical Andrology, 28(1), 1–3.

Serrano, M., Gonzalvo, M. C., Sánchez-Pozo, M. C., Clavero, A., Fernández, M. F., López-Regalado, M. L., … Castilla, J. A. (2014). Adherence to reporting guidelines in observational studies concerning exposure to persistent organic pollutants and effects on semen parameters. Human Reproduction, 29(6), 1122–1133.

World Health Organization. (2021). WHO laboratory manual for the examination and processing of human semen (6th ed). Geneve.

El éxito de la FIV ¿Está en el número de ciclos o en el número de ovocitos recuperados por ciclo?

La comunicación con los pacientes es esencial y la información que deberían recibir tendría que ser completa, especialmente la referida a los resultados, tanto a nivel general como en su caso particular. Con frecuencia me consultan cómo es posible no haber conseguido la gestación si le habían hablado de un 60-70% de éxito…

Es necesario que las personas que recurren a las TRAs, en este caso que nos ocupa la FIV, entiendan que es un medio para conseguir un embarazo, pero no lo garantiza. No es un proceso barato ni rápido, se suele tardar de 3-4 meses en realizar las analíticas, pruebas complementarias, cirugía si fuera preciso, etc. Por todo ello, la FIV es un proceso complejo, con un gran desgaste psicológico, físico y económico, por lo cual es necesaria una buena preparación mental para no abandonar.

A la hora de hablar de resultados de FIV, ya no vale basarlos en la beta positiva, sino que cada vez más, se impone el emplear como medida del éxito del tratamiento de FIV la tasa acumulativa de nacido vivo (RNV), definida como el primer nacido vivo después del uso de todos los embriones, frescos y congelados (TF+CT), derivados de un solo ciclo de estimulación ovárica. No conseguir el embarazo en la transferencia de embriones frescos de un primer ciclo, es una decepción, pero si hay embriones congelados aún hay posibilidades de obtener la gestación en el ciclo.

Si tomamos como ejemplo la tasa global con óvulos propios de gestación por transferencia en fresco, según el último Registro de la SEF (2020), es de 34.5%. Pero si tenemos en cuenta la tasa acumulada (TF+CT) según edad, veremos que se incrementa el porcentaje, en particular en pacientes menores de 35 años. Fig. 1

Fig.1 Porcentaje de gestaciones /ciclo

Número de ovocitos/ciclo

Una propuesta realizada en los últimos años, no se basa en el número de ciclos de FIV sino en el número de óvulos disponibles en un sólo ciclo como valor pronóstico de RNV.

El trabajo multicéntrico de Polyzos et al, 2018, sobre el número de óvulos en el primer ciclo de FIV y la tasa de RNV acumulada (TF+CT) están directamente relacionados, gracias a una estimulación ovárica media, la vitrificación y la estrategia de poder congelar todos los óvulos obtenidos en la punción (Freeze all), especialmente en pacientes de buen pronóstico (<40 años). En este trabajo las pacientes eran jóvenes y de buen pronóstico, por lo que en el primer ciclo (TF+CT) la tasa de RNV acumulada era del 70% cuando se habían obtenido más de 25 ovocitos.

Low et al., 2019, tras su estudio relacionan el número óptimo de ovocitos recuperados donde se observa el RNV máximo después de una sola estimulación ovárica en mujeres de diferentes edades. Según los autores sería 25 óvulos entre 18-34 años; >30 ovocitos en mujeres de 36-44 años y 9 ovocitos en >45 años.

En el caso de mujeres jóvenes, si no consiguen gestación, tras la transferencia de todos los embriones generados a partir de 25 óvulos obtenidos del mismo ciclo, frescos y congelados, será necesario realizar otro tipo de estudios o pruebas, ya que la paciente puede tener alguna causa subyacente que impida el embarazo.

En ambos trabajos, aunque la respuesta ovárica muy alta pueda aumentar aún más la tasa de RNV acumulativos, va en contra de la política “libre de Síndrome de Hiperestimulación Ovárica, SHO”, por lo tanto, la estimulación ovárica debe ser adecuada a cada paciente teniendo en cuenta los parámetros relacionados con el número de ovocitos, como son la edad, índice de masa corporal y causa de la infertilidad. Así, evitar la respuesta extrema en términos de ovocitos recuperados (SHO) u otras complicaciones iatrogénicas, a fin de preservar la seguridad y bienestar de las pacientes.

En nuestro país donde se aplica la política “libre de SHO”, según Registro SEF, 2020 el número de ovocitos necesarios para conseguir una gestación (transferencias frescas y criopreservadas) con óvulos propios es de 13 en población global, todas las edades y patologías.

Número de ciclos FIV

Normalmente se aconsejan 3 ciclos de FIV, ya que se consigue el embarazo en el 70-85% de los casos en mujeres < 39 años y en el 35-40% en mujeres de 39 a 43 años, con óvulos propios. Como sabemos, la edad es el factor limitante para obtener éxito en un programa de FIV y no es lo mismo realizar tres ciclos completos en un año, que un ciclo en tres años consecutivos, donde la edad se va incrementando.

A modo ilustrativo, en la figura 1., según los datos de VARTA 2021 Annual Report se puede ver la tasa de niño nacido por ciclo acumulado. 

Debido al éxito obtenido de ciclos acumulados, hay centros que han ofrecido un plan donde agrupan varios ciclos a un determinado precio, donde garantizan el embarazo, para reforzar la tranquilidad de los pacientes. Pero existen ciertas limitaciones como la edad de la paciente, origen de la subfertilidad, reserva ovárica, respuesta al tratamiento, etc. que varían en cada caso. No es lo mismo una mujer joven con óvulos de alta calidad que una mujer de 42 años, cuyos ovocitos tienen una mayor probabilidad de tener un alto porcentaje de anomalías cromosómicas, lo cual afectará la calidad embrionaria y su desarrollo hasta blastocisto, tasa de implantación, etc.

Si bien, hay acuerdo en que 3 ciclos de FIV es lo aconsejado, trabajos como el de Smith et al., 2016, pone de manifiesto que las mujeres que se someten a FIV, tienen una tasa acumulada de nacidos vivos después de 6 ciclos del 65,3%, evidentemente va a variar en función de la edad y tipo de tratamiento (donación de ovocitos, donación de espermatozoides e ICSI). Por lo cual, los autores consideran que puede ser eficaz extender los tratamientos más allá de 3-4 ciclos.

La respuesta al enunciado de esta entrada no es sencilla, hemos visto dos estrategias para obtener éxito en la FIV, y como siempre no hay nada absoluto ya que es muy difícil comparar los diversos estudios, su diseño, su población estudio, criterios a la hora de realizar la investigación, etc. No obstante, queda claro que el éxito de un ciclo de FIV se basa en la tasa acumulada de RNV. Que una media de 3-4 ciclos FIV aumenta la tasa acumulada de RNV, y en casos muy concretos podrían beneficiarse de más intentos. Si bien es un desgaste emocional, físico y económico que puede ocasionar el abandono.

Por otro lado, más que un número concreto de ciclos de FIV, parece ser más importante el número de ovocitos recuperados en un ciclo, y está en relación con la edad de la mujer y su respuesta a la estimulación ovárica.

En resumen, hemos tratado dos formas de conseguir el éxito en la FIV, no hay fórmulas mágicas y cada caso requiere un abordaje adecuado a sus características. Lo importante es no abandonar en un primer ciclo sin éxito.

Victoria

Una propuesta sobre la categorización del óvulo

La valoración morfológica del ovocito es fácil de realizar en los laboratorios y, como ya hemos hablado en anteriores entradas, la valoración de ovocitos, embriones y blastocistos, se realiza mediante observación morfológica clásica (sacándolos de la incubadora a intervalos de tiempos concretos) o mediante el uso de sistemas time-lapse.

Ahora bien, mientras que embriones D+2 / D+3 y blastocistos tienen una categorización en función de sus características morfológicas que se relacionan con la tasa de recién nacido vivo, en los óvulos, hasta la fecha, no existe una categorización que se use en la rutina del laboratorio. Sin embargo, existen unas características morfológicas anormales (dimorfismos) en el ovocito que tienen más bien un carácter informativo que predictivo. Algunos de ellos, son simplemente variantes de la morfología normal del ovocito, no tienen influencia en el desarrollo embrionario, implantación, etc. mientras que otros si parecen tener cierta influencia.

La calidad y cantidad de los ovocitos es un tema importante objeto de múltiples estudios. Se sabe que existen una serie de factores que influyen directamente sobre ellos como la edad de la paciente; un índice de masa corporal elevado; la genética; la historia clínica de la paciente; aspectos fisiológicos (p. ej. endometriosis, síndrome de ovarios poliquísticos, SOP); las condiciones ambientales (p. ej. exposición a los pesticidas). Una vez en reproducción asistida, también influyen otros factores como la reserva ovárica, niveles de la hormona antimulleriana y respuesta a la estimulación ovárica.

Ya vimos en la entrada sobre la valoración del ovocito, las características o parámetros que se observan, tanto intra- como extra-citopásmicamente y la influencia de algunos dismorfismos sobre el desarrollo embrionario, implantación, gestación y periodo perinatal (Criterios ASEBIR, 2015; 2018)

En un trabajo relativamente reciente de Nikiforov et al. 2021, donde hacen una extensa revisión bibliográfica de los dismorfismos ovocitarios y su influencia en el desarrollo posterior de los embriones. Como resultado de ésta revisión, hacen una propuesta bastante lógica donde diferencian, en función de su tasa de influencia, según los diferentes equipos que valoran la morfología del ovocito, entre las características que no influyen en el proceso; las que influyen en cierta medida en el resultado del tratamiento y las que tienen un impacto negativo sobre él. Fig. 1

Esta categorización tras la evaluación de la morfología de los ovocitos puede ser útil en los ciclos de tratamiento, especialmente cuando los resultados son pobres, así como en los de donación de ovocitos y los ciclos de congelación de ovocitos para la preservación de la fertilidad, donde se pueden decidir el número de ciclos a realizar. Además, aunque ninguna de las características morfológicas sirve como factor pronóstico por sí sola, una mayor comprensión de la morfología de los ovocitos, podría ayudar a explicar los resultados del tratamiento en ciertos casos a los pacientes.

Hasta ahora la valoración del ovocito no se ha considerado lo suficientemente potente para establecer una categorización, la propuesta de Nikiforov y su equipo, parece que podría ser un primer paso para conseguirlo. No obstante, a pesar de la extensa revisión sería necesario realizar más estudios en este sentido. Esperemos que todos estos datos sobre la morfología de ovocitos aplicando la inteligencia artificial (IA) puedan mejorar la precisión de los algoritmos y conducir a un pronóstico más razonable.

Victoria

¿Qué eficacia tiene la vasectomía?

Recientemente recibí una consulta sobre la eficacia de la vasectomía y he creído conveniente hacer esta entrada, que espero sea de vuestro interés.

La vasectomía es una cirugía para cortar los conductos deferentes, que son los que llevan los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra. El objetivo es que, tras una vasectomía, los espermatozoides no puedan salir de los testículos. Luego, un hombre que se ha sometido a este procedimiento no puede dejar embarazada a una mujer.

Algo importante a resaltar es que la vasectomía, aunque tiene una efectividad del 99%, no brinda una protección inmediata contra el embarazo. Por esta razón, se recomienda usar un método anticonceptivo alternativo hasta que se confirme por el laboratorio, tras el estudio de la muestra seminal post-vasectomía, que no se observa ningún espermatozoide (azoospermia) en el semen.

Hasta poder llegar a tener relaciones sexuales sin protección, deberán transcurrir de 12-16 semanas, o haber eyaculado de 15 a 20 veces o más, para eliminar los espermatozoides que ha quedado en los conductos y en la porción superior del conducto deferente. Estos criterios varían entre los especialistas, ya que la mayoría prefiere poner como límite para la valoración de la muestra post-vasectomía el tiempo y no el número de eyaculaciones.

Se suelen esperar 3 meses debido a que el periodo de producción de los espermatozoides es aproximadamente ese tiempo. De manera que, si el análisis indica que no hay espermatozoides en la muestra, significa que la vasectomía ha ido bien.  Los testículos tras la cirugía siguen produciendo espermatozoides, pero no estarán presentes en el eyaculado ya que los conductos deferentes han sido alterados y los espermatozoides son entonces reabsorbidos por el organismo. El procedimiento es exitoso al conseguir que ningún espermatozoide sea detectado en la muestra de control.

Antes de dar la muestra, una vez pasado el tiempo adecuado, se recomienda realizar de 2-3 eyaculaciones por semana, pero se suele solicitar una abstinencia (2 días, máximo 7 días), sin mantener relaciones sexuales ni masturbarse durante 48 horas completas antes de dar la muestra. Han de seguirse las instrucciones que proporciona el laboratorio.

La recogida de la muestra generalmente se realiza por masturbación o mediante un preservativo sin lubricante ni espermicida durante la relación sexual. Ha de entregarse antes de 1h de su obtención, sin cambios de temperatura bruscos.

En el laboratorio se precederá a analizar el semen con ayuda de un microscopio para observar si contiene espermatozoides. Aspectos técnicos sobre si el estudio se realiza sobre muestra en fresco o tras centrifugación, dependen de cada equipo. En el siguiente esquema basado en la guía de la Asociación Americana de Urología (2022) se puede ver la actuación en función de la presencia o no de espermatozoides móviles y un mayor o menor número de 100.000 espermatozoides inmóviles/ml. Figura 1

Pasos a seguir según se observan espermatozoides o no en la muestra estudio post-vasectomía. Basado en la guía de la Asociación Americana de Urología (2022)

Se ha calculado que en 1 de 2000 procedimientos, aparecen espermatozoides móviles y >100.000espermatozoides inmóviles/ml debido a una recanalización de los conductos deferentes, se crea un paso que permite la liberación de los espermatozoides dando lugar a un embarazo. En estos casos será necesario repetir la vasectomía.

Para mantener un control sobre la eficacia de la vasectomía se pueden realizar análisis de control a intervalos anuales o periódicos para confirmar que el procedimiento continúa funcionando como es de esperar.

Una puntualización, la vasectomía es un anticonceptivo eficaz, pero no protege contra las enfermedades de transmisión sexual, como el HIV/SIDA o clamidias, ni al hombre ni a su pareja. Por lo tanto, si se corre el riesgo de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual se recomienda emplear métodos de protección como los preservativos.

Quizás estos datos sean de utilidad para aquellos pacientes que se desesperan por no tener relaciones sexuales sin protección lo antes posible y no entienden que se les soliciten varias análisis de control. Sólo queda tener paciencia, cada caso es único, y seguir las instrucciones de su especialista.

¿Tienes alguna duda?

Déjame tus comentarios más abajo.

Victoria

¿Sabías que la infertilidad masculina puede ser un biomarcador de salud del varón?

En todo el mundo son diagnosticados con infertilidad por factor masculino, alrededor de un 8% de los hombres, causa que forma parte en el 30-50% de las parejas que acuden a consulta para valorar su fertilidad.

En los últimos años, los nuevos avances científicos, están permitiendo que algunos equipos propongan que el estudio de la infertilidad masculina podría considerarse como un biomarcador de la salud masculina en general. Si bien, aunque esta asociación sigue sin estar clara y es necesario realizar más estudios, es una visión que os quiero presentar.

Ciertamente, se ha observado que la coexistencia de dos o más enfermedades en un mismo individuo, generalmente relacionadas (comorbilidad) está en relación inversa a la calidad seminal, de manera que a una mayor comorbilidad menor calidad del semen. Esto ha planteado que, en la atención al paciente, se debería valorar la relación bidireccional entre la infertilidad masculina y la salud masculina

¿Y esto que significa? 

Cuando un paciente infértil acude a consulta, la historia médica detallada, valoración del semen y análisis/ pruebas adicionales, van a aportar una información valiosa que va más allá de la calidad seminal o si se dispone de unos pocos de espermatozoides para realizar una ICSI.

En la tabla siguiente, a modo de ejemplo, se muestra la relación entre factores/causas, manifestaciones clínicas e infertilidad masculina.

De los casos recogidos en la tabla, para poder entender esa relación bidireccional entre infertilidad – salud general, tomemos, por ejemplo, el estudio de las microdeleciones del cromosoma Y. La salud se puede ver afectada por las microdeleciones del cromosoma Yq, ya que estos genes también se expresan en el cerebro, el estómago y vías urinarias. Esto es, una gran parte del genoma está involucrada con la fertilidad, por lo que los genes involucrados en la reproducción también pueden expresarse en otros tipos de células. Además, las alteraciones epigenéticas pueden conducir a cambios globales en la expresión, afectando la espermatogénesis, así como a otras funciones del cuerpo.

El hecho de emplear como biomarcador de salud la infertilidad se debe a que existen evidencias de que un diagnóstico de infertilidad masculina se asocia con el riesgo futuro de enfermedad, incluido riesgo de hipogonadismo, riesgo de enfermedades oncológicas, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes; enfermedades autoinmunes y mortalidad, con el consiguiente impacto psicológico y económico.

Por lo tanto, se plantea la evaluación de la fertilidad masculina como una oportunidad para mejorar la salud del paciente más allá de su proyecto reproductivo. No debería quedar limitado el estudio del varón a un análisis de semen anormal y emplear la técnica de reproducción asistida más adecuada a su caso. Sino que se debería derivar al paciente hacia un estudio integral multidisciplinar para valorar su salud, donde reciba el tratamiento adecuado y asesoramiento sobre el estilo de vida, nutrición, prevención, cómo manejar las enfermedades crónicas y mantener un buen estado de salud general.

¿Qué opinas sobre este tema?

Victoria

¿Algunas acciones podrían reducir los riesgos en las Técnicas de Reproducción Asistida?

En la entrada anterior sobre los embriones sintéticos, comenté que aparte de este tema había otro del que quería tratar por su transcendencia social. Me refiero a la publicación en la revista PLOS Medicine cuyo título “Cancer in children born after frozen-thawed embryo transfer: A cohort study” fue utilizado en varios medios sensacionalista con títulos como: “Niños que nacen de embriones congelados tienen mayor riesgo de cáncer infantil” dando lugar a un revuelo  social considerable, incertidumbre y me consta que algunos pacientes han cancelado sus tratamientos o transferencias programadas, ante el temor de esta noticia.

El estudio en cuestión, está basado en un gran número de casos (7.944.248 niños), correspondientes a 4 países nórdicos, nacidos mediante las técnicas de reproducción asistida (TRAs), casos no seleccionados, y una cohorte de niños concebidos espontáneamente, en un periodo de tiempo de 9 años (1994-2014). Los resultados globales no indican una mayor incidencia en cáncer infantil en niños nacidos mediante las TRAs que en los nacidos por concepción espontánea. Sin embargo, los autores aprecian un riesgo mayor de cáncer infantil en aquellos niños que proceden de la transferencia de embriones criopreservados (TEC) frente a los concebidos de forma espontánea, aunque reconocen que no se pueden generalizar los resultados; desconocen la causa de esta diferencia y admiten que su estudio es limitado debido al bajo número de la muestra, niños con cáncer infantil procedentes de TEC. Por lo cual, es necesario seguir realizando más estudios.

No obstante, los autores piden prudencia a la hora de congelar los embriones si no existe una clara indicación médica. Aunque el riesgo individual sea bajo, a nivel poblacional puede tener un impacto debido al incremento de ciclos de congelación, no solo de embriones sobrantes sino de todos los embriones del ciclo (Freeze-all), que se ha convertido en una práctica rutinaria muy extendida en todo el mundo.

Considero que, a la hora de tratar los riesgos de las TRAs sobre la salud de los niños nacidos por estas técnicas, podríamos destacar dos aspectos importantes a la hora de transmitir la información a los pacientes:

  1. Es necesario conocer la naturaleza de la subfertilidad/ infertilidad, tanto del hombre como de la mujer, en la medida de los posible, mediante un análisis multifactorial, considerando los aspectos fisiológicos, bioquímicos, genéticos, epigenéticos (cambios hereditarios en la función de los genes que no están asociados con cambios a la propia secuencia de ADN) y factores modificables o no modificables.

La información a los pacientes sobre los riesgos, además de los factores maternos y paternos, también deben incluir las TRAs, ya que se puede ocasionar alguna alteración a lo largo del proceso: al inducir estimulaciones ováricas hormonales; la obtención y manejo de los gametos; la realización de la FIV y/o ICSI; cultivar los embriones durante varios días que exige unas condiciones óptimas del laboratorio (calidad del aire del laboratorio; pH, temperatura y osmolaridad de los medios de cultivo; equipamientos equilibrados, personal cualificado, etc.). Además, en muchas ocasiones, es necesario realizar otras técnicas como análisis genético preimplantacional y/o criopreservar los embriones.

2. Respecto a los estudios sobre empleo de las TRAs y cómo podrían afectar la salud de los niños nacidos por estas técnicas, hay que tener cierta prudencia y cautela, al valorar sus conclusiones ya que es tremendamente complejo realizar estudios cuyos resultados sean concluyentes. Esto es debido a que un gran número de trabajos parten de un pobre criterio, no tienen controles, no emplean las herramientas adecuadas para realizar el estudio estadístico idóneo; comparaciones entre grupos que aparentemente se parecen, pero luego no es así (edad, historia reproductiva, nivel socioeconómico, educación); estudios de baja potencia con muy pocos casos; mezclar grupos de niños (únicos vs gemelares vs trillizos); empleo de múltiples observadores; no anonimato en el estatus de la concepción; diferencias en las definiciones de defectos de nacimiento y los métodos de determinación; falta de información sobre los parámetros del tratamiento empleado, lo que resulta en un sesgo histórico sustancial a medida que las técnicas de TRAs han mejorado. Por último, los períodos de estudio que abarcan décadas, en muchos casos no es posible mantener el seguimiento de todos los niños sujetos al estudio.

A pesar de todas estas dificultades en los estudios, la realización de estudios epidemiológicos a gran escala es esencial, no sólo limitados al nacimiento sino también durante la vida adulta, para evaluar las implicaciones que las TRAs puedan tener sobre la salud y el bienestar de los niños nacidos por estas técnicas.  Realmente el estudio de los primeros niños nacidos no ha terminado, si tenemos en cuenta que Louise Brown, el primer bebé, tiene actualmente 44 años. 

¿Algunas acciones pueden reducir los riesgos en las TRAs?

Es evidente que los conocimientos, equipamientos, análisis y especialización de los profesionales del área, han mejorado notablemente los resultados de las TRAs, aun así, no se pueden controlar todos los factores que influyen sobre estos procesos.  Sin embargo, diversos trabajos señalan que ciertas acciones pueden contribuir a una reducción de riesgos en la salud de los niños nacidos por TRAs que dependen de los propios pacientes; los especialistas y el laboratorio.

Los pacientes:

Es bien aceptado que el estilo de vida, los factores ambientales y epigenéticos, están relacionados con la fertilidad y con la salud de la descendencia. En el caso de las mujeres, factores que tienen efectos negativos son la edad, la obesidad y el estrés. En los hombres estos factores negativos son el tabaquismo, el alcohol y la obesidad.

  • Adquirir hábitos saludables (ejercicio, buena alimentación y mantener un buen peso) son fundamentales en la población para mejorar su salud y muy especialmente en pacientes que recurren a las TRAs, donde el asesoramiento de hábitos saludables, especialmente nutricionales, para ambos sexos, deberían estar presente en la atención preconcepcional. Desde mi punto vista, incluso antes, deberían existir campañas de información a la juventud, no sólo sobre las relaciones sexuales, la contracepción y las enfermedades de transmisión sexual, sino sobre el ciclo menstrual, hábitos saludables, proyecto reproductivo, preservación de la fertilidad, etc.

Los especialistas:

  • Un buen estudio de la pareja y causas de su subfertilidad/infertilidad.
  • Informar a los pacientes sobre los riesgos del empleo de las técnicas.
  • Tratamientos personalizados. No abusar de los tratamientos hormonales
  • Técnica de reproducción asistida más ajustada a cada caso y sólo si no hay otra forma de conseguir el embarazo.

En el laboratorio:

  • Mantener condiciones del laboratorio máxima calidad.
  • Aplicar las técnicas según cada caso.
  • No utilizar técnicas como ICSI o la criopreservación de forma indiscriminada.
  • Manipulación mínima de gametos y embriones.

Lejos de dar una conclusión, dada la complejidad de los casos que llegan a las TRAs, podemos destacar que algunas acciones como una atención preconcepcional incluyendo hábitos saludables, especialmente nutricionales, y un uso racional de las TRAs, parecen tener una influencia positiva en la futura salud de los niños nacidos por estas técnicas.

Victoria

Avance científico: Embriones sintéticos

Como he mencionado en la entrada anterior, ya de vuelta de las vacaciones, quiero empezar sin hacer unas observaciones sobre las noticias de este verano que la prensa se empeña en magnificar a su antojo y que tanta preocupación e incluso dolor han causado.

Una de estas noticias, objeto de esta entrada, es la formación de “embriones sintéticos”, que no se han producido de forma natural, sin emplear espermatozoides y óvulos, ni se han desarrollado en el útero.

Dos equipo casi a la par han publicado en la revista Cell, el equipo israelí del profesor Jacob H. Hanna  y en la revista Nature, equipo británico de la Profesora Magdalena Zernicka-Goetz. Me permito el inciso de indicar que en nuestros congresos de ASBIR, 2017 y 2019, conseguimos el Grupo de Interés de Embriología, tener en nuestra sesión, como ponentes invitados a dos investigadores del equipo británico. Sus trabajos, espectaculares, nos maravillaron a todos los asistentes.

Volviendo al tema que nos ocupa, podemos resumir de forma sencilla la relevancia de estos estudios:

APECTOS POSITIVOS

  • Formación de modelos experimentales a partir de células madre, mediante una mezcla de tres tipos diferentes de células madre embrionarias y extraembrionarias, a las que se les indujo mediante la introducción de la expresión de un conjunto de genes.
  • Desarrollo fuera del útero, abre un mundo inexplorado de conocimiento sobre la implantación y primeros pasos del desarrollo embrionario o el por qué algunos embriones no implantan. Para ello, recrearon un entorno favorable mediante dispositivos especiales que simulaban las condiciones del útero del ratón: aporte de nutrientes, presión atmosférica, movimiento, etc.
  • El desarrollo de estos embriones sintéticos, ha llegado a 8,5 días, es la vez que más tiempo se han desarrollado este tipo de embriones, teniendo en cuenta que la gestación de ratón es de 20 días, supone un 42,5% del desarrollo embrionario. Puntualizar,que por ley en España con embriones humanos, no se puede investigar más allá de 14 días y por supuesto, sin fines reproductivos.
En el video se muestra un modelo de embrión de ratón sintético en el día 8 de su desarrollo;
tiene un corazón que late, un saco vitelino, una placenta y una circulación sanguínea emergente.

ASPECTOS PENDIENTES

  • Aunque son estudios muy prometedores, aún hay mucho trabajo por delante para poder hablar de trasplante de órganos y tejidos generados por estos embriones sintéticos.
  • Es un procedimiento a día de hoy muy poco eficiente, sólo el 1% de los embriones sintéticos generados llegó a desarrollarse hasta los 8,5 días.
  • Será necesario explicar muy bien a la población que estos embriones sintéticos, dado su origen, no se pueden considerar como los embriones naturales. No tienen una gestación completa, no es posible actualmente ya que les faltan estructuras vitales como por ejemplo la placenta o el cordón umbilical. Además, aunque han generado múltiples órganos, estos de momento presentan graves alteraciones en formación y no tienen completa su funcionalidad.
  • El desarrollo de estos embriones sintéticos de ratón, no podemos negar que abre la puerta a aplicar estas técnicas en embriones humanos, cuyas ventajas al crear órganos serían entre otras: la realización de trasplantes; rejuvenecer el sistema inmunitario de personas mayores y no serían necesario los ensayos clínicos con animales.

La realidad es que la ciencia avanza y son las leyes de cada país, que no son iguales, las que han de velar por su correcta utilización. Así como la financiación de estos estudios, que no es púbica en muchos países.

Por otro lado, la bioética también tendrá algo que decir al respecto, hay una pregunta que está en la mente de muchas personas: ¿Dónde están los límites entre la vida y la ciencia?  

Victoria